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sábado, 31 de julio de 2010

Cadetes AMD: 1959





20 Julio 2010, 11:13 AM
AL DÍA

Cadetes AMD: 1959

Escrito por: Juan José Ayuso (buenapila@yahoo.es)

Sólo uno de los cadetes de la Aviación del tirano Trujillo confesó que a él, junto a otros muchos de sus compañeros de la base aérea de San Isidro, los llevaron a torturar y asesinar a expedicionarios del 14 de Junio de 1959.

Eugenio María Guerrero Pou publicó su confesión en “Yo maté a su hijo. Testimonio de un cadete de la Era de Trujillo”, y lo hizo en 1996, treinta y cinco años después del ajusticiamiento.

Uno que otro, como el cadete Guerrero Pou, participaron a disgusto en esa orgía de sangre pero la mayoría lo hizo como quien cumplía un deber y, además, ganaba gracias de Rafael Leonidas (“Ramfis”) Trujllo Martínez para seguir la carrera con esos méritos adicionales.

Los cadetes continuaon la carrera militar y alcanzaron rangos superiores pero a partir del 30 de Mayo de 1961 guardan un silencio que los hace cómplices concientes de la barbarie del tirano, de “Ramfis” su hijo y el grupo de amigos, altos oficiales de la AMD, que lo acompañaron en esa y otras aberraciones: el general Fernando A. (“Tunti”) Sánchez hijo, y los coroneles Luis José (“Pechito”) León Estévez, quien se suicidó no hace poco; Gilberto (“Pirulo”) Sánchez Rubirosa, Octavio (“Tavito”) Balcácer, César Báez y tres o cuatro criminales más.

Después de que “Ramfis”, sus tíos José Arismendi (“Petán”), Héctor Bienvenido (“Negro”) y los demás familiares del tirano Trujillo dejaron el país en noviembre de 1961, si a esos cadetes les ofendió que se les utilizara como asesinos de los expedicionarios capturados y amarrados, lo habrían confesado.

Es posible que la gente de conciencia en el país aceptara esas confesiones como un acto de conciencia y le fuera indiferente que los cadetes continuaran en ascenso su carrera militar.

Pero no lo hicieron y fue como volver a cometer los asesinatos a los que los llevaron Trujillo, “Ramfis”, “Tunti”, “Pechito”, “Pirulo”, César Báez.

Trujillo había sido ajusticiado meses antes y el otro grupo no estaba ya al mando de la Aviación ni de las Fuerzas Armadas pero esos cadetes callaron y con ello reafirmaron su responsabilidad y su culpa en los asesinatos.

Hasta hoy, con la excepción del cadete Guerrero Pou quien, dicho sea no de pasada, dado el malestar de conciencia que le provocó su participación en el asesinato masivo de los expedicionarios del 14 de Junio perdió el equilibrio emocional y tuvo que abandonar el arma.

Los cadetes que callan desde 1961 han hecho imperdonable la deuda de sangre por un asesinato masivo que les ordenaron pero que al parecer cometieron sin escrúpulo de conciencia alguno.

Carmita Landestoy: Una Mujer Contra la Dictadura

Carmita Landestoy: Una Mujer Contra la Dictadura

Domingo, 21 de Diciembre de 2008 13:46
Por :Alejandro Paulino Ramos

"Diez años antes de que Jesús de Galíndez presentara su tesis “La Era de Trujillo” en la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York, ya Carmita Landestoy había publicado su obra contra Trujillo".

Diez años antes de que Jesús de Galíndez presentara su tesis “La Era de Trujillo” (1956), en la Universidad de Columbia de la ciudad de Nueva York, ya Carmita Landestoy había publicado, en la misma ciudad, su libro “!Yo también acuso!”(1946). Coincidentemente llegaron a la gran urbe con diferencia de un año, pues Carmita salió del pías en 1945 y Galíndez en 1946, y mientras estuvieron en Santo Domingo sirvieron al régimen trujillista. En sus libros, tanto Galíndez como Carmita Landestoy denunciaron la férrea dictadura de Trujillo, y aunque el primero documentó pacientemente lo que luego sería su tesis de grado, en el caso del libro de Carmita enaltece y llama la atención que fuera una mujer dominicana la que produjera ¡Yo también acuso!, su aporte a la lucha contra la tiranía. Lo peligroso y atrevido de su gesto fue lamentablemente confirmado, con el secuestro y posterior muerte de Galíndez en 1956, aun siendo él español y tener sólidos vínculos con los servicios de inteligencia norteamericanos.

Carmita Landestoy residió fuera de la República Dominicana desde 1927, regresando en 1938. Desde entonces y hasta y 1945 se integró como “fiel admiradora” a la promoción de la ejecutoria del gobierno de Trujillo y defensora de los intereses feministas.

Caminó el país como conferencista, fundó la revista Hogar y el periódico Predica y Acción; estudió en la Facultad de Filosofía de la USD y publicó el libro Temas históricos, así como el Libro de lectura, dirigido a la educación de los niños. Funcionaria importante del Partido Dominicano, dirigió el Plan de Asistencia Social para ayudar a la mujer.

Leyendo las correspondencias que Carmita Landestoy envió a Trujillo, se nota el cuidado puesto por ella en resaltar permanentemente la enfermedad de su madre, que residía en los Estados Unidos. Esa situación devino en la excusa para su salida del país cuando cayó en desgracia con el régimen, a finales de 1944.

En ese año perdió su trabajo y comenzó a ser aislada, como sucedía con todos los intelectuales que servían a la dictadura cuando alguien provocaba la duda. En carta del 19 de diciembre de 1944 le escribió a Trujillo diciéndole: “Dada la circunstancia de que yo me hallo ahora sin trabajo y sin recursos con qué hacer frente a las necesidades de la vida, además, que me es forzoso producir para hacer llevaderos a mi anciana madre, quien se encuentra en largo lecho en un hospital de Nueva York, (…), le suplico intervenir para que la Secretaria de Educación y Bellas Artes me compre la propiedad literaria de dicho libro, o me ayude, al menos, en cualquier otra forma que usted considere oportuna. Es favor que espera merecer la suscrita, que no tiene más orgullo que el de ser devota trujillista y una subalterna política suya a quien el deseo de servir a usted del mejor modo posible la ha hecho victima de acusaciones cuya injusticia sabrá Dios tomar en cuenta a quienes supieron urdirlas (negritas mías, a.p.r), sin otro propósito, sin duda, que alejarme de su protección y privarme de su honroso aprecio”. (Véase: Mis relaciones con el presidente Trujillo).

Tres semanas después, el 5 de enero le escribió a Trujillo nuevamente, pues estaba imposibilitada de “verlo personalmente”, pidiéndole le permitiera pasar a los Estados Unidos para ver a su madre “que está seriamente enferma”, y en julio del mismo año volvió a dirigirse a Trujillo, desde los Estados Unidos, diciéndole que iba a permanecer algunas semanas más en ese Pals, hasta que su hermana Consuelo se restableciera de una enfermedad. En aquellos tiempos, el miedo que todos tenían a Trujillo era tal, aun estando fuera del país, que para evitar algún daño físico contra Don Pedro Mir en Cuba y protegerlo, allegados a este escribieron a Trujillo diciéndole que el poeta estaba loco y en manos de siquiatras.

¡Yo también acuso! Fue enviado a la imprenta en julio de 1946, pero ya en diciembre de 1945, cuando su autora preparaba la edición, el gobierno de Trujillo puso a circulación un opúsculo “Mis relaciones con el presidente Trujillo” (1946), denunciándola como la trujillista que había sido, intercalando sus cartas dirigidas al tirano.


A esta publicación se refiere Carmita cuando dice en el prologo de su libro: “Ya en prensa este libro, recibo el primer pasquín de Trujillo, una forma nueva: Un folleto titulado “Mis relaciones con el Presidente Trujillo”, que ha publicado en mi nombre en Santo Domingo y que ha enviado a New York y Washington para ser distribuidos por sus esbirros. La primera página no es mía, no lleva mi firma, le siguen una parte solamente de mi correspondencia, y algo de mi labor periodística y termina con su pasquín. Debía haber pensado que el que “tiene techo de vidrio no tira piedras al vecino (…). Use el lenguaje obligado bajo su tirana (…)…Yo soy responsable de mis actos: …Yo soy la única dominicana que está haciendo una labor periodística en el exterior por los derechos humanos, esto es, contra las tiranías, por tanto yo bien sé que Trujillo usará todos los medios que pueden pagarse con dinero para el descrédito moral de mi persona y para suprimir mi vida. (..). Me han amedrentado con llamadas telefónicas y calumniada con mis amistades. “A mi no me asusta la muerte”.

El pasquín a que se refiere Carmita dice lo siguiente: “Ciudad Trujillo, Nov. 22 de 1945/ Sra. Carmita Landestoy, Ciudad. Carmita. He sabido que vas a publicar una obra que llena de risa tu propósito porque todo el mundo sabe que tú no eres escritora ni nada que se parezca. Lo que todo el mundo sabe es que eres una aventurera que siempre ha vivido cómodamente engañando al prójimo y haciéndote pasar por feminista, cuando tu solamente eres una masculinista, porque….(a buen entendedor pocas palabras bastan)./ Tu debes reformar tu conducta social acomodándote con un solo hombre, para que tu nombre no ande de boca en boca, siendo escarnio y descrédito de la familia Landestoy. / (fdo). Una amiga que te estima”

Los servicios de inteligencia del dictador conocían, al parecer, del contenido del libro de Carmita y de ahí su campaña de descrédito. En las 162 páginas de su obra, la autora insiste en demostrar a través de informaciones obtenidas de segunda manos y de sus vivencias durante ocho años en el país, que Trujillo era el más cruel dictador de América Latina:

La obra, publicada en la imprenta Azteca Press, de Nueva York, consta de cinco partes y cincuenta y cuatro temas. Entre los textos que más llaman la atención, se encuentran: La tiranía de Trujillo, Como dispone de la vida, de la Honra, de la Hacienda; la personalidad de Trujillo, los homenajes a Trujillo, el Progreso Material, la Modernización del Ejercito, la construcción de escuelas, carreteras y edificios, los monopolios de la leche, la sal, del arroz, de la carne, de los frutos, del pescado, de los materiales de construcción, la compra de los sueldos, el apoyo de Trujillo en las Leyes, el Partido Dominicano, la cédula de identidad, la filosofía del régimen, el espionaje y violación de la correspondencia, y el descrédito de los dominicanos.

Este libro no circuló en Santo Domingo, como debe de suponerse, y son pocos los intelectuales y especialistas en el tema de la dictadura de Trujillo, que han oído hablar de él. En los depósitos del Fondo Antiguo de la vieja Biblioteca de la UASD encontré, casi perdido, un ejemplar que perteneció a la biblioteca particular de Roberto Despradel. A sesenta años de su publicación, ahora los dominicanos tenemos la oportunidad de conocer su contenido.

¡Yo también acuso! es un grito de denuncia con el que la autora intenta demostrar, utilizando infinidades de ejemplos dolorosos, como actuaba la dictadura de Trujillo.

Algunos párrafos de “Yo también acuso”:

“Es sabido que, …las ganancias limpias de Trujillo ascienden a la bagatela de diecinueve millones de dólares al año, y que en la actualidad tiene muchos millones depositados en distintos bancos de países extranjeros”.

“Todo articulo, discurso o conferencia, aun cuando sea en la Universidad, tiene que comenzar allí con el encendido elogio para el Benefactor, y ay! Del que así no lo hace, porque su nombre será agregado prestamente a la lista negra”. Y no solamente exige que se diga que todo es obra suya y gracia a él, sino que ya hasta de las obras de Dios se ha incautado. Hay elocuentes letreros que dicen: “Trujillo es el único que te da agua”. Hasta ahí llega su enfermo afán de apoderarse de lo ajeno..”

“Todo empleo por insignificante que sea, tiene que serle solicitado directamente por carta”

“Encarcelar, golpear hasta bañarlo en sangre; torturar hasta la muerte; matar por la espalda, son cosas tan corrientes en la dictadura de Trujillo, como la salida o puesta del sol”

“Muchas veces matan a alguno a balazos o le cortan la cabeza y entonces, son tan cínicos que le taponan los orificios de los balazos con algodón y le cosen la cabeza, y le mandan el cadáver a la familia, informándole que murió de fiebre en el hospital: como sucedió en el aso del Coronel Blanco (Blanquito)”

“Formó un grupo: LA CUARENTA Y DOS, cuya misión era matar a las personas que les fueran señaladas, pero después, al correr del tiempo, cuando ya era muy crecido el numero de los que habían matado, los suprimía a ellos también, así solamente hay tres sobrevivientes de la famosa CUARENTA Y DOS, uno que vive en Santo Domingo, porque es sobrino político de Trujillo; otro de Santiago, con residencia en la Capital, y el tercero que vive en New York, porque su hermana fue muy lista y lo sacó en pocas horas del país…”

“La juventud y la cultura sin embargo son atrevidos conspiradores, y como tales, hacen milagros; así un grupo de estudiantes universitarios hace apenas mes y medio, el 13 de marzo de 1946, consiguieron una pequeña imprenta, la escondieron en una finca e imprimieron hojas sueltas que metían por debajo de las puertas de las casas de familia, diciéndoles que iniciarían una protesta aunque fuera pasiva….Sorprendieron a un estudiante metiendo las hojas en las casas, lo llevaron preso y fue torturado hasta que confesó, diciendo además el nombre de sus compañeros, quienes en su mayoría se vieron obligados a refugiarse en las Legaciones y Embajadas extranjeras”

“A varios padres los han hecho preso, por ejemplo el caso del Dr. Pericles Franco, Profesor de la Universidad, quien nunca ha sido político y ha dedicado su vida al estudio y al magisterio, y ha sido encarcelado y golpeado, y además han fabricado documentos falsos para desacreditarlo y humillarlo, por el hecho de que su hijo, Pericles Franco Ornes ha sido uno de los estudiantes rebeldes. La Profesora Carmela Ornes de Franco, madre del estudiante rebelde, quien por 36 años ha sido Directora de escuela, ha sido destituida, así como todos los de su casa que tenían algún empleo, su hogar además es vigilado para tomar nota de los que visiten, y ponerlos en la consabida lista negra.”
“ATROPELLA LOS DERECHOS DEL HOMBRE”

“Como queda comprobado, Trujillo no respeta ninguna ley escrita, ni ninguna ley humana, y va más lejos aun, pretendiendo destruir la verdad, tratando de deformar la personalidad, el alma del pueblo dominicano y prohibiendo que se escriba o piense libremente.

Ya he dicho que los dominicanos no tienen derecho a reunirse a menos de que se informe con anticipación, así como de lo que se vaya a tratar en dicha reunión. Y como en la Filosofía de Trujillo entra inventar lo que le conviene, ahora, cuando se celebra alguna reunión sin su consentimiento o porque no le hayan informado oportunamente el motivo de la misma, entonces inventa que el grupo en cuestión está integrado por comunista.

