¿Cuál era el misterio de Polo? Por Tony Raful

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¿Cuál era el misterio de Polo?

Tony Raful - 12/15/2009

Hipólito Rodríguez (Polo), comandante del Frente guerrillero Juan de Dios Ventura Simó, era el más entusiasta de los catorcistas que propugnaron por el alzamiento del 28 de noviembre de 1963. Se le atribuyen cualidades de inteligencia, sentido práctico y vocación guerrera, lo cual sumado a entrenamientos militares recibidos en el exterior, lo convertían en una palma de fuego agitada por el viento de las luchas revolucionarias del continente.
Es todavía un misterio saber cómo este joven estudiante de término de la carrera de Medicina, quien se había asilado junto a otros anti trujillistas en la Embajada de Brasil en febrero de 1960, desafiando a Trujillo y entrando a tiros a esa representación diplomática, pudo convertirse en la figura principal de influencia y decisión en la Agrupación Política 14 de Junio en los años 1962-63.
¿Era Polo un seductor político? Sin ser miembro del Comité Ejecutivo Central de la organización participó en sus deliberaciones y dirigió un organismo llamado “la infraestructura”, cuyo objetivo era preparar clandestinamente la organización militar del 14 de junio. Esta organización desplazó definitivamente la dirección política del partido a raíz del Golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963. Ninguna de sus decisiones fue consultada o discutida a nivel del organismo político.
Manolo Tavárez, intentó suplir esa deficiencia designando al médico Benjamín Ramos (hombre de capacidad teórica y sensatez política) al frente del Buró político militar urbano de la insurrección y consultándolo en torno a cada una de las determinaciones que asumía “la infraestructura”. Polo Rodríguez logró al frente de su columna guerrillera tomar por lo menos dos poblados campesinos, “La Vigía” y “La Placeta”, rumbo a las estribaciones montañosas de la Horma, San José de Ocoa. Su compañero de lucha, Rafael Pérez Modesto (Rafa) relata que en ambos poblados, Polo habló ante docenas de campesinos, explicando los motivos de la lucha armada, y en ambos lugares, identificó la lucha del 14 de Junio contra el Golpe de Estado, indicando que ese Golpe se le había dado “al gobierno de los pobres, el de Juan Bosch”, y además, en “La Placeta”, lugar muy concurrido, con varios colmados y tiendas, dijo textualmente: “Estamos alzados contra la dictadura y la injusticia que significa haber tumbado a un gobierno serio y democrático como el de Juan Bosch”, indicando que: “Luchamos por ustedes y sin el respaldo de ustedes no es posible triunfarÖ ¡Viva la República Dominicana! ¡Viva la Revolución! ¡Repondremos con nuestra lucha la Constitución pisoteada, y que vuelva el Gobierno de Bosch!”.
Este discurso de Polo frente a los campesinos revela que la táctica de reposición de la constitucionalidad asumida públicamente por Manolo fue compartida por todo el mando del 14 de Junio, incluso los más radicales, y además confirma que el retorno a la constitucionalidad no fue un enunciado de la proclama de insurrección, sino una actitud y compromiso expresados en la propaganda armada en los campos. Por otro lado, el propio Rafa Pérez narra que Polo Rodríguez, antes de caer en combate, les dijo a todos los combatientes, que el 14 de Junio esperaba que el alzamiento produjera un contragolpe de Estado (en este caso Polo avaló la idea manifestada por Benjamín y por el propio Manolo, al respecto), o sea, que la Insurrección del 28 de noviembre, era básicamente una presencia política de resistencia llamada a desencadenar acontecimientos debido a las conspiraciones, contradicciones y debilidades del Triunvirato, y los contactos con grupos militares desafectos.
Polo dijo a sus compañeros que el impacto político de la presencia de Manolo en las montañas produciría ese movimiento contra golpista y entonces se darían las condiciones de una negociación política del Poder, en la cual, el 14 de Junio, participaría (corroborando lo que dijo Pipe Faxas, “con mejores condiciones por tener las armas en la mano”). Polo comunicó que se había decidido que él y Fidelio Despradel, bajaran de las montañas a “negociar” representando a la guerrilla. En ese caso, Polo y Fidelio se unirían a Benjamín Ramos, quien había sido designado por Manolo, días antes del alzamiento para ostentar su representación en la “negociaciones políticas”, producto del contragolpe.