Areíto
Manolo y los renegados del 1J4
Escrito por Amaury Perez.

Manuel Aurelio Tavárez Justo, líder histórico del Movimiento revolucionario 14 de Junio, tuvo que enfrentar muchos retos y adversidades en su corta pero intensa trayectoria política. Desde el asedio, la tortura y las vejaciones por parte del aparato represivo de la tiranía trujillista, hasta las diferentes persecuciones y planes de eliminación física propuestos por sectores enemigos a su persona y temerosos a la creciente influencia de la Agrupación política 14 de Junio, durante el reinado del Consejo de Estado.
Pero existe un curioso capítulo de esas historias de adversidades que Manolo enfrentó -y de las cuales supo siempre salir victorioso, que la historiografía no ha dejado de señalar, pero que traemos a colación por el carácter sui-generis que representa.
Para finales del año 1962, ya habiendo advertido Manolo Tavárez su determinación de custodiar con su vida, cualquier intento de sabotear el curso del pueblo dominicano hacia una verdadera democracia, depurada del trujillismo, del trujillato y de sus autoproclamados herederos, ciertos elementos de la oligarquía dominicana y sectores políticos conservadores montaron una trama para neutralizar el liderazgo de Manolo y la incidencia cada vez mayor del 1J4 en la política nacional.
Con el protagonismo de figuras de tendencia derechista en el seno del 14 de Junio, se conformó un ala disidente que no sólo manifestó su deslealtad a Manolo, sino que acudió a desconocerle su liderazgo y la legitimidad política y moral, así como la legalidad de la Agrupación política 14 de Junio bajo su presidencia.
Tal cual lo atestiguan los periódicos de la época, en especial el diario “El Caribe”, en su edición del 30 de noviembre de 1962, la quinta columna estructurada para amilanar el liderazgo nacional de Manolo Tavárez a través del debilitamiento de la Agrupación política 14 de Junio publicó un comunicado, donde, distorsionando los hechos y utilizando la calumnia, buscaba confundir a la opinión pública y en especial dividir a la militancia del movimiento revolucionario verde y negro.
En su edición del 1 de diciembre de 1962, en el mismo periódico “el Caribe”, es el mismo Manolo Tavárez que se encarga de responder enérgicamente a la escaramuza golpista que:
“Tal como habíamos previsto y denunciado, fue confeccionado de manera artificial y paralelamente a esta Agrupación Política 14 de Junio, el engendro anónimo que se titula ‘Partido 14 de Junio’. Al fin, luego de forzar todas las formalidades y de violar todos los principios morales, jurídicos y políticos que sustentan a esta Agrupación Política y al pueblo honesto y sensato que la constituye y anima, acaba de emerger a la luz pública esa criatura fantasmal y anodina, bastarda y despotenciada, gestada por los oportunistas y provocadores que eran como un lastre para esta organización patriótica y revolucionaria de la que han renegado, en calidad de traidores y desertores".
En estas expresiones, al igual que en las siguientes, Manolo mostró su pensamiento de claridad solar, al referirse al transfuguismo de quienes renegaron del 1J4, pasando a servir al “gobierno neotrujillista del Consejo de Estado” y dejando palmariamente establecido la moralidad política de sus autores:
"El llamado [ilegal] Partido 14 de Junio se fundó en parte con elementos renunciantes de esta Agrupación Política 14 de Junio, que se habían adherido a organizaciones reaccionarias y entreguistas, con elementos incorporados a puestos políticos del gobierno neotrujillista del Consejo de Estado, en cargos cuya aceptación había sido expresamente prohibida por esta Agrupación Política 14 de Junio; con elementos ex presos únicamente, desconociendo la autenticidad de los compañeros que contribuyeron a formar y consolidar esta Agrupación Política 14 de Junio, y que, no obstante, nunca fueron apresados por los órganos directivos, excluyendo el debido reconocimiento a la autoridad genuina de los compañeros confirmados en los puestos dirigentes por voluntad de la militancia".