Ahora Trujillo no suelta la palabra comunista de la boca y la esgrime como un arma, creyendo con ello desacreditar ante los norteamericanos y ante el Continente, al grupo o persona que acusa como a tal; pero ya todos conocen el jueguito que se trae entre manos, pues él lo que quiere es tener una excusa ante el pueblo y ante el exterior, cuando aplique los consabidos castigos al que haya tenido la osadía de celebrar alguna reunión sin su consentimiento.

Recientemente ha indicado otra forma de descrédito. Cuando alguna persona no le es grata pero por alguna razón no puede prohibirle que vayan al exterior, en la casilla del pasaporte que dice profesión, no escribe la profesión de la persona, sino la palabra: comunista, creyendo que al llegar al lugar de destino, le nieguen la entrada a dicho país. Pero como he repetido, ya todos los países conocen las patrañas del Tirano.

Así que ahora en el país a toda persona que se haya permitido reunirse sin informar previamente y lo mandan a buscar, ya sabe que lo más probable es que lo desaparezcan y nunca más vuelva a ver a sus familiares. El instinto de conservación es la ley primaria más fuerte, pero como Trujillo tiene tan espiado y acorralado al dominicano, el unido recurso de que pueden disponer esas personas que mandan a buscar es, informar a sus amigos si es posible a alguna autoridad consular o diplomática extranjera, para que por lo menos si los desaparecen, que tanto el pueblo como el Continente sepan que el magnánimo y bondadoso Benefactor ha cometido un homicidio más.

Y como confirmación a lo dicho anteriormente, copio a continuación el siguiente suelto:
“La Nación”, Ciudad Trujillo. Marzo 22, 1946. Secretaria de lo Interior y Policía. COMUNICADO. Con motivo de la publicación de un Comunicado anterior de esta Secretaría de Estado, requiriendo a las personas adscritas a un incipiente Partido Comunista que labora clandestinamente en el país que en un termino de cinco días a partir de la fecha de aparición en la prensa de aquel comunicado, comparecieran ante este Despacho a fin de regularizar su situación y legalizar sus actuaciones perturbadoras que eran ya conocidas por esta Secretaria de Estado, en vez de deferir al cordial llamado, han sido presas de un nerviosismo injustificado, que les ha conducido hasta el extremo censurable de recurrir al consejo de personas nacionales y extranjeras en interés de evitarse persecuciones que no existen.

Con el objeto de devolver la tranquilidad a esos ciudadanos perturbados, este Departamento solicitó y obtuvo instrucciones superiores de aplazar la publicación de las nominas de comunistas clandestinos que posee. El Gobierno, que les ha invitado a laborar de acuerdo con la ley, permanece en expectación dispuesto a reprimir el más leve atentado a la estabilidad de nuestras instituciones democráticas. Ciudad Trujillo, Marzo 21, 1946”.

Toda persona tiene terror a que la reduzcan a prisión. Las solitarias son una habitación estrecha, sucia y sin luz, teniendo que hacer todas sus necesidades en la misma y cada cuatro o cinco días, un hombre fuerte, desnudo de la cintura para arriba, armado del látigo, los saca a que se bañe. Otras veces los dejan sin bañar y sin ver la luz del sol. Y pensar que si los hicieran prisioneros porque han cometido algún delito. Pero nó, algunas veces es simplemente por alguna acusaron sin fundamento, porque algún espía ha querido tomarse una venganza personal. Casi nadie que entra en las solitarias, sale de ellas, si es que sale, que no haya sido golpeado despiadadamente. En una occisión el encargado de dar las pelas, era un hombre que estaba condenado a 30 años de presidio por asesino, y quien se gozaba en golpear hasta que corriera la sangre. ESA ES LA DEMOCRACIA DE TRUJILLO!...

Porque sí les diera un balazo y los matara inmediatamente fuera más piadoso; pero nó, é los tiene días y meses a pan y agua, golpeándolos diariamente; y por fin, cuando ya no son más que pingajos humanos, entonces los torturan hasta que mueren.

Ahora, después de la sublevación de los estudiantes, como muchos de estos se asilaron en las Legaciones y Embajadas, tienen listas vigiladas con numerosos expías, lo cual representan una violación a las relaciones internacionales y una desconsideración y falta de respeto a los países americanos.

Por lo mismo que el pueblo es el sagrado depositario de esa fuerza o sentimiento que vela por la libertad humana, nadie puede escapar a formar parte en determinado momento, de esas reuniones que se han efectuado, se efectúan y se efectuaran siempre, a despecho de los tiranos, para discutir lo que debe hacerse a fin de romper las cadenas.

Nadie puede escapar a reunirse o a formar parte de un grupo para iniciad alguna actividad en pro de la libertad, porque el hombre es simplemente el ente a través del cual se cumplen las leyes del bien, el principio inalterable que rige la moral y mantiene en alto el sentimiento de libertad en los pueblos, y ay! Del pueblo que lo pierda: porque ese día habrá perdido su sitio en el concierto de las naciones libres y soberanas que, por la voluntad de Dios, existen bajo el cielo.

Hay que ver hasta que punto llega el espionaje y cruel control que sobre el pueblo tienen Trujillo, que aun en plena dominación haitiana, los dominicanos pudieron celebrar reuniones y acumular armas, mientras que hoy bajo la tiranía de este hombre, no pueden reunirse los hombres y el pueblo ni siquiera puede disponer de un simple cortaplumas.

Se escrib9eron versos acerca de “Las Vírgenes de Galindo”, y se cuentan como si fueran leyendas de tiempos muy lejanos las crueldades y los crímenes que cometieron los haitianos en la República Dominicana. Pues bien, los crímenes, las torturas y crueldades que comete Trujillo, no tienen comparación con nada que haya sucedido antes en el país. Y Trujillo pretende pasar a la historia como un héroe y un Benefactor!..

En distintas ocasiones, catedráticos, por el simple hecho de haberse permitido hacer alusiones a la libertad, refiriéndose a apocas pasadas y lejanas, de los piases europeos, han sido suspendidos y reducidos a prisión.

Para Trujillo, atropellar, vejar o matar, es ya una especie de segunda naturaleza y se goza en mantener al pueblo en una constante zozobra. Cuando lo ve tranquilo, entonces hace publicar en todos los periódicos, que hay libertad de prensa y lo invita a exponer su opinión con respecto a su próxima reelección, pero es para hacer que un grupo insulte por a prensa al que hay tenido la hombría de opinar, y después que lo ha hecho insultar en todos los tonos, entonces lo somete a prisión y a los consabidos castigos. Ya el pueblo debía estar escarmentando y no prestar atención, pero precisamente, porque en el alma de pueblo está vivo y erguido el sentimiento de libertad, siempre hay quien se lance en un momento de sublime atrevimiento a opinar por la prensa.

A Trujillo le gusta engañar, porque es para engañar al pueblo y al Continente que hace publicar en todos los periódicos una llamada al pueblo para que forme otro partido político o que exprese su opinión acerca de su reelección. Ya se sabe que en el país no hay ninguna persona, hombre o mujer que no esté inscrita ene. Partido Dominicano, y que él se ha adueñado del país y es el Presidente permanente, de modo que todo cuanto hace es representar la más vil de todas las farsas.

Tenemos últimamente el caso de “La Opinión”, que creyendo en la palabra de Trujillo, anunció que había libertad de prensa, atreviéndose a hincar una sección bajo el titulo “Nosotros decimos lo que otros callan”. El Doctor José Antonio Bonilla Atiles, catedrático de la Universidad y Presidente del Club Rotario, se atrevió a publicar dos artículos diciendo que en el país hay hombres presidenciales, lo cual es una verdad irrefutable, pues si como Trujillo pretende, no hay quien lo sustituya, entonces habría que preguntarse: Si Trujillo muere, ¿tendrán los dominicanos que importar a algún hombre para Presidente del país?

Pues bien, primero destituyó a Bonilla Atiles como presidente del Club Rotario, para librarse de la critica de los rotarios, y entonces inició los pasos para reducirlo a prisión. Y a fin de escapar a que lo desaparezcan, Bonilla Atiles ha tenido que asilarse en la Embajada de México. Mientras tanto aquellos estudiantes que se lanzaron a la calle tratando de defender a su profesor, fueron perseguidos por la policial y un pelotón del Ejército, y han sido presos y maltratados.

No cree el lector, que ese afán de mantener al pueblo en constante actividad, unas veces obligándola a que le rinda homenaje de desagravio, por medio de discursos y conferencias en todo el pías, haciendo salir al pueblo en procesiones portando estandartes con los más encendidos elogios que permite nuestro idioma, o haciendo que los hombres manifiesten sus ideas por escrito, para después gozarse en maltratarlos, ¿es más que morbo y que raya en locura?”

(Carmita Landestoy. ¡Yo también acuso! New York, Azteca Press, 1946, pp.135-140).

DISCURSO ANTE LA ASAMBLEA DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO 14 DE JUNIO

http://www.cedema.org/ver.php?id=4033

DISCURSO ANTE LA ASAMBLEA DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO 14 DE JUNIO

30 DE JULIO DE 1961

Compañeros:

En nombre del Comité Ejecutivo Central de nuestro querido 14 de Junio, Movimiento que, bajo el apremio de circunstancias adversas, se estructuró en la clandestinidad, pero que, en este día memorable, acogido a las garantías ofrecidas por el Superior Gobierno, surge esplendorosamente con el carácter de Agrupación Política y se apresta, cívicamente, dentro de los cánones de la constitucionalidad, a participar activamente en el proceso de transformación política y social de la Nación, doy las más expresivas gracias y aseguro a ustedes que dicho comité acepta jubilosamente la tarea que le ha sido asignada y en el ejercicio de la misma, asume todas las responsabilidades que conlleva el cumplimiento de sus deberes, al mismo tiempo que declara solemnemente ante ustedes, la firme determinación que los anima a luchar infatigablemente hasta la realización de nuestros anhelos, encaminados a satisfacer las legítimas aspiraciones de nuestro pueblo.

Nuestra ideología está inspirada en los nobles postulados de la democracia representativa y sus principios se nutren, fundamentalmente, de la Universal Declaración do los Derechos Humanos. De ahí que, nuestro objetivo primordial, sea la creación de un sistema político condicionado a esas grandes conquistas de la Humanidad, para así poder ser dignos miembros de la gran familia americana y compartir con todos, dentro de las normas de convivencia, el patrimonio imperecedero que nos legaran Washington, San Martín, Bolívar, Duarte, Martí y otros.

Saludamos entusiasmadamente las intenciones del Gobierno, al propiciar un clima de comprensión entre todos los dominicanos y saludamos efusivamente a todos los hombres dignos que aunan sus esfuerzos por hacer viables tales propósitos. Por otra parte, aspiramos a que ningún factor negativo se interponga entre gobernantes y gobernados a fin de que no sean frustradas las garantías prometidas; a que pensemos todos con cordura y a que, en esta hora de grandes responsabilidades históricas, ajustemos nuestras conductas al sublime pensamiento de José Martí: la Patria es Ara, no Pedestal.

Desde esta primera etapa de nuestra vida institucional, mantendremos una postura vigilante —así como lo hace la Unión Cívica Nacional al través de sus altruitas pronunciamientos de censura— para hacer honor a ese ideal.

Ojalá pronto prevalezcan las condiciones ambientales propicia. para que nuestra Agrupación quede definitivamente consagrada como el Partido Político que luchará con denuedo por una Patria grande, esplendorosamente libre y democrática.

Permítanme, que, al estrechar fraternalmente a todos ustedes, mis queridos compañeros, en un significativo abrazo que hoy les da la Patria, termine mis palabras con una sentida invocación al Dios Eterno, Padre de bondades infinitas, implorando sus bendiciones para nuestra Agrupación naciente, para el noble pueblo dominicano y para que preserve del error a nuestras mentes y nos dé un corazón valiente, generoso y dócil aún en medio de las más grandes adversidades.

Muchas gracias

DR. MANUEL AURELIO TAVÁREZ JUSTO

D’ALESSANDRO HACE PRECISIÓN

http://www.listindiario.com.do/zona-de-contacto/2010/7/29/152673/Carta


D’ALESSANDRO HACE PRECISIÓN

Señor director: Reiterándote de nuevo mi agradecimiento por la entrevista y posterior artículos escritos este lunes 26 y martes 27 de julio; no obstante me siento obligado hacer las siguientes precisiones las cuales agradecería publicaras: 1. En el primer reportaje del lunes 26 de julio, en el primer párrafo que habla sobre la ambivalencia de Ramfis (ser o no ser) entre el bien y el mal, esta había cesado para su retorno al país en septiembre del 1958, producto del cambio que había acontecido en su vida como consecuencia de su entrega a la banalidad y los placeres de “la buena vida" y descuido a sus estudios en los EUA. Para el 13 de junio del 1958 el Ejército de los EUA había anunciado que no se le otorgaría el diploma como graduado del Curso de Jefatura de Estado Mayor del Fort Leavenworth College; lo que trajo un enfriamiento de las relaciones entre RD y los EUA y que él se dedicara a sus actividades de Playboy Internacional.

A su regreso de los EUA en septiembre del 1958, intimó entre otros con Johnny Abbes y Luis José León Estévez, que antes no fueron sus amigos cercanos; así como influyó en acercar al régimen de Trujillo con el de Fidel Castro. Por tanto las reuniones políticas con el Padre Roble Toledano y con Don Fello Bonnelly acontecieron antes de su partida a los EUA, entre el 1956 y 1957 y no en el 1959 como dice el reportaje del Lunes 26.

2. En el segundo reportaje, relata que fui yo quien logré postergar el complot de la Máximo Gómez, lo cual es inexacto e incorrecto; ya que el mismo se pospuso, como resultado de una reunión, propiciada por mi hermano Armando entre Manolo Tavárez Justo, del 14 de Junio, y Moncho Imbert, miembro del otro grupo de conjurados,ellos acordaron esperar por las armas y ayuda de Venezuela.

3. Manolo Tavárez Justo cayó preso el 11 de enero de 1960 y no en febrero; y nos enteramos porque Negro Trujillo (no Ramfis), quien llamó a mi madre para decirle que su hermano era el líder del movimiento anti-trujillista y que había sido apresado.

4. Sobre la parte que ustedes titulan Fabricando un presidente; donde dice cuando fuimos a la reunión de Caracas, debe decir que a mediados de 1960 se hizo esa reunión promovida por el expresidente de Costa Rica don Pepe Figueres y con el respaldo del presidente Rómulo Betancourt, así como los presidentes de Colombia y el de Costa Rica, para unificar el Exilio Viejo y el Exilio Joven del 14 de Junio que habían salido a Buenos Aires, Río de Janeiro y México por gestión de la OEA; además, con el propósito de promover una invasión a RD y no hubo ningún acuerdo al respecto.

