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domingo, 29 de mayo de 2011

El fin de la Era y loas a “excelsa” matrona




Josefa Sánchez de González y María Natalia de Reyes junto a Julia Molina y su hija Japonesa Trujillo de Ruiz Monteagudo

REPORTAJE
28 Mayo 2011, 8:30 PM
El fin de la Era y loas a “excelsa” matrona
Escrito por: ÁNGELA PEÑA
En la semana del 22 al 28 de mayo la “Era de Trujillo” agonizaba pero no lo sospechaban los trujillistas que rendían a Julia Molina, progenitora del tirano, el más grande tributo por el Día de las Madres, ni los diputados que escenificaron en la Cámara lo que fue su comedia final debatiendo lo que era el trujillismo. Tampoco lo presentía el grupo de 14 senadores que propuso una reforma a la Constitución para anular la resolución que aprobaba el Concordato.

El representante por Puerto Plata, Manuel A. Jiménez Rodríguez, ignoraba también la cercanía del fin cuando el 24 presentó una moción también pidiendo dejar sin efecto el Concordato suscrito entre el Vaticano y la República Dominicana. Ya antes había pedido desconocer la personalidad jurídica de la Iglesia, pasar al Estado los templos católicos y suspender subvenciones a colegios, seminarios, parroquias, nacionalizar las escuelas operadas por religiosos y declarar obligatoria en todo el país la enseñanza laica.

Ajeno a estas farsas en las que jóvenes y viejos legisladores apostaban a cual sentía más amor y lealtad por el Generalísimo, el teniente general Petán Trujillo, hermano del tirano y fundador de La Voz Dominicana, anunciaba la conmemoración de la XIX Semana Aniversario de esa emisora, que celebró el 29 de julio a pesar de la reciente muerte del “eximio líder”. Dos aviones traerían a la “multicolor caravana” que integraban José Luis Martínez, Cortijo y su Combo con Ismael Rivera, Magda Franco, Emilio Gálvez, Pompín y Nacho, Roberto Cantoral, Chico Gordillo, Artemisa Aguirre, Los tres Diamantes, Irma Carión, Los Polivoces, Lina Madrigal, Juana Gallo, Lucha Villa, Régulo y Amparito, Sergio Cansino y otros que sumaban 61 figuras del “cartel internacional”.

Polémicos diputados. Embarcados en aclarar la forma en que los dominicanos manifestaban sus sentimientos hacia Trujillo, los diputados montaron un teatro el 25 de mayo que algunos se tomarían en serio por los insultos, posiblemente ensayados, que intercambiaron. Antonio Armenteros, Porfirio Dantes Castillo, José Castellanos fueron los primeros en hablar y le siguió Manuel E. Rodríguez Jiménez revelando que a los jóvenes legisladores, entre los que estaba él, se les acusaba de tener “ideas tendenciosas” y se les tildaba de mala forma porque no se referían al “Jefe” en primera persona. Definió dos clases de trujillismo: “el trujillismo por Trujillo y el trujillismo por cuanto ha hecho”. “Trujillo es un símbolo nacional cuya labor ha sido calificada dentro y fuera como una dictadura, es una dictadura del pueblo porque Trujillo ha ocupado el poder durante el tiempo que lo ha hecho, por la voluntad popular”, significó.

Criticó a Federico Fiallo y definió a Carlos Rafael Goico Morales como irreflexivo, “una terquedad montañosa”. Agregó que el 95 por ciento de sus colegas no eran oradores y afirmó que él no practicaba en su casa antes de ir a la Cámara.

Manuel de Jesús Estrada Medina, Joaquín Cocco, Marino Vinicio Castillo, Gregorio García Castro respondieron a favor o en contra. Castillo “se explayó en conceptos y frases sobre la persona y obra de Trujillo” y fue interrumpido “por aplausos y vítores al líder dominicano” pero el presidente de la Cámara, José Ramón Rodríguez, no aplaudió. Tampoco García Castro ni Jiménez porque entendieron que esos aplausos no eran para el “Benefactor” sino para “la ponzoña lanzada por Castillo”, al decir de García Castro.

Rafael Vidal Torres pidió parar los debates porque él estaba “cayendo en una intranquilidad del Espíritu”. Añadió que la generalidad de los diputados se había ofendido. García Castro llamó a Trujillo “nuestro moderno prócer” y lo consideró “un arsenal de juridicidad”. Señaló que Goico exhibía una terquedad de jumento con temeridad aragonesa.

Estrada Medina declaró ser trujillista leal, y que si estaba en la Cámara se lo debía a Trujillo, para quien tenía una deuda de gratitud, tanto como su familia.

