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Fotos revelaron terror
Los Hermanos Fuentes Berg.Asesinados por el SIM, estos héroes tomaron y enviaron al exterior las fotografías más reveladoras del terror trujillista
Cuando el terror trujillista se registraba más sangriento en la segunda mitad del año 1959, en la cárcel de la 40 se torturaba en la silla eléctrica y mediante otros métodos que con frecuencia provocaban la muerte de los presos políticos que vinieron por Constanza, Maimón y Estero Hondo, o que conspiraban por derrocar la tiranía.
En dicho año laboraba en el diario El Caribe, el fotógrafo Pedro Aníbal Fuentes Berg, quien fue facilitado al Consejo Administrativo del Distrito Nacional (luego Ayuntamiento). Desde allí fue llamado por el Servicio de Inteligencia Militar, SIM, para tomar las fotos de los prisioneros.
Aficionado a escuchar la emisora Radio Rebelde de la triunfante lucha de Fidel Casto, la sensibilidad humana hizo que Pedro Aníbal (apodado Chichí) comenzara a sacar negativos de la fotografías que tomaba en la La 40 y otras ergástulas del SIM, llevándolos a su casa materna en la calle La Guardia, próximo a la Francisco Henríquez y Carvajal, detrás la dulcera Bolonoto.
El hermano, Gilberto Fuentes Berg, trabajaba en el aeropuerto de Punta Caucedo, (hoy Las Américas) en la oficina de vuelos de la Compañía Dominicana de Aviación, CDA.
Gilberto y Pedro Aníbal Fuertes Berg pasaban a la segunda fase de la operación ya integrados a la resistencia antitrujillista: Enviar las fotografías al extranjero (comenzando por Cuba o Puerto Rico).
Pedro Aníbal y Gilberto Fuentes Berg tenían contactos con Pipe Faxas Canto, dirigente en la clandestinidad del Movimiento que asumió el nombre “14 de Junio” el 10 de enero del siguiente año, 1960.
Unos atribuyen a Ilánder Selig el envío al exterior de las fotografías, mientras otros citan a Juanchi Moliné Pichardo, del 14 de Junio conjuntamente con Manolo Lamarche, piloto de CDA, quien luego se asiló en Puerto Rico, llevándose un avión.
Las fotografías de José Mesón y otros antitrujillistas sufriendo las torturas en la silla eléctrica, con los ojos brotados y las manos hinchadas en grado extremo, constituyeron la más contundente denuncia internacional de las barbaridades del trujillato, que ya era sometido a juicios en diversos organismos del exterior.
Cuando llegó al SIM la noticia de la publicación de las fotos en el extranjero, Jhonny Abbes García dispuso el asesinato de los hermanos Gilberto y Pedro Aníbal Fuentes Berg, quienes fueron apresados la madrugada del 20 de enero de 1960. Jamás se supo de los Fuentes Berg.
La criminalidad del trujillato se volcó sobre ellos para desaparecerlos, sin que 50 años después se sepa cómo y dónde fueron ejecutados.
Dejaron huérfanos a 11 hijos. Pedro Aníbal dejó cinco hijos huérfanos: Diego Máximo, Gladis, Ángel, y Soraya. Gilberto, dejó huérfanos a Gilberto hijo, los mellizos William y Freddy, Yolanda, Gilberto Rafael y Héctor. Su madre, Gladys Batista y su hermano Diego (Quico) fueron sometidos a una diaria presión por agentes del SIM, que no cesaban en la estrecha vigilancia del hogar y de sus movimientos.
Cuenta Diego que la galería de su casa era inundada de agua cada noche para aterrorizar a su madre Gladys.
Los vecinos testimonian que en esa casa jamás se abrieron las puertas delanteras, señal de la tristeza que sufría la consternada madre hasta el día de su fallecimiento.
Diego (Quico) Fuentes Berg relata el asedio a la que fue sometido por los agentes del SIM durante su ida y regreso de las aulas universitarias.
Su bicicleta era chocada por autos VW del SIM. Otras veces el acoso por las calles era también en bicicleta.
Los hermanos Fuertes Berg crecieron en la zona universitaria, desde donde se mudaron a la calle La Guardia.