5. Por último, en lo referente al asesinato de mi hermano Aldo (Aldito no Andito); quien estuvo al lado de la celda de Rafael Augusto Sánchez y Segundo Imbert; él no fue quien le comunicó a mi madre su creencia de que lo iban a condonar por la carta que le hicieron escribir a Trujillo, sino que en la cárcel le informaron que su hijo había sido liberado por condonación de Trujillo entregándole copia de la carta que le hicieron escribir solicitando su condonación o perdón y que había sido liberado y seguramente se había escapado como su hermano Yuyo.

Hasta el día de hoy no hemos encontrado su cadáver.

Confiado en que esta carta se publique para fines de precisión histórica.

Muy cordialmente te saluda tu amigo,
Guido D’Alessandro Tavárez

miércoles, 28 de julio de 2010

La dinamita que no llegó a matar al Jefe

http://listindiario.com.do/la-republica/2010/7/26/152223/Manolo-Tavarez-Justo-estuvo-en-grupo-que-mataria-a-Trujillo



OTRO COMPLOT CONTRA TRUJILLO
La dinamita que no llegó a matar al Jefe
EN NOVIEMBRE DEL 1960, GUIDO (YUYO) D'ALESSANDRO LE PIDIÓ A LOS QUE PLANEABAN MATAR A TRUJILLO CON EXPLOSIVOS, QUE ESPERARAN ESTAR ARMADOS




*
Patriotas. Varios movimientos conspirativos planeaban eliminar al dictador Rafael Trujillo, siendo el del 14 de Junio el primero identificado por las autoridades, las cuales apresaron, torturaron y mataron a la mayoría, siendo hoy valorados como mártires.
*

Wendy Santana
wendy.santana@listindiario.com
Santo Domingo

Otro grupo de hombres que no era el del 30 de mayo planeaba aniquilar al tirano Rafael Leónidas Trujillo seis meses antes de que se produjera su muerte a tiros en una emboscada. El plan consistía en hacer explotar dinamita en la avenida Máximo Gómez, por donde el Jefe pasaba todas las noches.

La trama no se materializó porque Guido D’Alessandro (Yuyo), uno de los conjurados en ese intento de acabar con la dictadura, le propuso al grupo postergar la acción hasta que llegaran las armas que amigos de Venezuela y Puerto Rico habían prometido (noviembre del 1960), pero nunca llegaron.

“Yo les dije eso, pero en realidad no quería que se sacrifi cara tanta gente... ¡Iba a morir mucha gente! Ellos estuvieron de acuerdo con esperar las armas y yo escondí las bombas en la parte de debajo de los gabinetes de la cocina de mi casa, ¡sacrifi cando a mi familia! Mi esposa y mis hijos estaban ahí; los niños tenían uno, dos, tres y cuatro años de edad.

Eran unas cien bombas”. Yuyo relata que su hermano Armando D’Alessandro tenía contactos con Ramón Augusto Sánchez (Moncho) y Segundo Imbert, otros conjurados, y que logró que ellos tuvieran contacto con Manolo Tavárez Justo y se pusieran de acuerdo para que la muerte de Trujillo no se hiciera sin la coordinación de los miembros del Movimiento 14 de Junio.

Las armas
“Moncho era socio de la cementera y la dinamita estaba ahí. Moncho y Armando eran compadres. Manolo habla con mi hermano Armando y éste con Moncho, quien habló con los demás para que aguantaran los planes hasta que llegaran las armas. Manolo entra ahí a tener una participación en el plan para matar a Trujillo”, precisó.

Pero en enero del 1960 el Movimiento 14 de Junio es denunciado y se inicia la cacería de sus miembros a partir del día 10 de ese mes, siendo apresados y torturados la mayoría, y muchos de ellos resultaron muertos.

“En febrero se llevan preso a Manolo Tavárez. Nosotros nos enteramos porque Ramfi s llama a mi mamá y le dice: ya tenemos al líder del Movimiento preso, y ella le pregunta ¿Quién es? y le responde: tu hermanito Manolo Tavárez, y ella le contesta, pero tú sabes que nosotros no tenemos relaciones con ellos. ¡Qué le iba a decir la pobrecita....!”.

En seguida la señora llama a su hijo Yuyo quien estaba reunido con sus amigos del Movimiento, entre ellos Leandro Guzmán, Pipe Faxas y Rafael Francisco Bonnelly, y le advierte del peligro. Deciden entonces investigar si el Movimiento había sido delatado regionalmente o en todo el país.

“Cuando vinimos a ver ya estaban casi todos cogidos”, lamenta el sobrino de Manolo Tavárez Justo.

Yuyo incurrió en el error de volver a la Base de San Isidro (Ramfi s estaba en París en ese momento) a preguntarle a su amigo Tunti Sánchez sobre la suerte que correría su tío Manolo y éste le advierte nueva vez que no se meta con Trujillo. “Bueno Yuyo, el que está metido en ese Movimiento se jodió, que se entierre debajo de la tierra.

Y de tu tío olvídate, que lo van a fusilar”. “Presumo que Tunti sabía que yo estaba en la lista y le dijo a Johnny Abbes (jefe del temible Servicio de Inteligencia Militar –SIM–), que le dejaran mi caso a él –porque me dejó ir–. Ya yo no necesitaba más consejos y decidí salir del país”.

Para el exilio
Yuyo advirtió del asunto a sus amigos y junto con su hermano Armando D’Alessandro pidió exiliarse en la embajada de Italia, donde se lo negaron porque ese país aún no había fi rmado el acuerdo para eso, pero lo protegió de manera clandestina con la familia Cavagliano, en solidaridad, sin ningún tipo de garantía.

Armando regresó a su casa y fue hecho preso luego. “Estando yo en el extranjero, denunciando ante la OEA los abusos que se cometían en mi país, matan a mi hermano Aldo D’Alessandro en venganza por mi desaparición y denuncia. Lo cogieron preso por alegado exceso de velocidad y lo mataron en la cárcel”.

“Yo llegué a Puerto Rico en el barco Victoria. Llegué de polizonte ayudado por los Cavagliano. Ellos investigaron que al mediodía los militares se iban a comer y a beber y dejaban a los colectores de aduanas vigilando la embarcación, momento en que pude entrar como turista, disfrazado, teñido de rubio colorao y con patillas, con camisa de fl ores, mangas cortas, y al otro día salí como tripulante”.

En Puerto Rico dice que le pusieron cuatro policías cada 12 horas, ocho agentes, y poco a poco se recuperó y luego lo ayudaron a participar en una sociedad automotriz que vendía los autos Fiat. Yuyo era representante de esa marca de vehículos en la “Ciudad Trujillo”.

En el exilio se encontró con Mario Read Vittini, Alfonso Moreno Martínez y Caonabo Javier Castillo. Estaban presentes Juan Bosch, Ángel Miolán, Juan Isidro Jimenes, Juancito Rodríguez, Horacio Julio Ornes Coiscou y los representantes del 14 de Junio que salieron para Brasil y Caracas. Estaba también Tomasina (Sina) Cabral, considerada heroína por haber estado en la cárcel de tortura La 40 y haber sobrevivido al régimen.

Fabricando un presidente
“Allá en el exilio, cuando fuimos a la reunión de Caracas, con el grupo del 14 (el grupo viejo), ellos nos proponían que se hiciera una invasión a Dominicana y que luego se implantara un fi - deicomiso (traspaso de dinero, bienes o derechos) a cargo de Venezuela, Costa Rica y Colombia. Bosch pediría ayuda a Estados Unidos”.

Yuyo detalla que en el exilio se estaba aprobando que se organizara una invasión de cuatro países con el apoyo de ellos para traer a Bosch, a Juan Isidro Jimenes Grullón o a Juancito Rodríguez como Presidente.

Se quería derrocar a Trujillo e instalar un nuevo gobierno y el compromiso era que el que fuera presidente tenía que ayudar a los países de América bajo regímenes dictatoriales.

No se dio porque no se pusieron de acuerdo. “Mi casa era una prisión debajo del SIM. Mi mamá iba a llevarle comida a Aldo, quien compartía celda con Ramón Augusto Sánchez (Moncho) y Segundo Imbert.

Andito le dijo a mi mamá que lo hicieron fi rmar una carta por la condonación de su pena y mamá solicitó una copia. Cuando se la llevó a Trujillo le dijeron que quizás él se fue, igual que yo, para el extranjero, ¡pero estaba muerto....! Lo mató Pechito (Luis José de León Estévez).

En el baúl de los recuerdos de Guido D’Alessandro también está el momento en que le contaron que al conjurado Juan de Dios Ventura Simó lo pusieron a comer carne de los compañeros de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo y después lo torturaron y mataron. Para él, esa fue una de las torturas más grandes y lamentables del régimen de Trujillo.

Igualmente cita que: “El problema grande de Ramfi s conmigo se produjo cuando se enteró de que participé en una reunión en la capital con un grupo selecto de valientes hombres que pretendían derribar al régimen. Entre ellos estaban Ramón Cáceres Troncoso, Manolito Vaquero y Rafael Francisco Bonnelly, y organizamos el comité del Movimiento 1J4. Yo puse a Manolo en contacto con la clase alta de aquí porque ya yo estaba dispuesto a todo”.

POSIBLES PRESIDENTES DE LA REPÚBLICA EN 1960
EL PROFESOR JUAN BOSCH
El profesor Juan Bosch tuvo ideales políticos democráticos y muy avanzados desde la época trujillista, siendo visto por los conjurados contra el régimen como una figura ideal para instaurar en el país cambios radicales en el sistema de gobierno de entonces, repudiado por estar matizado de atropellos sociales y crímenes.

JUANCITO RODRÍGUEZ
Juancito Rodríguez fue catalogado como el principal enemigo de Rafael Trujillo desde el mismo año 1930 cuando ascendió abruptamente al poder mediante un golpe de Estado a Horacio Vásquez.

Este valioso hombre enfrentó al tirano al percatarse de que pretendía destruir el patrimonio de muchos dominicanos.

JUAN ISIDRO JIMENES GRULLÓN
Juan Isidro Jimenes era uno de los hombres más honestos y pensadores de entonces, en quien confiaban muchos de los personajes que habían decidido dar su vida por una Patria mejor, por lo que lo proponían como posible Presidente de la República cuando Trujillo fuera eliminado, en un intento por restablecer la democracia.

lunes, 26 de julio de 2010

El pleito entre Trujillo y Cabot

http://www.hoy.com.do/areito/2010/7/24/335220/El-pleito-entre-Trujillo-y-Cabot

APORTE
24 Julio 2010, 7:34 PM
El pleito entre Trujillo y Cabot
Escrito por: BERNARDO VEGA





1.- Trujillo y Estrella Ureña se juramentan como Presidente y vice. 2.-: El ministro americano Curtis presenta sus credenciales junto con Cabot veinticinco días antes del golpe de Trujillo y Estrella Ureña.



Boston, por sus familias oligarcas, es la ciudad más aristocrática de Estados Unidos. Allí la frase famosa es que “los Lowells sólo hablan con los Cabots y los Cabots sólo hablan con Dios”. Un muy joven John Moors Cabot, de apenas 28 años de edad, soltero, llegó como secretario de la legación norteamericana en Santo Domingo en 1929. Trajo un bello carro deportivo convertible color rojo que causó sensación. Vivía en la calle Santomé.

El ministro americano Evan E. Young, enterado sobre los planes de Trujillo para tumbar el gobierno de Horacio Vásquez, en diciembre de 1929 se reunió dos veces con el joven militar, quien negó todos esos planes y se comprometió a no ejecutarlos. Young salió del país el 5 de enero de 1930 y el 21 de ese mes llegó su sustituto Charles Curtis, quien visitó Santiago el 9 de febrero, lo que obligó a los que organizaban el golpe desde esa ciudad a posponerlo. El 22 de febrero Federico Velásquez informó a la legación norteamericana que el día siguiente se iniciaría la revolución en Santiago y ese mismo día Cabot salió en su carro hacia esa ciudad para averiguar lo que pasaba. Conversó con Estrella Ureña mientras Trujillo reafirmaba al ministro Curtis su lealtad hacia el gobierno.

El 23 Cabot salió de Santiago hacia la capital pocas horas antes de que ese domingo estallara allí la revolución que capturó la fortaleza, sin oposición militar. Los revolucionarios entonces salieron hacia Santo Domingo. El lunes 24 el canciller dominicano despertó a Curtis avisándole que el presidente y el vicepresidente querían asilarse. Vásquez, Curtis, Cabot y otros se trasladaron a la fortaleza para conversar con Trujillo. Cabot salió otra vez ese día hacia el Cibao para informar que Vásquez estaba dispuesto a que el vicepresidente Alfonseca renunciara y logró negociar una tregua con los revolucionarios quienes ya estaban en el kilómetro 37 de la carretera y así parar momentáneamente su avance sobre Santo Domingo. Siguió hacia Santiago donde informó a Estrella Ureña y a Desiderio Arias sobre lo decidido por Horacio Vásquez. El ministro Curtis reportó que Trujillo le había informado otra vez que tanto él como su ejército eran leales a Vásquez. Pero Trujillo luego le dijo que las tropas que habían sido enviadas para detener a los revolucionarios habían sido “flanqueadas” y que éstos marchaban sobre la capital. La realidad fue que el ejército tenía instrucciones de dejarlos pasar.

El martes 25 Cabot, todavía en Santiago, se reunió con Estrella Ureña y Elías Brache y obtuvo propuestas políticas de ellos, saliendo con ellas hacia Santo Domingo.

Cabot se reunió de nuevo con los revolucionarios en la carretera de Santiago a la capital y los convenció de no avanzar más, al tiempo que explicaba la propuesta de los revolucionarios, al gobierno de Vásquez, tomaba nota de sus contrapropuestas y salía de nuevo en su bello automóvil hacia Santiago. Pero esa noche se rompió la tregua y los revolucionarios avanzaron sobre la capital. Curtis reportó ese día a Washington la traición de Trujillo.

El 26 las tropas revolucionarias entraron a la capital. Cabot salió otra vez hacia el Cibao y en el kilómetro 83 se encontró con Estrella Ureña y retornó con él a la capital. Mientras tanto Trujillo se mantenía en la fortaleza, como si no tuviera nada que ver con el asunto. Curtis sugirió en ese momento a los dominicanos que Trujillo no fuese candidato y que fuese expulsado del ejército. El día 27, con todo el país en manos de la revolución, menos la fortaleza de Puerto Plata, Vásquez se reunió con Estrella Ureña en la legación americana y allí acordaron:

1. Que Vásquez designaría a Estrella Ureña como Secretario de Interior.

2. El Congreso promulgaría de inmediato la Ley Electoral de 1924, que era más justa que la vigente.

3. Vásquez firmaría esa ley y renunciaría de inmediato, viajando a Puerto Rico.

4. El nuevo Presidente (quien según la Constitución sería Estrella Ureña) designaría un gabinete de hombres sobresalientes, representativos de todos los partidos.

