Antonio Mencía, Raúl Pérez Peña, Juan José Cruz Segura, Picho Fiallo, Víctor Taveras y su esposa Dalcia, parte de los homenajeados ayer en la plazoleta Manolo Tavárez Justo.
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Inauguran una plazoleta en honor al héroe antitrujillista Manolo Tavárez Justo y homenajean a cuatro sobrevivientes de la Juventud Democrática
13 Agosto 2012, 12:06 PM
Fundación Testimonio  rinde honor a Manolo
La fundación Testimonio inauguró ayer la plazoleta Manolo Tavárez  Justo con un homenaje a la Juventud Democrática,   la cual enfrentó al régimen trujillista a partir del año 1946.
El momento de mayor simbolismo durante el acto fue cuando cuatro sobrevivientes de la Juventud Democrática recibieron sendos pergaminos de reconocimiento, al tiempo de ser reconocidos de manera póstuma  la poetisa Carmen Natalia Martínez Bonilla y Rafael (Cocuyo) Mieses, el emblemático activista revolucionario asesinado por el trujillato en las postrimerías de la década de 1950.
Los sobrevivientes reconocidos fueron Juan José Cruz Segura, Leo Nanita Cuello, Josefina Padilla viuda  Sánchez y Ligia Echavarría Hernández.
El homenaje comenzó con el develizado de una tarja en mármol que dice “de la Fundación Testimonio a la Juventud Democrática”.
En la clausura del acto, el presidente de la fundación Testimonio, Raúl Pérez Peña (Bacho), afirmó que el reconocimiento es extensivo a todos los sobrevivientes de la Juventud Democrática.
Citó por ejemplo a Víctor Tavárez, Rafael Mencía, Brunilda Soñé, Rafael Franco, Picho Fiallo, Marino Sánchez Córdova, Luis José Soto Martínez, Pompilio Bonilla y otros.
En ese sentido, se entregó un botón distintivo a los ex miembros y sus familiares.
Pérez Peña dijo que la Juventud Democrática sostuvo una heroica lucha contra el terror trujillista, siendo cruelmente reprimida con un alto saldo de asesinados, encarcelados y exiliados, mientras muchos activistas debieron pasar a la clandestinidad.
Precisó que la lucha de la Juventud Democrática y su vía crucis figuran en el libro “Bajo la barbarie”, de Juan José Cruz Segura, que incluye un  testimonio de Leo Nanita Cuello.
Por su parte, Cruz Segura hizo una síntesis del contenido de su obra, considerada por varios intelectuales como “fundamental y de lectura obligada” para conocer la dramática resistencia al trujillato durante el segundo lustro de la década de 1940.
Integrantes de la fundación Testimonio de distintas provincias asistieron al homenaje en la pequeña plaza, que cuenta con la imagen de Manolo Tavárez al fondo, donde ondean la bandera dominicana y la verdinegra del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.
Manolo Tavárez fue miembro de la Juventud Democrática desde que cursaba estudios a nivel secundario en Santo Domingo, procedente de su natal Montecristi.
Pérez Peña se pronunció a favor de que la avenida John F. Kennedy sea designada como “avenida Manolo Tavárez”.
Igualmente, pidió al Archivo General de la Nación emprender la segunda edición del libro de Juan José Cruz Segura.  
Agregó que el acto constituye simbólicamente el inicio de la conmemoración durante más de un año del 50 aniversario del alzamiento armado que protagonizo el Movimiento Revolucionario 14 de Junio como respuesta al golpe de Estado militar que derrocó el gobierno constitucional de Juan Bosch el 25 de septiembre de 1963. 
La plazoleta Manolo Tavárez comprende la isleta ubicada en la avenida John F. Kennedy, entre la Abraham Lincoln y la Winston Churchill de esta Capital, donde nace la calle Eric Leonard Ekman.
Se informó que la plazoleta será escenario de recitales poéticos, lanzamientos de libros, proyección de obras fílmicas, tertulias, charlas educativas y otras actividades culturales.  
“La plazoleta es idónea como punto de convocatoria para la rutas de  interés ecológico, histórico y cultural que se emprendan desde Santo Domingo con destino a cualquier escenario del norte del país, por ejemplo”, dice una nota entregada a este medio.
Montecristeños presentes reaccionaron diciendo que en lo adelante la plazoleta será su punto de partida para las rutas hacia El Morro, cuna de Manolo Tavárez y del Manifiesto firmado por José Martí y Máximo Gómez.
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