Ante la participación de antiguos compañeros de las prisiones trujillistas en esa fallida intentona pustchista, base sobre la que algunos de los provocadores argumentaban su razón para conjurar contra Manolo, este le resta mérito a que esa condición de “ex-preso” le faculte para secuestrar al 14 de Junio y aprovecha para reivindicar a todos aquellos que “contribuyeron a formar y consolidar esta Agrupación Política 14 de Junio, y que, no obstante, nunca fueron apresados”.
Manolo, como abogado consumado, continúa sus declaraciones, haciendo un relato pormenorizado sobre la ilegalidad de los mecanismos utilizados para querer despojar al 14 de Junio de su legalidad institucional, calificando como “espúrea”, la asamblea convocada por los desertores. Narra Manolo lo siguiente:
"El llamado Partido 14 de Junio se fundó mediante una asamblea espúrea, convocada con posterioridad a la asamblea legítima determinada previa autorización por el Comité Ejecutivo Central de esta Agrupación Política 14 de Junio, mediante el conferimiento de capacidad deliberativa a los delegados constituidos para la primera asamblea de esta organización, celebrada el 30 de julio de 1961, cuyas facultades se extinguieron al finalizar la realización formal de la misma, mediante un llamamiento arbitrario e impositivo al Comité Ejecutivo Central de esta Agrupación Política 14 de Junio, hecho con carácter terminante y abusivo desde fuera de la jurisdicción competente, acorde al régimen estatutario que tiene vigencia; mediante una asamblea festinada, cuya convocatoria, para facilitar los manejos de cabilderos y tramoyistas, fue anunciada con deficiente anticipación".
Al poner el dedo en la llaga de los traidores que trataron de asaltar la dirección del 1J4, Manolo habló así:
''A la honestidad y a la laboriosidad revolucionaria y patriótica de tantos meses se le enfrenta cobardemente la traición y el oportunismo. El objetivo que esta maniobra persigue es asaltar los organismos directivos de esta Agrupación para así propiciar el arrastre de la misma en otorgarle pérfidamente su apoyo moral y material a la farsa electorera con que la reacción nacional y extranjera pretende legalizar el neotrujillismo en el poder y mantener el estado de injusticia, ilegalidad e inconstitucionalidad que caracteriza las ejecutorias del gobierno impostor que todavía nos desgobierna".
"Los mismos hombres que en el ayer desertaron de esta Agrupación Política, los mismos que abandonaron a los militantes y simpatizantes y se sustrajeron a las acciones y a los ideales por los cuales tantos compañeros han sacrificado sus vidas, para adoptar, deslealmente, la postura cómoda y ruin en que los han colocado, contraviniendo específicas reglamentaciones de esta organización, en posiciones políticas y económicas privilegiadas, en complicidad con los trujillistas que han hecho del poder un medio reiterado de enriquecimiento y encumbramiento a costa del sudor y de la sangre, del trabajo y el sacrificio de todo un pueblo, son los improvisados y presuntos catorcistas que hoy pretenden alegar militancia en el partido y reclamar reconocimiento, con toda la desvergüenza y el arribismo que han sido sus más señeras cualidades".
"Lo peor de todo es que los designios que agitan tal maniobra abortiva son total y definitivamente espurios. El perseguido triunfo de esta maniobra significa antes que nada, poder político y grandes beneficios de tipo económico para quienes la protagonizan. Sólo este botín y estas evidencias explican la ceguera crasa, la insensatez ridícula, la traición y el oportunismo que los identifica".
Tal cual narra el historiador y político Tony Raful en su obra 14 de Junio, en los días en que ocurrieron los hechos antes mencionados, cientos de jóvenes y figuras relevantes del movimiento revolucionario 14 de Junio, salieron a las calles a manifestar su lealtad a Manolo y a acusar de traidores y echarle monedas en los frentes de sus casas, a los firmantes de aquella abominable felonía.
Manolo, con su incomparable liderazgo y con la virtud moral en sus hombros pudo vencer aquel intento infame y llevar al 14 de Junio a los senderos de gloria que hoy le conocemos.
En una época como la actual, llena de transfuguismo político, como lección para las nuevas generaciones, se recuerda la frase lapidaria del británico James Harrington: "La traición no triunfa nunca".
(*)El autor es doctorante en Historia en la Universidad de la Sorbona, Paris, Francia.
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