5. Todas las armas de los rebeldes serían entregadas al nuevo gobierno.

6. Ni Alfonseca ni Trujillo podrían ser candidatos en las próximas elecciones.

Curtis y Cabot estaban indignados por la traición de Trujillo y por las evidencias de que realmente era la figura clave tras el golpe. Sin consultar a Washington, el 1 de marzo Curtis envió a Cabot a la fortaleza para que hablara con Trujillo. El Departamento de Estado había anunciado ese mismo día que reconocería al gobierno de Estrella Ureña. El propósito de Curtis era lograr que Trujillo saliese del ejército. Estrella Ureña se iba a juramentar como presidente dos días después.

Existen dos versiones de lo ocurrido en la fortaleza entre Cabot, Trujillo y Estrella Ureña. Veintisiete días después Trujillo se entrevistó con el coronel Richard M. Cutts, quien había sido su superior cuando ese oficial de la Infantería de Marina Norteamericana estaba en Santo Domingo y quien en ese momento, dado que la ocupación militar todavía perduraba en Haití, se encontraba prestando servicios en Puerto Príncipe. Se reunieron en Elías Piña. El joven militar dominicano estuvo acompañado por Rafael Brache y Roberto Despradel. En su largo reporte al Departamento de Estado sobre esa reunión Cutts explicó que Trujillo consideraba que Curtis era su único obstáculo para llegar al poder. En cuanto a lo ocurrido en la fortaleza el 1 de marzo Trujillo le explicó: “Cabot había llegado allí sin anunciarse y le había dicho a Trujillo con violencia: ‘general Trujillo usted nos ha demostrado que es totalmente incapaz de proteger la paz, la seguridad en la república, por lo que la Legación norteamericana exige de usted su renuncia inmediata como comandante del ejército’. Trujillo le contestó preguntando: ‘¿Con qué autoridad usted viene aquí con una exigencia como esa? ¿Cree usted que el gobierno americano puede dictarle a otro gobierno, a través de su representante, quien comandará o no comandará sus fuerzas? No es asunto suyo, ni de Estados Unidos’.

De inmediato mandó a buscar a Estrella Ureña y mientras tanto, Cabot hizo ‘otros comentarios muy personales’ y Trujillo le dijo ‘que como esos comentarios eran personales, lo resolveríamos personalmente’. Llegado Estrella Ureña y enterado del intercambio, el presidente aprobó todo lo que había dicho Trujillo. Más tarde, siempre según Trujillo, el asunto fue mencionado al ministro Curtis, quien dijo ‘que él no esperaba que el señor Cabot hubiese manejado el asunto justo de esa forma’, lo cual me indicaba claramente a mí, Trujillo, que tenía conocimiento sobre el esfuerzo por forzar mi salida a través del disgusto del gobierno americano”.

Cabot escribió sus memorias en 1979, casi 50 años después del incidente. Allí narraría: “Temprano en la mañana de ese sábado fui enviado por Curtis para decirle a Trujillo en la fortaleza: ‘Que en cuanto a nosotros concernía nada teníamos que ver con él. Washington no nos había autorizado a decir esto, pero en 1930 era una amenaza formidable, sobre todo porque controlábamos las aduanas. A medida que hacía énfasis en mi argumentación, Trujillo se trastornaba más y comenzó a decir que dejaría todo el asunto político. Comencé a ronronear internamente con el convencimiento de que había tenido éxito en mi misión, cuando ¿quién entró en la habitación sino Estrella Ureña? Le explicamos la naturaleza de nuestra conversación y Estrella Ureña dijo muy sentenciosamente que no podía gobernar sin Trujillo. Eso me derrotó. Hay algunos que me han acusado, a través de los años, de haber puesto a Trujillo en el poder. La verdad es exactamente lo contrario.

Después del suceso de febrero de 1930 tiramos todos los bloqueos de caminos en su trayectoria que decentemente podíamos. Sabíamos lo que estaba por venir, nosotros en Santo Domingo hicimos lo que pudimos para evitarlo y tan sólo fue la no-disposición de Washington de adoptar una clara posición pública contra él, lo que le permitió a Trujillo imponer su despotismo sobre República Dominicana. (Es interesante notar que en las elecciones dominicanas de 1978, cuando las fuerzas armadas trataron de impedir la escogencia presidencial por parte del pueblo dominicano, Washington reaccionó de manera bastante similar a como lo hicimos nosotros en la Legación en 1930). Tal vez Washington tenía razón en 1930. La intervención había llegado a tener una sucia reputación en América latina. No hay forma en que hubiésemos podido parar a Trujillo, excepto rehusando entregarle los ingresos aduaneros y eso hubiese tenido que ser apoyado por la fuerza. Probablemente nos equivocamos en la decisión de enviarme para darle un ultimátum a Trujillo. En la diplomacia no es inteligente limitar las opciones que uno tiene. No es inteligente darle a la oposición una clara visión de nuestras intenciones. No es inteligente fanfarrear, pero, sin embargo, si no hubiese sido por la intervención de Estrella Ureña creo que hubiésemos tenido éxito”.

Siete días después de este incidente Curtis reportaba que Trujillo sería candidato presidencial y que los militares de todo el país influían a favor su aun no oficial candidatura. Quince días después del incidente Curtis citaba intimidaciones por parte del ejército y 17 días después Trujillo era formalmente nominado como candidato a la presidencia y Estrella Ureña a la vicepresidencia, pero este último, ese mismo día, le advirtió a Curtis que Trujillo lo dominaba y le pedía que se hiciese saber que los norteamericanos no reconocerían a Trujillo. Curtis pidió autorización para decir eso, pero el Departamento de Estado, en base a la política del momento de no-intervención, negó la autorización.

Estrella Ureña se exiliaría el año siguiente, fecha en que Curtis quedaría desempleado. Cabot se fue del país a los 3 meses de juramentarse Trujillo. Llegó a ser embajador en Brasil y Subsecretario de Estado, Encargado de América Latina en cuya condición visitó al país en 1953. El dictador no lo recibió. En cuanto a Trujillo, fue dueño y señor de su país durante 31 años.

Ramfis: la sucesión que se fue a pique

http://www2.listindiario.com/la-republica/2010/7/25/152069/Revelan-personalidades-preparaban-al-hijo-del-tirano-para-sucederle










EL HIJO DEL DICTADOR
Ramfis: la sucesión que se fue a pique
EN LA LUCHA INTERNA DEL SER O NO SER, RAMFIS TRUJILLO TUVO MOMENTOS EN QUE SE INTERESÓ POR INSTAURAR EN EL PAÍS EL SISTEMA DEMOCRÁTICO DESEADO


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Convencimiento. Ramfis Trujillo Martínez, quien tenía 32 años de edad cuando murió su padre, confiaba plenamente en que el doctor Joaquín Balaguer llevaría paz a los dominicanos y constituiría un gobierno democrático, ya que él no se sentía en condiciones de hacerlo.
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Wendy Santana
wendy.santana@listindiario.com
Santo Domingo

“Ser o no ser”. Esa frase que es el símbolo universal de la duda desde el éxito de la obra teatral “Hamlet”, sobre un príncipe ficticio de Dinamarca que se debatía entre la conveniencia de vivir o morir, hacer el bien o el mal, la escenificó Ramfis Trujillo en Santo Domingo, en 1959.

Se calcula que el dramaturgo inglés William Shakespeare compuso esa obra entre 1599 y 1601 en un país europeo donde la vida era muy diferente a la que se vivía en el Caribe 400 años después: “Ciudad Trujillo”, pero, al parecer, las esencias del ser eran las mismas.

El dilema de Rafael Leónidas Trujillo Martínez (Ramfis), hijo del mayor dictador de América, era el siguiente: ¿Qué debe ser mejor: Optar por el alma noble revelándote contra los tuyos o seguir siendo parte de la corrupción moral?, como se preguntaba el personaje Hamlet.

Guido D’Alessandro (Yuyo), quien fue cuñado y amigo personal y de rondas bohemias de Ramfis, y al mismo tiempo sobrino del mártir Manolo Tavárez Justo, e hijo de Guido D’Alessandro Lombardi, un hombre que repudiaba la dictadura porque había vivido la de Benito Mussolini en Italia, se atreve a asegurar que su camarada quiso en un momento cambiar el rumbo que llevaba el país.

Cuestionamientos
Al abrir las puertas de su casa al equipo de LISTÍN DIARIO que realiza la serie sobre Trujillo; sus heroínas, y los testigos de esa “Era”, Yuyo enfrenta los cuestionamientos de por qué nadaba entre dos aguas y explica en detalles que por asuntos de familiaridad tuvo que compartir con “el bien y el mal” y se pudo percatar de que en su amigo hubo momentos de buenas intenciones.

Como testigo de los hechos relata que en 1959 Ramfis asistía todas las semanas a las reuniones convocadas por el sacerdote Oscar Robles Toledano; Rafael Francisco Bonnelly (Fello) y otros pensadores de entonces, para hablar de política cambiante.

También dice que era muy amigo del padre Juan Fernando Posada, que escuchaba atento sus consejos y que, incluso, quería casarse por la iglesia católica con su primera esposa, Octavia Ricart (Tantana), hermana de Josefina Ricart, esposa de Guido D’Alessandro, pero por la enemistad de Trujillo con los sacerdotes católicos no pudo realizar su deseo.

Momento de transición
En Ramfis estaba la esperanza de esas personalidades de realizar una transición de manera pacífica, en vez de la guerra contra el tirano, como planeaba gran parte de la población para instaurar un sistema democrático.

Pero este joven, de apenas 32 años en la víspera de la muerte de su padre, lleno de vida, dinero y admiración de decenas de mujeres, no llegó a tomar la decisión, a pesar de ser muy convincentes los argumentos planteados para que sucediera a su padre.

Los religiosos le decían que él tenía la obligación y el deber de suceder a su padre y que en sus manos estaba la responsabilidad de ejecutar el proceso de democratización antes de que faltase, para asegurar la estabilidad política y económica del país.

La clase intelectual le hacía hincapié en que debía prepararse para llevar al país a una democracia porque ya la dictadura no proseguía en pleno siglo XX.

“Él vivía luchando entre el bien y el mal. Yo soy testigo de eso. Incluso, se lo dije a Manolo y a Minerva (Mirabal) y ellos no lo creyeron porque era muy difícil creerlo. Él (Ramfi s) tenía que deshacerse de todo lo que tenía para poder entrar en un proceso democrático. Yo estuve ahí en esas reuniones con Fello y Robles Toledano, que me invitaban por ser yo amigo de Ramfi s. Él mismo me invitó también”, confi esa Yuyo.

Cita que asistían otros amigos, entre ellos Marcos Gómez, Andrés Alba Valera (Papito) y Víctor Sued Recio.

Sin ansias de poder
Pero Ramfis no tenía las ansias de poder que tenía Trujillo cuando derrocó a Horacio Vásquez e impuso su gobierno con la ayuda de Rafael Estrella Ureña, ni la necesidad de llegar por encima de los demás, porque lo tenía todo.

También le faltó el coraje de enfrentar a su padre, asumiendo el reto de darle al país la democracia demandada.

Trujillo lo había percibido como el sucesor de su dinastía a su imagen y semejanza, nombrándolo coronel desde los cinco años y educándolo bajo los principios del régimen dictatorial. Surge ahí su dilema: Ser o no ser.

Ramfi s había defraudado a Trujillo al ser expulsado de la Escuela de Estado Mayor del Ejército de Estados Unidos, en Fort Leavenworth, Kamsas, por violar los procedimientos y exceder en gastos y comportamientos impropios de un militar con perfi l político. La única acción que compensaría el disgusto de Trujillo era seguir sus pasos.

A juicio de Yuyo, “Ramfis cambió su forma de pensar cuando fue a Estados Unidos a estudiar a la Escuela de Jefatura de Estado Mayor y lo expulsaron. Cuando vino, era enemigo de los norteamericanos, de Jhonny Habbes, incluso de sus tíos. Vino decidido a estar en el otro lado y hasta forzó a Trujillo a ayudar a Fidel Castro y a venderle armas para su guerrilla”.

Narra también que en la Fuerza Aérea Dominicana, que él dirigía, no había un militar con sangre en las manos y que a los pilotos no les gustaba esa matanza de gente, hasta que Ramfis decidió complacer a su padre mostrándole la “fortaleza” que no pudo adquirir en la formación militar, ordenando y encabezando actos de fusilamientos políticos.

PLAN DE RAMFIS ANTE LA AUSENCIA DE SU PADRE
Primero: Instituir una dinámica evolutiva orientada al establecimiento de un sistema democrático, una transición ordenada mediante una contienda electoral ejemplar.

Segundo: Asegurar tanto la integridad y moral de las Fuerzas Armadas como su tranquilidad.

Tercero: Preservar del deterioro y enajenamiento, las instituciones y los bienes de Estado, así como el respeto a las arcas nacionales.

Cuarto: Someter al orden cualquier brote de violencia que atente contra la seguridad nacional.

Quinto: Proceder de inmediato a la implementación de un plan que daría destino permanente y usufructo disciplinado de todos los bienes propiedad de la familia Trujillo.

Tomado del libro “Trujillo, mi padre, en mis memorias, Angelita”, de la hermana de Ramfis, Angelita Trujillo.

HUELLAS DE LA VIDA DE RAMFIS TRUJILLO

RICO DE CUNA Y HEREDERO DEL PODER
Ramfis Trujillo es conocido como un niño mimado y malcriado de su padre, a quien le complacían todos sus caprichos desde pequeño, por ser el primer hijo del matrimonio compuesto por Rafael Leónidas Trujillo Molina y María Martínez.

Ha sido catalogado, también, como un playboy irresponsable al que sólo le interesaba la vida de placeres y lujos, y que siempre actuó con brutalidad y crueldad contra quienes consideraba enemigos de su padre.

SECRETO FAMILIAR NUNCA DESMENTIDO
Ramfis nació en el 1929 y sus padres se casaron en el 1935, motivo por el cual se ha dado crédito a la versión de que realmente era hijo del cubano Rafael Dominici, quien tuvo una relación sentimental con María Martínez y no quiso reconocer como suyo a la criatura que llevaba en el vientre.

La versión, no confirmada ni tampoco negada, da cuenta de que Rafael Trujillo aceptó al niño como suyo y que Dominici desapareció misteriosamente.