Antiguos presos políticos aseguran que todas las fotos tomadas a los expedicionarios de Junio en la cárcel La 40 son obra de Gilberto Fuentes Berg.
Además de la de José Mesón, se conocen fotos de Miguel Álvarez Fadul, Freddy Guerra, Enrique Belliar Sosa Frank Grullón y otros.
Al día siguiente del apresamiento y desaparición de los hermanos Fuentes Berg, el 21 de enero se produjo la escalada masiva del SIM llevando presos políticos a la 40, a la cárcel del kilómetro 9 (carretera Mella) y a presidios en la isla Beata y la Saona.
Tras permanecer durante cinco décadas en el anonimato, el nombre de los hermanos Gilberto y Pedro Aníbal Fuentes Berg, como autores de la fotografías a los presos políticos y su envío al extranjero, fue tema de un panel en la Academia Dominicana de la Historia la noche del pasado jueves.
Participaron historiadores, (algunos del Archivo General de la Nación) ex presos políticos, amigos y antiguos vecinos de la familia, hijos, sobrinos y el hermano Diego Fuentes Berg, así como el Presidente de la Academia, Emilio Cordero Michel.
Los asistentes a la Academia suscribieron una solicitud al Ayuntamiento del Distrito Nacional para que se designe una calle capitalina con el nombre Hermanos Fuentes Berg.
Firmaron otra carta a la Fundación Testimonio para que en misión por la memoria se le rinda un homenaje póstumo a los dos hermanos héroes.
Igualmente, en la Asociación Dominicana de Fotógrafos de Prensa se postulará por un reconocimiento a los hermanos mártires.
Carta de la hija de Pedro Aníbal Fuentes Berg
En enero pasado, Gladis Fuentes Batista, hija de Pedro Aníbal, dirigió la siguiente carta:
Hola mi querido Bacho:
En la madrugada del 20 de enero de 1960, fueron a buscar a mi padre, Pedro Anibal Fuentes Berg, a mi casa, al igual que a mi tío, Gilberto Fuentes Berg, los calieses del Jefe, y hasta hoy 49 años después no se ha vuelto a saber nada de los muchachos, como decía mi abuelita, mi madre, hermanos, y todos nuestros allegados.
Sin embargo, todo el mundo sabe que los muchachos se desaparecieron por causa de unas fotos que tiró Chichi (mi padre).
Aquellas fotos de torturas, que han dado la vuelta al mundo, que algunos se han lucrado de ellas, sin recordar ni siquiera el nombre de esos muchachos Fuentes Berg que dejaron en la orfandad a once (11) hijos.
Ni tan siquiera se nos entregó un acta de defunción de esos hermanos Fuentes Berg, que quisieron que el mundo viera por medio de sus fotografías, las barbaridades que Rafael Trujillo Molina cometía en República Dominicana.
Me motivo a escribirte, porque sé que eres de los pocos hombres justos y con espíritu revolucionario verdadero, no para beneficiarte como la gran mayoría de nuestros políticos revolucionarios entre comillas, jajaja.
Además, porque he visto en el periódico Hoy del sábado, el reportaje sobre el Museo de la Dignidad.
Creo que ya es tiempo más que suficiente, para que debajo de la foto, como suelo decir, que me dejó a mi y mis hermanos y primos, huérfanos, figure el nombre de mi padre como autor de ella, la foto de Mesón en la silla eléctrica,
No como ponen en algunos libros que dicen, que un guardia de la cuarenta, que un calié, etc., sino como debe ser un hombre que estando prestando sus servicios al maldito SIM, era un luchador anitrujillista, que oía a escondidas a Fidel Castro y visitó a muchos amigos, jugando su vida y la de su familia, para enseñarles lo que pasaba en su país, en la cárcel de La Cuarenta, pero que no tiene una calle con su nombre, porque ninguno de sus familiares seguimos la línea política de ningún partido y por lo tanto, no hemos estado pegados en los gobiernos de turno.
Lamentablemente tenemos pocos hombres como tú, que te gusta hacer justicia.
Yo espero que antes de partir de este mundo, alguien haya reconocido la odisea que mi padre y mi tío hicieron por su patria, sin importarle sacrificar su familia.
Saludos y bendiciones: Gladis Fuentes
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