El diputado Eurípides Herasme Peña pidió no ubicarse en ese callejón sin salida de que se diga siempre “yo soy amigo de Trujillo” y señalo que él no diría “yo soy amigo de Trujillo, sino yo mato a cualquiera por Trujillo”. Para él, lo que se debía hacer era “trabajar dentro de la norma del trujillismo sin tanto cacarearse el trujillismo”. Y apuntó: “que ese ardor para proclamar el trujillismo sea para trabajar por el trujillismo”.

También estuvieron en las polémicas José Israel Sánchez Troncoso y otros. Goico Morales propuso suspender el debate. “Si venimos a laborar, hagámoslo, porque no estamos haciendo nada”, propuso.

El 23 de mayo, ya García Castro había dado un avance de lo que sería este espectáculo al declarar que no discutiría asuntos de fondo con Porfirio Dantes Castillo hasta que no se presentara un documento firmado por un psiquiatra que certificara que “ya Dantes Castillo está debidamente curado de las lesiones mentales que le han venido aquejando”.

El otro circo. El otro gran circo tenía lugar en la residencia de la “Excelsa Matrona”, como llamaban a Julia Molina viuda Trujillo, en los editoriales periodísticos, en suplementos e infinidad de telegramas felicitando ese “manantial de caritativos sentimientos”. La “madre amantísima del Ilustre Jefe” recibió cestos de gladiolos rojos y lirios cala. Kirshie María Fernández Domínguez le recitó “Madre privilegiada”, original de Leovilda de Sánchez quien fue de las primeras en felicitarla junto a Carmen Bonaparte de Barreiro, Lidia Calderón viuda Guzmán, Inés de Hodge, Alba María Ramírez Duval y los niños Wilvin Medina Leal, Luis Aníbal Beauchamp Trujillo. María Natalia de la Rocha de Reyes y Josefa Sánchez de González, de la Rama Femenina del Partido Dominicano, fueron las segundas de un desfile interminable.

Se entregó el “Premio Julia Molina de la Maternidad” a Alejandrina Francisco, de 49 años, de Jobo Claro, madre de 24 hijos. Consistió en una medalla de oro con la efigie de la “Ilustre progenitora del más grande de los dominicanos”, un diploma y un cheque por 350 pesos.

La Nación editorializó: “Madre excelsa es, entre nosotros, Doña Julia Molina viuda Trujillo, que preparó, sin saberlo, como la Madre de Dios, a su hijo Rafael Leónidas para la gran misión de salvar a un pueblo del caos y la anarquía y que heredó de ella, de la Madre predestinada, todas las virtudes sublimadas…”.

Fueron las últimas lisonjas a la viuda y el final de las comedias en el Congreso.

Trujillo: ¿murió a balazos o arrollado?




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28 Mayo 2011, 8:23 PM
REPORTAJE
Trujillo: ¿murió a
balazos o arrollado?
Escrito por: EMILIO HERASME PEÑA

Ahora que se aproxima el 50 aniversario de la muerte del dictador Rafael Trujillo Molina, la ocasión es propicia para esclarecer las verdaderas circunstancias en que se produjo; si fue por causa de los disparos hechos en su contra o atropellado por uno de los carros ocupados por los conjurados.

Esto así en virtud de que se conocen dos versiones diferentes sobre cómo murió Trujillo, una de ellas difundida por Antonio Imbert Barreras, el único sobreviviente de los siete conjurados que estuvieron presentes en la hoy autopista 30 de Mayo la noche que Trujillo fue ajusticiado.

La otra versión fue la que el conjurado Huáscar Tejeda Pimentel le dio a su esposa Lindín González a pocas horas de producirse el atentado, la cual ha sido refrendada por Miguel Ángel Bissié, ciudadano español que formó parte de la conjura debido a su estrecha amistad con el principal complotado Antonio De La Maza.

La versión en que coinciden la viuda de Tejeda Pimentel y Bissié es reforzada por una revelación hecha por Ramfis Trujillo en una entrevista que se le hizo en 1966 para la revista venezolana Elite, cuyo texto integro aparece en el libro de Bernardo Vega titulado “La Muerte de Trujillo”.

Según Imbert Barreras, Trujillo cayó abatido por un balazo que él le hizo en el momento en que el tirano se movía por detrás de su carro, instantes después que De la Maza lo impactara con otro disparo.

La señora González viuda Tejeda Pimentel reveló que su esposo le relató que él atropello a Trujillo con el carro Oldsmobile que conducía, tras una advertencia que le hizo su acompañante en dicho automóvil, Pedro Livio Cedeño.