MOTIVO DE SU FRACASO MILITAR
Ramfis faltaba con frecuencia a las aulas en la Escuela de Estado Mayor de Estdos Unidos, a mediados de los años 50; incurrió en gastos excesivos y asumió la conducta de su amigo Porfirio Rubirosa, llena de romances con estrellas de Hollywood, entre ellos el de Kim Novak. Se hizo notar por sus compras de automóviles de lujo, abrigos de visón y joyas para obsequiar a sus conquistas.

EN UN SANATORIO CON ELECTROSHOCK
La presión de su padre de que fuera un hombre de gran altura militar y gubernamental y el fracaso que lo embargaba llevaron a Ramfis a caer en un estado depresivo, a veces violento e inestable. Por sus actividades delictivas, participación en violaciones en grupo de mujeres y órdenes desmedidas de asesinatos, en 1958 Trujillo lo envió a un sanatorio en Bélgica, donde le diagnosticaron padecimiento de trastornos emocionales.

MOMENTO DE LAS FIRMES DECISIONES
Tras el asesinato de su padre, Ramfis, que se encontraba en extranjero, se puso de inmediato presente, siendo el hombre determinante en el país a pesar de que el doctor Joaquín Balaguer, que era vicepresidente de Trujillo, había asumido la Presidencia como dicta la Constitución.

No obstante, dejó claro ante la población que su intención era retirarse de la vida militar tan pronto se normalizara la situación del país y que todo “dependería de Balaguer”, ya que sus propios problemas económicos estaban resueltos y que para él era un sacrificio convertirse en la mano fuerte de la República Dominicana. Manifestó sus intenciones de venganza y afirmó: “Seré tan implacable como papi. Los quiero a todos vivos”, y cuando los tuvo, los linchó.

La hora de la ruptura




TESTIMONIO DE YUYO
La hora de la ruptura
GUIDO D'ALESSANDRO ERA AMIGO PERSONAL DE RAMFIS TRUJILLO HASTA QUE ÉSTE LO INVITÓ A LA BASE AÉREA DE SAN ISIDRO A PRESENCIAR EL PRIMER FUSILAMIENTO DE OPOSITORES AL RÉGIMEN


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Recuerdo familiar. Guido D'Alessandro, mejor conocido como Yuyo D'Alessandro, aparece en esta foto junto a su tío Manolo Tavárez Justo y otros miembros de su árbol genealógico, el cual compartió con este diario.
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Wendy Santana
Santo Domingo

Cuando se vio frente a un paredón en la Base Aérea de San Isidro, donde había sido convocado por su amigo Ramfis Trujillo junto a otros compañeros de camaradería, para presenciar el fusilamiento de un hombre que se había revelado contra su padre, Guido D’Alessandro (Yuyo) decidió que había llegado la hora de romper sus nexos con el régimen.

Su tío Manolo Tavárez Justo le había pedido en varias ocasiones que formara parte del Movimiento 14 de Junio para acabar con la existencia del dictador, pero Yuyo no había aceptado porque se sentía comprometido con su cuñado y amigo personal.

Le había prometido a Ramfis cuidar a Josefina Ricart, hermana de la primera mujer de Ramfis, Octavia Ricart (Tantana), con quien estaba casado. Palabra de hombre.

En ese momento de suspenso en la Base Aérea, la promesa y la hombría se olvidaron para reflexionar sobre lo que estaba pasando en el país y tomar de una vez la decisión de unirse al bando de los “rebeldes”, aunque le costara la vida.

Impresionado
Cuando Yuyo narra la escena no puede concluirla. Al mencionar la palabra “fusilamiento” deja pasar unos segundos, mira a todos lados de la sala donde concedió la entrevista, respira y se toma un sorbo de vino, y entonces concluye su testimonio. “Yo no estaba en el Movimiento, pero cuando vi el primer fusilamiento ….., yo le dije a Manolo: ¡Cuenta conmigo!.

Relata que a quien iban a fusilar era el primer hombre que agarraron en Constanza.

No recuerda el nombre, pero sí la angustia que sintió cuando se vio obligado a acudir a la cita y vio la formación de las tropas de un pelotón de fusilamiento, y el momento en que su amigo Ramfis dio la orden de fuego.

“Yo no volví más nunca”, “eran sádicos”, dice.

Yuyo recuerda que Manolo Tavárez y Minerva Mirabal le hablaban de sus planes conspirativos delante de su esposa Josefina Ricart (cuñada de Ramfis), y lo hacían con frecuencia cuando lo visitaban en su casa. Las dos hermanas (Josefina y Octavia) se comunicaban a menudo y comentaban las intimidades familiares.

“Mi mamá (Carmen Tavárez Mayer) y Manolo Tavárez Justo eran hermanos; el papá de Manolo (Manuel Tavárez Ramos) era el papá de mi mamá, mi abuelo, pero en mi familia siempre se mantuvo absoluta discreción.

No había forma de que el Gobierno se enterara de que nosotros éramos familiares de personas conspirativas”.

“Ramfis iba a mi casa y Manolo también, pero nunca se juntaron. Incluso, Ramfis me bautizó el hijo mayor, que se llama igual que yo. Él era su padrino y lo iba a buscar para jugar”, continúa Yuyo para ilustrar cómo tuvo que navegar entre dos mares.

Fin de la amistad
Esta amistad llegó a su fin cuando Yuyo se armó de coraje la segunda vez que Ramfis lo invitó a presenciar la matanza de “rebeldes”, y le hizo saber que no estaba de acuerdo con ese sistema.

“Mira, ustedes son militares y nosotros somos civiles; ustedes están en guerra y tienen sus códigos militares y sus escoltas; yo no. ¿Quién me defi ende a mí? Yo le sirvo a tu papá en el sector económico, sólo eso. Yo era funcionario del Banco Central, técnico de estudios económicos, y además le dije que era católico”, recuerda Yuyo que le comentó a su amigo.

Para completar la escena, agrega que la reacción del hijo de Trujillo fue la siguiente: “¡Llévenselo!, ¡Tránquenlo!.

De inmediato cumplieron las órdenes; lo pelaron a coco y lo llevaron a la cárcel para ofi ciales de San Isidro, donde permaneció durante cuatro días atento a agua y a los pastelitos que le llevaban algunos militares violando la orden de no darle nada.

Esos mismos ofi ciales de la entonces llamada Aviación Militar Dominicana lo despidieron con un abrazo al ser liberado al cuarto día De igual modo, Ramfis mandó a trancar a los otros amigos que estaban ahí ese día, tras presumir que pudieran estar pensando igual, pero los liberó al día siguiente.

“Yo me salvé porque Tunti Sánchez, que era muy amigo mío, le dijo a Ramfis que yo era un pendejo y que no iba a hacer nada. Tunti me protegió y advirtió: No hables, yo te conozco, si tú hablas te vas a joder; ¡nadie te va a salvar!. Y por él estoy vivo”.

Fernando Sánchez hijo (Tunti Sánchez) era, en esa etapa del 1959, el Jefe de la Aviación y Ramfis era el jefe de Estado Mayor conjunto de todas las armas nacionales (Marina, Ejército y Aviación).

LA OBLIGACIÓN DE LOS AMIGOS DE RAMFIS

Relato que hace Guido D’Alessandro al LISTÍN
Ramfis Trujillo se hacía acompañar de sus amigos para realizar los fusilamientos y en esa segunda ocasión en que me invitó – yo no podía decir que no, porque me mataba- estaba el pizarrón lleno de nombres: muertos prisioneros y faltantes; nombres y apellidos, ¡mucha gente!. Había muchos prisioneros, yo fui invitado junto a Enrique Font Faxas y Ramfis nos dijo: “Miren en el pizarrón lo que hay, acérquense para que vean”.

“Yo no dije nada; Enriquito tampoco. Yo sabía a lo que venía. Yo no era trujillista, pero si me desvinculaba de esa familia me pescaban.

Dejamos de ir a la aviación y nos llamaron por eso. Nos dijeron escojan a los hombres, los próximos.... Y dijo Ramfis, ¡Llévenlos al hospital a ver el cadáver de Jiménez Moya (Enrique Augusto Jiménez Moya) y a los demás prisioneros.

-¡Mierda!, expresa Yuyo al rememorar lo duro que fue ese momento- y sigue el relato: “Subimos, vimos cuatro prisioneros; habían dos amarrados, como que lo iban a fusilar. Era un periodista de apellido Mejía y el otro un puertorriqueño ciudadano americano, César Francisco Larancuent. Habían otros en la cárcel, entre ellos el moreno que sale en la foto de la silla eléctrica (José Mesón) y él le dice a Tunti Sánchez, suéltame que no tengo fuerzas para escaparme, ¡me duele mucho! También llegó a decirle a Trujillo, jefe, jefe, nos han engañado, y no quiso perdonarlo!. Esto último me lo contó Tunti después, muchos años después.

El pensamiento de Ramfis en ese momento era que había que fusilar a todos los traidores.

“Hay que fusilar a todos estos hijos de la gran puta, ¡traidores!, si no, yo me quito esta barra”, habría expresado delante de su padre como una forma de demostrarle su hombría.

sábado, 24 de julio de 2010

¿ POR QUE HAY 14 DE JUNIO EN LA HISTORIA?

EXPEDICION CONSTANZA 14 DE JUNIO 1959

Tomado de http://www.fabiochestaro.com/?Expedicion_1959
¿ POR QUE HAY 14 DE JUNIO EN LA HISTORIA?
Secuencia de los Hechos:

* El 14 de junio del 1959 a las 5:30 pm Aterrizan en constanza 56 Expedicionarios dispuestos a ofrendar sus vidas.
* Cuando el avion sobrevolaba constanza minutos antes del aterrizaje El Mayor Chestaro Mejia expresa: "que no peleará con su sangre", permitiendo el aterrizaje perfecto del avion C46-Curtiss y ademas favorece todo el desarrollo de la expedicion en los dias posteriores para librar la patria de la Dictadura de Trujillo.
* Las Hermanas Mirabal toman la idea de conformar y ponerle 14 de junio a un partido politico por el exito especificamente de la Expedicion de constanza.
* El doctor Manolo Aurelio Tavares Justo preside y dirige el partido politico llamado 14 de junio (1J4).


El Dia 15 del mes de mayo del 1959 es mandado a comandar la brigada de Constanza por el Generalísimo (Trujillo Molina) cuando ya este se percataba que en cualquier momento podía ser invadido por tropas extranjeras y sabia que esta zona era un punto importante que tenia que comandarlo un militar de gran record, disciplinado, de buena conducta, de coraje, carácter y valiente como lo era el entonces Mayor Fabio Chestaro Mejia que pudiera defender sus intereses y su nefasto gobierno.

El Mayor Chestaro Mejia siempre fue fiel a sus funciones dentro del Ejercito Nacional, pero nunca estuvo de acuerdo con los ideales del dictador ni con el mal gobierno que este llevo a cabo siempre fue antitrujillista, de lo cual el generalísimo nunca se pudo dar cuenta hasta la llegada de la Expedición.

En la tarde del Glorioso Domingo 14 de junio del 1959 se inicia el primer y mas importante golpe que marca el principio del fin del benefactor Rafael Leonidas Trujillo Molina, cuando Aterrizan por el Aeropuerto de constanza (Hoy Aeropuerto 14 de junio) Aquellos 56 valientes Expedicionarios entre ellos 36 Dominicanos, 12 Cubanos, 4 venezolanos, 1 Puertorriqueño y 1 Americano (USA), dispuestos a ofrendar su vida por la independencia de la Patria Dominicana, arriban en un Avión(C-46 CURTIS)conducido por el piloto venezolano Julio Cesar Rodríguez y el copiloto Cubano Oreste Acosta con la insignia y el camuflaje de la (AMD)Aviación Militar Dominicana, LOS COLORES DE LA BANDERA DOMINICANA (INVERTIDOS) y con el nombre de escuadron de "BOMBARDEOS" que no existia en la AMD. Inmediatamente le Informa su (chofer)Ricardo Antonio Gonzáles Crisostomo al Mayor Fabio Chestaro Mejia"Comandante de Constanza"el cual descansaba hospedado en el hotel Nueva Suiza que llegaba una Expedición por el Aeropuerto, quien expreso al lado de su hija Lillian, del Teniente Miguel Mejia, de otros Militares que lo acompañaban y de testigos que presenciaron en tierra antes del Desembarco (QUE NO PELEARIA CON SU SANGRE), Rápidamente se dirigió en su JEEP LAND ROVER y en un carro marca PLIMOUTCH hacia el Aeropuerto y después con un contingente militar hasta tener que subir y dirigir gran parte de las operaciones en la zona de las montañas de constanza, Tireo y del Botao donde se encontraban los grupos de Enrique Jimenez Moya 1er. Jefe de la Expedicion Aerea Antitrujillista y Delio Gómez Ochoa 2do. Jefe Expedicion Aerea. Producto a ello de las tres acciones solo la Aerea (Avion C46-Curtis) la cual no tuvo ningun obstaculo para su exitoso aterrizaje y desembarco en Constanza y que dirigían Enrique Jimenez Moya y Delio Gómez Ochoa fueron exitosa y los mismos en su gran mayoria pudieron preservar su vida ya que la orden era Matar y por la PATRIA (Fabio Chestaro Mejia) INCUMPLIO, los barcos de la costa Norte de Maimón y Estero Hondo (Carmen Elsa y la Tinima) fueron interceptados y ametrallados por la Marina de Guerra y por el escuadron Aereo Caza Ranfis compuestos por aviones Tipo (P-51) de (Trujillo) que mantenían un patrullaje constante.

(FABIO CHESTARO MEJIA) Fue sacado preso el dia 15 y 16 de junio, dejado sin funciones, y luego cancelado con el Rango de Mayor por el Generalísimo (Trujillo Molina) al final de las operaciones entre los dias 19 y 20 de julio del 1959 Cuando recibió informes definitivos y finales que (FABIO CHESTARO MEJIA) no había realizado su función permitiendole Aterrizar el Avion C46-Curtiss, traicionandolo no combatiendo contra los Martires, y luego Preservando la vida de los Expedicionarios dandole un respetado trato en las persecuciones de Constanza.

CANCELACION EFECTIVA DEL MAYOR FABIO CHESTARO MEJIA EL 15 DE JUNIO DEL 1960 SEGUN ORDEN NO. 59 DEL JEFE DE ESTADO MAYOR, E.N.







RELACION EXPEDICIONARIOS AVION C-46 CURTISS CONSTANZA.


Grupo Jimenes Moya

Jimenes Moya, Enrique (Comandante de la Expedición)
Alfonseca, Alberto J. (Beto) (cubano)
Alfonseca Espaillat, Augusto Juan (Purro)
Aliés Messón, Miguel
Almonte F., José Vicente
Batista Cernuda, José Antonio (Chefito)
Betancourt Carril, Enrique (cubano)
Cabral Manzano, Carlos Luís
Cabrera Liz, Juan Francisco (Quico)
Cárdenas Soto, Juan (venezolano)
De los Santos Peralta, Félix (Esperanza)
Domenech Russo, Alejandro César
Ermini, Edwin (venezolano)
González, Antonio Luís (venezolano)
Guzmán Abréu, Leandro Efraín
Henríquez Rodríguez, Rafael (Chapú)
Hungría Fermín, José Antonio (Tony y Tonty)
Jiménez Nouel, Leopoldo
López López, Ramón (Nené) (cubano)
Mainardi Méndez, Víctor Eligio (cubano)
Mateo Calcagno, Héctor Vinicio (Mateíto)
Molina González, José Isaac (venezolano)
Montesinos, Max (cubano)
Patiño Martínez, José Arismendi (Chepito)
Perelló Díaz, Rafael Tomás
Pichardo Díaz, Federico Augusto
Reyes Medina, Oscar (Cohetico) (cubano)
Rodríguez, Rafael A. (Tony)
Spignolio Mena, José Antonio (Cuco)
Taváres Pepín, Alcibíades Antonio (Pijín)
Torres, Alejandro Fidel (Langué)
Vega Acosta, Oscar Luís (Cubano)
Ventura Simó, Juan de Diós
Wite, Charles (Charlie) (norteamericano)

Grupo Gómez Ochoa

Gómez Ochoa, José Delio (cubano) (sobreviviente)
Achécar Kalaf, Antonio Javier (Tonino)
Almánzar Díaz, Juan Antonio
Almonte Pacheco, Antonio Gonzalo (sobreviviente)
Callejas, José Luís (cubano)
Chervony, David (puertorriqueño)
Feliú Arzeno, Miguel Angel (Miguelucho)
Fernández Báez, Pedro Pablo
Germán Santos, Francisco Medardo (sobreviviente)
López Rodríguez, Frank Eberto (cubano)
Mella, Rafael Augusto
Mirabal Guerra, Pablito (cubano) (sobreviviente)
Moore Garrido, Rafael (Fellín)
Pou Saleta, Poncio (sobreviviente
Puigsubirá Miniño, Juan Enrique
(Johnny)
Rodríguez Bou, Gaspar Antonio
(Napy y Tony)
Rojas Pérez, Cosme Augusto
(Rojitas)
Ruíz, Ramón (Cubano)
Sintjago Pou, Rinaldo
Vargas y Vargas, Mayobanex
(Nené) (sobreviviente)


PILOTO C-46 Curtiss
Julio Cesar Rodriguez (Venezolano)

COPILOTO C-46 Curtiss
Oreste Acosta (Cubano)



* Jeep Land Rover que condujo al mayor Chestaro Mejia a la base Aerea de Constanza el dia 14 de Junio de 1959 a las 6:25 pm.

Carro Plymouth modelo 1958 que condujo al raso Ricardo A. Gonzales y la niña Lilian A. Chestaro a la base Aerea de Constanza el dia 14 de Junio de 1959 a las 6:25 pm. y que fue incendiado y completamente destruido por los impactos de los disparos de los Expedicionarios, los cuales Lilian y Ricardo tuvieron que arrojarse en una cuneta al lado de la pista de aterrizaje para poder salvarse.


Hotel Nueva Zuiza "Constanza" donde se encontraba alojado
el mayor Chestaro Mejia con su pequeña hija Lilian el 14 de junio
del 1959 a las 5:30 pm, Dia Domingo.

Raso Ricardo A. Gonzales Quien se desplazo en el carro marca Plymouth con la niña Lilian hacia la base Aerea de constanza el 14 de junio a las 6:25 pm.

Lilian, la pequeña hija del mayor Chestaro Mejia quien llego a la base Aerea de Constanza el 14 de junio en el carro marca plymouth con el raso Gonzales, y quien tuvo que ser sacada del carro por un padre y una Sotana despues de aquel traumatico evento.

Avion C-46 Curtis con el nombre Escuadron de Bombardeo que no existia en la AMD, irregularidad que fue notada en tierra muy antes del avion tocar suelo tanto en la Base Aerea de Constanza como desde el mismo hotel Nueva Zuiza donde se encontraba alojado el entonces Mayor Chestaro Mejia.
Bandera con los colores invertidos y que fue utilizada por los expedicionarios en el avion C-46 Curtiss, irregularidad que fue notada en tierra muy antes del avion tocar suelo tanto en la Base Aerea de Constanza como desde el mismo hotel Nueva Zuiza donde se encontraba alojado el entonces Mayor Chestaro Mejia.Ametralladora Browning Antiaerea Calibre 50 colocada en la base aerea de Constanza y que no fue puesta en accion contra el avion C-46 Curtiss y los Expedicionarios por que el mayor Chestaro Mejia no dio la orden.

* Mayor Chestaro Mejia Hotel "Nueva Suiza" Constanza. 14 de junio 1959. 5:30 pm

Enrique Jimenez Moya. Comandante en Jefe de toda la Expedicion.


Piloto. Julio Cesar Rodriguez. Quien condujo el Avion C-46 Curtiss hacia suelo dominicano a Constanza, se le pago la suma de 10 mil dolares para dicha labor.
Capitan. Juan de Dios Ventura Simó. Vino como Guia del Avion y Quien en pleno vuelo propuso que el C-46 Curtiss aterrizara por Constanza y no por Azua como se tenia previsto.



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http://unojotacuatro.blogspot.com

El cincuentenario de la gesta de la raza inmortal

http://www.elsiglo.net/la-vida/2010/6/11/145840/El-cincuentenario-de-la-gesta-de-la-raza-inmortal

HISTORIA
El cincuentenario de la gesta de la raza inmortal
EL GRUPO DE COMBATIENTES LEGÓ UN EJEMPLO A NUESTRO PAÍS QUE NO PODRÁ SER BORRADO


*

José Miguel Soto Jiménez
Santo Domingo

Si tan sólo hubiese sido cruzar el breve espacio entre dos islas, tararear entre dientes una canción, mientras se aterriza en la pista aquella entre montañas.

Cantar emocionados el Himno Nacional, silbar un “Guantanamera” fugaz para sacarle el cuerpo al monótono roncar de los motores.

Si la “jodienda” fuera aferrarse con ganas a la mochila y al fusil, abrazarlos como a una novia gorda, sujetarlos entre las piernas, acomodar los sueños apretujados en el morral, mientras se espera con resuellos largos el aproche final y luego el golpe ese que supone seguridad terrenal, comienzo inevitable de jornadas guerrilleras.

Ajustarse la gorra, atrincherando la “mirada indefinible” de los héroes. Recostarle la rabia y la ilusión al compañero. Arreglarse la boina, existir y persistir apeñuscados en el instante sin fin de la estrecha cabina memorable, con el “quisqueyanos valientes alcemos” en la encogida sonrisa rastrillada, sujetando los caballos desbocados de la mente, controlando latidos insurrectos, a medida que el vuelo avanza entre cielos tropicales y crepúsculos atascados en las recámaras del alma. Cada uno imaginándose su Trujillo virtual, personal, plural, grupal, brutal, grotesco; descojonado, abofeteado y suplicante, un caudillo que huye con bicornio desplumado.

Y piensas entonces sin remedio en el viejo y la vieja, en el hermano pequeño, la muchacha, el tío soñador o la abuela apoyadora, la esposa primorosa, la amiga, la amante y los muchachos.

El último acorde de guitarra, el bandoneón, el abrazo, el beso, el pellizco insinuante, el guiño picarón, el adiós, la despedida. La broma de los camaradas, el café recurrente, el cigarrillo sin filtro consumiéndose entre los dedos de la ira, la ceniza de ayer en el tazón que resume el olvido.

El soñarse orgullosos dando libertad, repartirla entre consignas suprimiendo desmanes, cortando para siempre los abusos.

Bajar iluminados de la loma con las tablas de la ley, irrumpir barbados en las ciudades oprimidas, derribar las estatuas del tirano, renombrar las calles, ajusticiar a los sicarios, figurarse la victoria total al doblar de la esquina, mientras la patria abajo, vista desde el C- 46, pasa veloz entre fogones y enramadas.

La nave que parece suspendida en la incertidumbre banal del horizonte, el campo verde entre mosaicos de parcelas llamándolos con el vocerío de las galleras. El ronquido ensordecedor del bimotor que avanza entre las nubes, su silueta de pájaro grande proyectándose en lascumbres más altas a despecho del sol.

Si tan sólo fuera mantener la ansiedad a soga corta, percibir los músculos contraídos, refrenar la emoción, el frío estomacal que antecede la gesta, el ánimo tenso esperando el estrellón y el carretear veloz sobre la pista para saltar a tiempo, para que el aparato pueda de nuevo despegar y escapar cómplice de la heroicidad impostergable.

La mecánica consulta colectiva al reloj de pulsera para atrapar entre suspiros la tremenda hora de la verdad. La hora suprema del combate.

La hora del ejemplo. La inconsulta y penúltima hora del dictador.

El humo de los hornos para hacer el carbón quemando la esperanza, sobre la geografía de la ilusión en todo el territorio. La angustia del grupo que lo atisba desde arriba, mientras el adiós lejano de los anafes lo saluda con la tristeza del hambre que le da la bienvenida.

Si tan sólo fuera bajarse raudo del avión con las siglas de la AMD para el engaño, comenzar de inmediato a remontar la montaña dura del ejemplo, respirar de sopetón los olores sutiles del valle inverosímil.

Presentir entre sofocos la conjura rural de las tisanas, el fantasma del jengibre en el ambiente del primer anochecer entre pinares. Descansar la esperanza del último “repecho” conjurado a “cojones”, entre respiros sofocantes.

Excretar el sudor de la jornada que comienza, auscultar, una vez más, el eco de los disparos que la guardia le hace al aeroplano cimarrón que se pierde lento entre el cerco de la enhiesta cordillera.

Si tan sólo fuera bregar con las madrugadas brumosas de los picos de Constanza.

Celebrar un día más de permanencia con un suspiro interminable. Desperezando la inquietud, con el pellejo cabal de la templanza.

Archivar con el sueño intermitente, un otro día de la constancia. Echar de refilón una “pavita” custodiada.

Sacarse el frío de los huesos descifrando trillos camineros, distancias imprecisas.

Bregar con campesinos “culebros” que enderezan los ganchos con la maña. Navegar entre la niebla de los Mañanguises con la guardia atrás. Bordear pesarosos el valle del Tireo entre las nubes bajas. Esquivar “guajacas” tenebrosas, domando los duros caminos de la sierra.

Miguel Andres Cabreja, Asesinado Por Conspirar Contra El Trujillato. De la Conspiracion De Los Sargentos.

http://nitadames.blogspot.com/2007/09/miguel-andres-cabreja-capitan-piloto.html

Saturday, September 1, 2007
Miguel Andres Cabreja, Asesinado Por Conspirar Contra El Trujillato
De la Conspiracion De Los Sargentos.

Miguel Andrés Cabreja -Tio Miguelito- era hermano de mi papá. Guardo muy lindos recuerdos de la interacción con él en mi infancia. Era piloto, con el rango de capitán en la Fuerza Aérea Dominicana. Nos llevaba a mi hermanita y a mi en un carro convertible que tenía, a pasear por la ciudad, por el parque zoologico y el malecón...El dolor que a tan corta edad me causó su muerte y las circunstancias en que se produjo me hacen llevarlo siempre vivo en mis recuerdos. Reproduzco estas notas sobre su asesinato con la esperanza de que alguien nos pueda decir dónde fueron a dar sus restos.
Inspirado en el ejemplo y martirologio de los héroes (del 14 de Junio), estalla un movimiento reivindicador en la aviación Militar Dominicana, dirigido por estratos militares de la baja oficialidad. Ha sido conocida como la “Revolución de los Sargentos”. En ese sentido vemos los criterios del historiador Cordero Michel, arriba citado, en relación a uno de los hitos importantes del desarrollo del pensamiento democrático castrense en nuestro país. Luego de señalar la influencia que tuvo en aquella conspiración el ideario del 14 y 20 de junio de 1959, nos dice: “Un grupo de sargentos técnicos y asimilados de la AMD, dirigidos por el sargento Sijo Delmonte y Consuegra (famoso lanzador de béisbol) y el Capitán Miguel Cabreja, organizó en la base aérea de San Isidro un plan para mermar el poderío aéreo. Era sencillo: impedir que los aviones pudieran actuar contra una segunda expedición anti-trujillista mediante el sabotaje (debe recordarse que en Cuba se entrenaba un grupo de dominicanos que intentaría realizar otro desembarco para apoyar a los que llegaron en Junio, si acaso quedaban focos guerrilleros, o en caso contrario, continuar la lucha insurreccional. Este hecho era de dominio público y del conocimiento de las Fuerzas Armadas que estaban alertas y a la espera).

Los aviones iban a ser saboteados echándoles azúcar y esmeril en el aceite de loa motores y materias extrañas en los depósitos de combustible, para hacer que cayeran a tierra y provocar la casi segura muerte de sus pilotos.

El 19 de agosto de 1959, el asimilado técnico Vásquez, perteneciente a uno de los escuadrones de mantenimiento, enterado del plan lo delató a Ramfis Trujillo. Los 56 hombres del escuadrón de mantenimiento y el capitán Cabreja fueron inmediatamente arrestados, llevados a “El 9” , torturados y asesinados en diferentes sitios y momentos; incluyendo los últimos 13 sargentos encarcelados en La Victoria”.
(Extraido de Enmancipacion. Socialismo del Siglo XXI. http://www.emancipacion.org/modules.php?name=News&file=article&sid=222).
http://www.flickr.com/search/?q=miguel+andres+cabreja

Trujillo, la Guardia Nacional Dominicana (G.N.D.), y su evolución

http://noticulas-franciscoberroa.blogspot.com/2007/04/trujillo-la-guardia-nacional-dominicana.html

viernes 13 de abril de 2007
Trujillo, la Guardia Nacional Dominicana (G.N.D.), y su evolución
Por Francisco Berroa Ubiera

Cuando se produjo la ocupación norteamericana sobre la República Dominicana, entre 1916 a 1924, los norteamericanos iniciaron un proceso de "pacificación" -más bien sometimiento- a nivel nacional.De hecho, fueron ellos quienes disolvieron el ejército dominicano, el cual, tan sólo constituía un simple cuerpo armado con muy poca instrucción militar usado básicamente con fines represivos, y para preservar los intereses de los inversionistas extranjeros, de la élite criolla gobernante, era una fuerza carente de disciplina, y muy fragmentada, de tal suerte que contaba con una estructura horizontal integrada por unos 461 generales y 479 coroneles. Su organización se basaba en la existencia de dos batallones: el Ozama, con sede en la fortaleza La Fuerza de Santo Domingo, y el Yaque, que estaba acantonado en la fortaleza de Santiago, y tenía además varias Comandancias.

De de manera formal y aparente la medida para disolver el ejercito la adoptó el presidente provisional don Francisco Henríquez y Carvajal por medio del decreto Núm. 5491, dado en Santo Domingo en 13 de septiembre de 1916; alegándose la carencia de fondos para su sostén y financiamiento. Todos los militares puestos en retiro recibieron una compensación en forma de "vales".

Sin embargo, la causa real de esta medida se explica porque los norteamericanos aplicaron la proposición de Stein: poner en retiro a los soldados del régimen anterior, especialmente a los oficiales. Sin embargo, fueron mantenidas provisionalmente la Guardia Republicana -encargada de la custodia de los puertos-, y la Policía Municipal que ejercía funciones de gendarmería en la ciudad.Los militares norteamericanos también desarmaron toda la población porque sencillamente se debe siempre desarmar al adversario vencido, que "es el deber primordial de todo vencedor, sino quiere que la guerra vuelva a estallar en el momento menos pensado"[1]; además, los marines tomaron el control de los principales puertos y ciudades, y silenciaron la prensa dominicana imponiendo un fuerte estado de censura a los medios de comunicación de aquel entonces, principalmente a las revistas y periódicos.

La ocupación militar de los Estados Unidos, y las inversiones de capital norteamericano, provocaron una significativa transmutación en la infraestructura económica del país; y, entre otras cuestiones, lograron consolidar la agroindustria azucarera, por ejemplo, en 1915 se producían 102,801 toneladas de azúcar, y en 1916 la producción era de 301,106 toneladas; los norteamericanos lograron también desplazar el poder económico de la oligarquía tradicional.El Estado Dominicano intervenido por fuerzas extranjeras fue fortalecido por medio de la imposición de una nueva legislación; fue organizada una fuerza militar: la Guardia Nacional Dominicana, creada por medio de la Orden Ejecutiva Número 47, del 7 de abril de 1917, además, se organizaron las instituciones públicas: Rentas Internas (1918), Dirección General de Correos y Comunicaciones, los servicios de Salud Pública y Beneficencia, y se organiza un sistema nacional de Catastro, Registro de tierras, y los tribunales de tierras; y, un sistema nacional de educación.

Trujillo y la Guardia Nacional

Para enfrentar la resistencia nacionalista de algunos movimientos rurales al estilo guerrillero que se manifestaban desde 1916 en varias zonas de la geografía nacional dominicana: en el Norte de Santo Domingo, los "600 Gavilleros" de la región Sureste u oriental, que operaban en los llanos y cordilleras; los partidarios de Olivorio Mateo, el dios Liborio en San Juan de La Maguana; las actividades insurgentes del Norte de Baní; la resistencia campesina de las montañas de Neiba; y los insurrectos en la zona de Yamasá, que preocupaban seriamente a los interventores, fue creada por el Almirante H. S. Knapp mediante la Orden Ejecutiva Número 47 del 7 de abril de 1917, la Guardia Nacional Dominicana (G.N.D.), con una inversión inicial de US$500,000.00, constituyendo un cuerpo de cipayos, la cual contaba en el momento de su fundación con 21 oficiales de Estados Unidos -algunos puertorriqueños-, 17 dominicanos y 691 alistados -la mayor parte de estos eran sujetos de mala reputación: pillos, ladrones y asesinos-, para un gran total de 729 efectivos.

El comando de la Guardia Dominicana los ejercían un Capitán norteamericano, y los demás eran sargentos y cabos de los U.S. Marine Corps, con rangos superiores en la nueva entidad paramilitar que dirigían. En 1917 el instructor de la Guardia Nacional Dominicana fue Robert C. Kilmartin Jr.

Otras "Guardias" similares a la nuestra fueron organizadas por los Estados Unidos en América Latina. En la República de Haití, invadida en 1915, La Garde funciona desde 1915 a 1934; en Nicaragua, ocupada de 1927 a 1932, La Guardia se crea en 1932.

La solicitud de ingreso de Trujillo Molina a la Guardia Nacional se produce en diciembre de 1918, contando el joven Guardacampestre con 27 años de edad, solicitando su aceptación en ese cuerpo militar por medio de una carta de solicitud dirigida al coronel C. F. Williams, su Comandante en Jefe, y depurada por el mayor James J. MacLean, amigo del tío protector de Trujillo don Teodulo Pina Chevalier (es el padre del distinguido jurista dominicano Pina Acevedo), lo cual explica la inmediata aceptación de Trujillo al cuerpo militar.

MacLean casó con una criolla nativa de San Juan de la Maguana, y vivió en la República Dominicana desde 1907 hasta que murió asesinado mientras se desempeñaba como administrador encargado de una finca de sisal en el pueblo de Enriquillo en 1925, posiblemente Trujillo fraguó su muerte porque conocía muchos secretos del dictador, y su asesino declaró en la justicia que había recibido US$300.00 por darle muerte al norteamericano. MacLean era intimo amigo de Teodulo Pina Chevalier y ambos fueron co-autores del libro: "Datos históricos sobre la frontera dominico-haitiana".

Rafael Leónidas en su carta de solicitud -acompañada de una carta de recomendación del Administrador del Ingenio Boca Chica- afirmaba: "...con perdón de la modestia, debo significarle que no poseo vicios de tomar bebidas alcohólicas ni de fumar y que no he sido sometido a tribunales ni siquiera por asuntos de simple policía". y agregaba que en su pueblo natal "pertenezco a la primera sociedad",[2] y sencillamente ambas afirmaciones eran falsas, porque tanto Rafael Leónidas como algunos de sus hermanos se habían visto envueltos en prácticas de abigeato (cuatreros), y el dictador llegó a formar parte de una pandilla, "La 44", dedicándose a realizar asaltos a bodegas y almacenes urbanos y rurales en 1916, siendo incluso sometido a la justicia por falsificación en 1918, y condenado a seis meses de reclusión, logrando su liberación antes de cumplir su condena.

Incluso, se sabe que la madre de Trujillo, doña Julia Molina escribió al gobernador militar Samuel M. Robinson, Admiral Real U.S. Marine Corps, en 12 de agosto de 1921, pidiendo la liberación de su hijo Romeo Arismendi (a) Petan, preso en la cárcel pública de San Francisco de Macorís, para ese momento, por más de un año.Según Ernest Gruening -informado por Ángel Morales y citado por Vega-, Trujillo,"en su primera juventud Trujillo se vio enredado con el código penal en más de una ocasión. Fue declarado culpable y condenado por hurto y sentenciado a pasar de un tiempo en la cárcel. Fue condenado y pasó otro tiempo en la cárcel por falsificación. Fue perseguido por aun otros delitos pero logró eludir el castigo".[3]Posiblemente el incendio del edificio que alojaba la Suprema Corte de Justicia de Santo Domingo y sus expedientes judiciales en 1927 fue obra de sus secuaces para "limpiar" la imagen pública del futuro dictador.

Trujillo fungió desde el 11 de enero de 1919 como segundo teniente de la Guardia Nacional, participando activamente en la persecución de los guerrilleros nacionalistas -calificados como "Gavilleros" por los norteamericanos- en la región Este. Junto con Trujillo fueron segundos tenientes los señores José Alfonseca, César Lora, y Adriano Valdez. Sobre los sueldos en la Guardia Dominicana eran como sigue: un mayor ganaba US$ 298; un teniente US$ 125; y un raso ganaba: US$ 15.

Destacado en El Seibo hacía marzo de 1919, participa en la tarea de persecución de los guerrilleros en la zona de San José de Los Llanos de San Pedro de Macorís, en donde se verificó hacía el mes de abril de 1919 un proceso de reconcentración y de bombardeo aéreo contra la guerrilla.

La táctica de las concentraciones

Este tipo de táctica de concentraciones se implementó en la República Dominicana a partir del mes de agosto de 1918, inspirada en las prácticas de Valeriano Wayler (a) el Carnicero, en Cuba, durante la Guerra Hispano-Cubana (1895-1898), quien a su vez la aprendió durante su estadía en los Estados Unidos de los feroces generales Andrew Jackson y Ulises Simpson Grant, quienes la emplearon originalmente durante el avance hacía el Oeste contra las diversas comunidades aborígenes de Norteamérica.

Sobre este aspecto de política de guerra se sabe que en Cuba la vida rural fue alterada, y para los campesinos cubanos, en su vida cotidiana y productiva, con las concentraciones de Weyler:"Todo ello cambió cuando Weyler decidió que en vista de que era la gente del campo la que ayudaba más a la causa revolucionaria, deberían ser sacados del campo. De esta manera, suponía que podría conseguir varios factores militares de un golpe: 1) privar a los mambises de sus medios de subsistencia; 2) privarlos de la información, dada por los campesinos, de los movimientos de tropas españolas; 3) limitar la extensión de la propaganda revolucionaria a aquellos ya envueltos en la guerra; 4) evitar que los hombres mantenidos a la fuerza en los centros urbanos, se unieran a los rebeldes, y 5) desmoralizar a los soldados rebeldes, ya que muchos de ellos tendrían familiares dentro de los campos de concentración y serian influidos, para terminar con su situación mísera, a favorecer el fin de las hostilidades".[4]

Toda la población de Cuba fue concentrada en áreas urbanas, se prohibió el tráfico de alimentos ciudad-campo y el ganado se concentró en las proximidades urbanas o en las mismas ciudades. Weyler dispuso la destrucción de las casas de campo y de las cosechas, la suspensión de las labores agrícolas, creyendo que por este medio se debilitaría la rebelión en la Gran Antilla, y que obligaría a los insurrectos a capitular, a rendirse incondicionalmente; no comprendiendo que, lejos de perjudicar la revolución, la extraordinaria dureza de sus medidas generaban cada vez más enemigos entre los campesinos (guajiros) cubanos, e igualmente le podía crear a España, como de hecho le creó, serias dificultades diplomáticas con Estados Unidos, debido a sus intereses económicos en Cuba.

Esto creo una profunda crisis en la población campesina de toda Cuba. Todos los informes de publicistas, periodistas y viajeros coincidían en señalar que había una crisis insoportable para la población. El 26 de junio de 1897 el Ministro norteamericano en Madrid, Dupuy de Lome escribía al Secretario Sherman en los términos siguientes:Mediante sucesivas ordenes y proclamas del Capitán-General de la isla de Cuba, algunas de las cuales fueron promulgadas, mientras otras solo se conocen por sus efectos, una política de devastación e intervención en los derechos más elementales del hombre, ha sido establecida en ese territorio, con tendencia a perjudicar a los no combatientes, a destruir el valor de inversiones legitimas, y a extinguir los recursos naturales del país con la esperanza aparente de vencer a los insurrectos y restaurar el dominio de España en la Isla. Ningún incidente a afectado tan profundamente la sensibilidad del pueblo americano o ha impresionado tan dolorosamente su gobierno, como la proclama del general Weyler, ordenando el incendio y la destrucción de hogares, la devastación de los campos y el abandono de sus casas por la población rural, para sufrir privaciones y enfermedades en el hacinamiento de los pueblos.[5]

La guardia versus la guerrilla

En la República Dominicana durante la ocupación de Estados Unidos se sabe que a partir de 1917 la Guardia Nacional con el apoyo de los Marines capturó en 18 meses 270 personas y mató en El Seibo unos 80 guerrilleros, capturando otros 100. Las hostilidades con los guerrilleros alcanzaron tal magnitud que sólo el ingenio Consuelo de San Pedro de Macorís fue atacado durante 17 días cinco veces por unos 400 guerrilleros nacionalistas.

Ese mismo año, 1918, la Guardia Nacional tuvo 34 bajas, incluyendo en ese número 12 muertos. Desde 1917 a 1921 la Guardia Nacional Dominicana realizó 5,500 patrullas en las zonas guerrilleras y llegó a tener 188 contactos con fuerzas rebeldes, fueron muertos 320 de ellos, y 3 oficiales y 24 soldados corrieron la misma suerte.

Por esta situación de resistencia armada el Coronel J. C. BrecKinrige organizó una concentración por 48 horas que afectó las secciones de Las Cañadas y Juan Lorenza de San José de Los Llanos en agosto de 1918.

La guerrilla era un movimiento bastante heterogéneo y con fines y motivaciones bastante disimiles. Constituyó un movimiento social laboral campesino de tipo nacionalista de inspiración económico-reivindicativo. Sin lugar a dudas que los norteamericanos y los cipayos nacionales se vieron en la necesidad de enfrentar cuatreros o abigeos, a campesinos pobres proletarizados por las compañías azucareras y sus secuaces nacionales, y en rebeldía contra los centrales azucareros; otros estuvieron motivados por asuntos de religiosidad popular mezclados con nacionalismos -tal es el caso de Olivorio Mateo y sus seguidores en las inmediaciones feraces de la población de San Juan Bautista de La Maguana, en el Suroeste-, y otros tenían motivaciones esencialmente nacionalistas, como el guerrillero Muñiñingo Ubiera, quien para enfrentar a los norteamericanos y a la Guardia lo hacía envolviéndose en la bandera nacional, o el caso del maestro Fidel Ferrer, valiente educador y guerrillero nacionalista de profundas convicciones patrióticas, o Cayo Báez, o Vicente Evangelista (a) Vicentico, Ramón Natera, u otros.

Olivorio Mateo, inicio sus cultos en 1908 y desde 1917 fue perseguido por la Guardia Nacional Dominicana (G.N.D.); fue localizado a las 7:00 A. M. del día 27 de junio de 1922 por una patrulla por el teniente Luna y 12 enlistados; peleó valientemente con su hijo y dos de sus hombres, contando apenas con 26 años, hasta ser muerto por el norteamericano Gregon Williams (a) Media Pinta en 1922; los dedos primero y tercero de la mano derecha fueron desprendidos por un disparo y luego recibió 15 impactos antes de caer. Con él cayeron Eleuterio Mateo, su hijo, y los guerrilleros conocidos como La Maquina y Pomero. A los guerrilleros les fueron capturadas las siguientes armas: nueve revólveres, cuatro rifles carabinas, 200 tiros de municiones, y varias espadas y machetes. Su cuerpo se llevó a San Juan en una parihuela el 28 de junio de 1922, siendo enterrado en La Jagua.

El periodista norteamericano Horace Knowles criticó la muerte provocada (homicidio) de Vicente Evangelista (a) Vicentico, tras su apresamiento en El Seibo en un artículo publicado en The New York Times en 29 de diciembre de 1921. A Vicentico le aplicaron la ley de fuga después de su captura.

Las armas empleadas por los patriotas fueron: pocos fusiles, rifles de pedernal, revólveres, sables, lanzas, machetes, cuchillos, palos y piedras. Los Marines y la Guardia usaron contra ellos aviones y bombas, morteros, ametralladoras, fusiles, pistolas y revólveres.

Incluso, antes de ser disuelta la Guardia Nacional, fueron adquiridos 1,500 rifles Crag a un costo de US$ 7,75 por unidad. Ya para entonces la guerrilla había sido controlada.

El juicio contra el teniente Rafael Trujillo en 1920

Un juicio contra Trujillo por una Comisión Militar reunida en San Pedro de Macorís en 23 de enero de 1920, y presidida por el Teniente coronel James McE.Huey por los cargos de asalto con la intención de cometer rapto en perjuicio de la niña Isabel Guzmán de 14 años y nativa de San José de Los Llanos en San Pedro de Macorís, y por conducta escandalosa tendente a destruir las buenas costumbres.El sometimiento inicial de Trujillo lo realiza el Alcalde de San José de Los Llanos Georgilio Mella Frías (a) Guillo, sometiéndolo a la instancia del gobernador de San Pedro de Macorís, Rafael Sánchez González, quien retrasó el sometimiento por cierto tiempo. Trujillo fue sometido a la acción de la justicia militar por el Capitán Omar T. Pheiffer (U.S.Marine Corps.), previa investigación, quien llegó a calificar a Trujillo en sus memorias como "un ladrón", acusándolo de "estafar a los campesinos dominicanos".[6]

La causa contra el teniente Chapita se inició en 23 de enero de 1920 y se prolongó hasta el 4 de marzo de 1920, y llegaron a presentarse 15 testigos de descargo -incluyendo seis de la Guardia Nacional, entre los cuales se hallaban los señores: sargento Manuel de Jesús Checo, teniente Leovigildo Alcántara (a) Alcantarita, y el señor Miguel Ángel Paulino, quien integrado luego a la Policía Nacional Dominicana, y más tarde al ejército trujillista, llegó a ser el jefe de la banda terrorista conocida como "La 42", y quien durante la ocupación fue un reconocido espía al servicio del cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos, vinculado al boricua Mariano Rocafort y a Trujillo, y fue además, un reconocido proxeneta. Posteriormente fue vinculado al espionaje alemán, y se le llegó a considerar un agente de la inteligencia Nazi.

Los testigos a cargo fueron: el capitán O. T. Pfeiffer (U.S. Marine Corps), José Núñez, Rafael Durán, los hermanos Carlitos y Esteban Alduey, Gerónimo Valdez, José Caba Sánchez, Francisco Mercedes, Juana Guzmán e Isabel Guzmán, la agraviada.

Isabel Guzmán era hija natural de José Núñez. La niña y sus padres decidieron refugiarse en la casa de su hermana Fermina Guzmán , a su vez esposa del guerrillero Olivorio Carela, lugar en donde se hallaba la noche de su captura por la Guardia Nacional. Un día de julio de 1919 Trujillo penetró en la casa de Fermina Guzmán buscando a su esposo, el guerrillero mencionado. Captura y amarra al padre de Isabel, llevándose consigo a las mujeres: a Isabel, a su hermana Fermina, y a su madre, con otros detenidos fueron encerrados en la iglesia de la comunidad de San José de los Llanos; engañada por Trujillo la hizo subir al campanario del templo católico, estuprándola en la torre del mismo, sin respetar el sagrado recinto.En horas de la tarde del día de la violación la niña, los testigos de cargo la vieron descender las escaleras ensangrentada, y luego, durante la noche, entre la 8:00 ó 9:00 P.M., Trujillo la obligó a sostener relaciones con él en plena calle, obligándola luego a dormir a su lado en una choza de Los Llanos, bajo la amenaza de que sino lo satisfacía mataría a sus familiares detenidos. En sus declaraciones Isabel dijo: "me trató como a una perra", "me cogió como a una vaca", etc...Los jueces militares norteamericanos, amigos de Trujillo, lo descargaron, siendo realmente culpable.

El Teniente Trujillo en El Seibo extorsionando

Después del juicio Trujillo fue trasladado a la Oncena Compañía destacada en la ciudad de El Seibo, en donde una señora calificada como "una vieja", lo acusó de haberle robado $500 pesos tras acompañarle durante una noche. Sus días allí fueron aciagos, y consideraba que "este es el pueblo donde mas pendejadas se habla",[7] irritado por las justificadas criticas sociales a su conducta inmoral.Chapita, conjuntamente con Mariano Rocafort, puertorriqueño al servicio de la inteligencia de los ocupantes, había realizado varias prácticas de extorsión contra algunos campesinos, hacendados, e incluso intentaron extorsionar con amenazas de apresarlo al administrador del Ingenio Santa Fe don Emilio Malleta.

Se sabe que protegiendo juegos de azar ilícitos en las zonas cañeras cobraba altas sumas de dinero, hasta 350 dólares mensuales, lo cual le produjo ganancias ascendentes a más de US$ 18,000.00.Amistad profunda y amor filial: el techo de Watson para TrujilloAsignado Trujillo en Hato Mayor del Rey, desde agosto de 1920 se vinculó fuertemente al oficial de los Marine Corps Thomas Eugene Watson (a) Tommy, quien -según informa el mismo Trujillo a su amigo, Mariano Rocafort (a) Roca -un espía puertorriqueño- en una misiva redactada en septiembre de 1920, en donde entre otras cosas le decía que se había mudado "y estoy de oro", agregando: "La referencia ya me mudé y estoy de oro trata sobre la invitación de Watson a que viviera bajo su techo" (En: Vega: Trujillo y las fuerzas..., 1992. P. 12), es decir, el mayor Watson mudó a Trujillo, a quien MacLean le decía "el boca sin dientes", lo que se seguro en algo le beneficiaba, por lo menos provocaba la condolencia de su superior jerárquico.

Por estar Trujillo y Watson siempre juntos, persiguiendo gavilleros, algunas veces extorsionando infelices bodegueros, cobrando la protección de los jugadores ilícitos y clandestinos, y compartiendo un mismo techo, es decir, por hacer pareja, pudo el Mayor Watson observar a Trujillo muy de cerca, y dijo en uno de sus informes que era "calmado, fuerte, equilibrado, activo, intrépido y laborioso", y consideraba que Rafael tenía "iniciativa, inteligencia y buen juicio", por lo cual, después de esta ponderada y juiciosa observación agregaba el Superior sobre su amigo de techo que era "excelente", y, no conforme con darle una puntuación de 4.0 (la mayor posible), repetía en el texto de un informe sobre su subordinado, 14 veces -quizás con un significado simbólico aunque lejos de la fecha de San Valentín- que era excelente.

Estas y otras recomendaciones de sus superiores, principalmente del mayor Thomas Eugene Watson, le valieron a Trujillo para ser aceptado en la Academia militar de Haina donde recibió instrucción durante cuatro meses a partir del 15 de agosto de 1921, mes y año en que fue creada la Academia Militar, siendo sus directores los oficiales M. Rixey Jr. y Richard M. Cutts, este último amigo intimo de Thomas Eugene Watson. En 1921 la Guardía Nacional Dominicana tenía 64 oficiales, 13 médicos y 493 alistados.Trujillo se graduó en la primera promoción, y egresado con el rango de primer teniente instructor en 22 de diciembre de 1921, el coronel Rixey le informó que: "El Comandante del Departamento Norte desea especialmente su selección, toda vez que tiene plena confianza en su habilidad".[8]

El comandante que deseaba a Trujilllo era el mayor Watson, y Trujillo siguió asignado bajo su mando, y claro, siguieron compartiendo la misma casa y el mismo techo. Watson mudó de nuevo a Trujillo, recién graduado de la Academia, esta vez en Santiago, facilitándole un ascenso: capitán (13 de octubre de 1922), y su designación como jefe de la Sexta Compañía con asiento en la ciudad de San Francisco de Macorís.

Rafael L. Trujillo Molina logró hacerse disciplinado y sistemático, cumplía las ordenes de sus superiores al extremo y con crueldad; estas cualidades unidas a la amistad con Watson le permitieron obtener varios ascensos: fue capitán a partir del 13 de octubre de 1922, cargo que ostenta hasta 1923, siendo luego Capitán Inspector Comandante del Primer Distrito Militar en el Suroeste (Azua y Barahona); en marzo de 1924 desempeñaba estas funciones en el Departamento Norte con sede en Santiago, y cuando se produce la salida de los norteamericanos el 12 de julio de 1924 ya era Mayor comandante de la Policía Nacional (desde el 6 de marzo de 1924), y había estado destacado en el Norte (Santiago y San Francisco de Macorís), en el Suroeste (Barahona), y en el Sureste.

En apenas una década el ladronzuelo que ingresó a la Guardia Nacional lograría alzarse con el poder del Estado.Un poco antes de la desocupación de los Norteamericanos en 1924 -por medio de plan Hughes-Peynado-, en la Policía Nacional Dominicana los oficiales superiores de Trujillo eran los señores:
1. Coronel Buenaventura Cabral y Báez
2. Teniente coronel Jesús García
3. Mayor Manuel Aybar hijo
4. Mayor César Lora (murió trágicamente en febrero de 1924).
5. Capitán Rafael Trujillo, seguido por 16 capitanes.

El entrenamiento que recibió Rafael Trujillo en la Academia Militar de Haina le permitió convertirse, primero en oficial instructor, luego en oficial superior, y finalmente en jefe de la Policía Nacional tras la salida de los norteamericanos. Por medio de la Orden Ejecutiva Número 631 de fecha 2 de junio de 1921 la "Guardia Nacional Dominicana" fue designada con el nuevo nombre de "Policía Nacional Dominicana" (P. N. D.), con estas nuevas siglas, los Marines que hablaban castellano la denominaban con intención de burla y de discriminación racial: "Pobres Negritos Dominicanos".

Trujillo fue designado Jefe de este cuerpo del orden público, la Policía Nacional, por el gobierno del Presidente general Horacio Vásquez quien llegó al poder en julio de 1924 con el apoyo de Federico Velázquez Hernández, su compañero de boleta en la candidatura a la Vicepresidencia apoyados ambos por los partidos Nacional y Progresista.

Cuando Horacio Vásquez se juramentó Presidente Trujillo era Mayor comandante; siendo promovido a Teniente coronel, Jefe de Estado Mayor, el 6 de diciembre de 1924, ocupando a principios de 1925 la tercera posición en el escalafón de ese cuerpo:
1. Coronel comandante Buenaventura Cabral y Báez.
2. Teniente coronel Jesús García.
3. Teniente coronel Rafael Trujillo ascendido por Horacio Vásquez.

El ascenso de Trujillo a la jefatura de la Policía NacionalTras la desocupación, Trujillo ocupó la jefatura de la vieja Guardia Nacional, conocida como Policía Nacional Dominicana a partir de 1921, debido a los ascensos y a la designación en su favor que el fueron dados por el Presidente general don Horacio Vásquez, un mandatario literalmente "enamorado" del joven militar de 33 años, entre los cuales se verificaban verdaderas escenas de "ternura masculina".

Al encanto que producía Trujillo sobre Vásquez se unían las recomendaciones en su favor de los oficiales comandantes norteamericanos: Rixey, Richard M. Cutts, y BrecKinridge; y de sus amigos: Charles MacLaughlin, y Thomas Watson.

Incluso, se sabe que durante el periodo de formación del gobierno de Vicini Burgos, y posteriormente, tanto el coronel Richard M. Cutts como el mayor Thomas Watson favorecieron a Trujillo para que alcanzara la jefatura de la Policía Nacional Dominicana.

También Trujillo supo eliminar opositores en el escalafón: Primero, actuó contra el mayor César Lora, quien murió trágicamente en febrero de 1924, el homicida de Lora fue un teniente del mismo cuerpo que previamente recibió una carta anónima con información sobre una supuesta relación de Lora con su esposa; impulsado por los celos el teniente actuó, pero, ¿quién fue el autor de la carta? por lo visto el único interesado era Trujillo para lograr obtener su ascenso a Mayor, siendo nombrado luego Teniente coronel en diciembre de 1924; luego actuó contra el Capitán Ramón Saviñón, quien fue engañado por Rafael Trujillo haciéndole creer que había sido designado en la jefatura de la Policía, invitándole a celebrar el supuesto nombramiento, emborrachándolo terriblemente, y haciéndole pasearse luego, sumamente ebrio y fuera de control, por varios sitios céntricos de la capital, según explicaciones de Victor M. Medina Benet; finalmente le tocó afectar al coronel Buenaventura Cabral y Báez. Aprovechando sus dotes de falsificador, escribió una carta dirigida al Vicepresidente don Federico Velázquez Hernández, por medio de la cual el supuesto firmante, el coronel Cabral y Báez, le hacía una invitación para hacer una revolución contra Vásquez, y darle un golpe de estado que llevara a Velázquez a la presidencia de la República. Esto le costó a Cabral su cargo, siendo Trujillo designado en su lugar, como Coronel comandante de la Policía Nacional desde el 22 de junio de 1925, habiendo sido antes Jefe de Estado Mayor y Comandante auxiliar del cuerpo armado con el rango de Teniente Coronel desde el 6 de diciembre de 1924.

La Guardía Nacional Dominicana (G.N.D.) creada en 1917 fue denominada Policía Nacional Dominicana (PND) a partir de 1921, pero en 1924 se le denomina Policía Nacional (PN) hasta 1927, cuando se le cambia el nombre a Brigada Nacional (BN), y desde 1928 se renombra como Ejército Nacional (EN).

REFERENCIAS:

[1] Lasalle, 2000, P. 32.
[2] Ver: Vega Pagan, Ernesto: Historia de las Fuerzas Armadas. Ciudad Trujillo, Colección Trujillo No. 17, La Impresión Dominicana, , 1955, Tomo II, o, Vega, Bernardo (Editor): Trujillo ante una corte marcial por violación y extorsión en 1920, Fundación Cultural Dominicana, Santo Domingo, 1995.
[3] Vega, Bernardo: Trujillo y las fuerzas armadas norteamericanas, Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1992, P. 3.
[4] Foner, Philip S.: La guerra hispano-cubano-americana y el nacimiento del imperialismo norteamericano, 2 tomos, Madrid, Akal Editor, 1975, I, PP. 156-157.
[5] Juan B. Soto: Causas y consecuencias, antecedentes diplomáticos de la Guerra Hispanoamericana, PP. 11-13.
[6] Vega, Bernardo: Trujillo ante una corte marcial por violación y extorsión en 1920, Fundación Cultural Dominicana, Santo Domingo, 1995, P. 23, quien se fundamenta en la obra de: Pheiffer, Mayor General Omar T.: Historia oral (manuscritos), 1974. History and Museuns Division. US Marine Corps, Washinton, D.C.
[7] Carta de Rafael Trujillo, El Seibo, 4 de marzo de 1921 a Mariano Rocafort, en: Vega: Trujillo y las fuerzas armadas norteamericanas, P. 39.
[8] B Vega: Trujillo y las fuerzas armadas norteamericanas, 1992, P. 20).