Bissié narró por su parte que esa misma versión sobre la muerte de Trujillo la obtuvo de parte de los tres conjurados que se encontraban prisioneros junto con él en la cárcel de El 9, o sea el propio Tejeda Pimentel, Cedeño y Salvador Estrella Sadhalá, quienes estuvieron presentes en el lugar donde el dictador murió, razón por la cual debe verse apegada a los hechos y digna de ser creída.

El hecho de que Bissié y Tejeda Pimentel no fuesen amigos ni conspiraron juntos para matar a Trujillo, y que a más de eso se conocieron en la cárcel, hace más creíble su testimonio al respecto.

En la aludida entrevista que Ramfis Trujillo ofreció al periodista José Suárez Núñez, de la revista Elite, éste le preguntó lo siguiente:

“¿Es cierto que estaba desfigurado el rostro (de Trujillo)?”

La respuesta del hijo del dictador fue la siguiente:

“No es cierto. Sí presumo que la perforación que tenía debajo de la barbilla fue un tiro de gracia. Tenía otros cinco disparos, pero el más grave lo tenía debajo del estómago. El brazo y la mano izquierda estaban como triturados al parecer no por la maletera del automóvil, sino por las ruedas de un automóvil.”

Esta versión de Ramfis Trujillo no deja la menor duda de que, ciertamente, el cuerpo de Trujillo fue impactado o atropellado por un automóvil, y el único carro que lo podía hacer conforme al desarrollo de los acontecimientos de esa noche memorable, era el conducido por Tejeda Pimentel.

Es un hecho cierto que los carros ocupados por Trujillo y por quienes lo persiguieron para matarlo, pasaron frente al ocupado por Tejeda Pimentel y Cedeño.

Tejeda Pimentel permanecía estacionado en la autopista con la misión de interceptar el carro de Trujillo conducido por el capitán Zacarías De la Cruz cuando Imbert Barreras le hiciera los cambios de luces previamente acordados y practicados.

La intercepción del carro ocupado por Trujillo no se produjo por causa de que Imbert Barreras no hizo los cambios de luces en la forma establecida, o porque Tejeda Pimentel y Cedeño no los vieron, talvez porque se descuidaron debido al largo retraso en la salida de Trujillo hacia San Cristóbal.

Después que los carros de Trujillo y de los conjurados pasaron frente a ellos, fue que Tejeda Pimentel y Cedeño decidieron poner en marcha su vehículo en dirección este a oeste, al escuchar los primeros disparos hechos por Antonio De la Maza y Amado García Guerrero contra Trujillo y su carro.

En vista de que los hechos ocurrieron con tanta rapidez, Tejeda Pimentel y Cedeño llegaron al escenario del tiroteo poco después que el carro de Trujillo se detuvo y el conducido por Imbert Barreras se devolvió, y quedó estacionado con el frente hacia la ciudad capital, iniciándose la balacera entre el perseguido y su chofer, de una parte, y de la otra los conjurados que decidieron matar al dictador.

Trujillo y su chofer se desmontan de su carro para hacerle frente a los conjurados, y mientras se produce el tiroteo, Tejeda Pimentel y Cedeño llegan al lugar en el carro que ocupan.

Si Trujillo se movía por la parte trasera de su vehículo, Tejeda Pimentel y Cedeño lo pudieron ver perfectamente ya que las luces de su carro estaban encendidas, lo que también permitió a De la Maza y a Imbert Barreras distinguir mejor a Trujillo desde la posición que ocupan parapetados de su carro.

Conforme la versión de la señora González refrendada por Bissié, Cedeño le advierte a Tejeda Pimentel que Trujillo se escapaba y le pide impedírselo. Es lógico que Tejeda Pimentel solamente podía detener a Trujillo con el carro que manejaba y es entonces cuando decide embestirlo y atropellarlo.

Es perfectamente posible que coincidieran en el mismo instante los disparos sucesivos hechos por De la Maza e Imbert Barreras contra Trujillo y la acción de Tejeda Pimentel de arremeter con su carro al dictador, lanzándolo violentamente al pavimento y aplastando con una de las gomas delanteras del vehículo la mano y el brazo izquierdo de la víctima.

Semejante hipótesis es la única que puede hacer coincidir las versiones ofrecidas sobre el momento en que Trujillo muere, en vista de las diferentes y mortales heridas de bala que presentaba su cuerpo, así como las graves y también mortales lesiones que recibió en su mano y brazo del lado izquierdo.

Es fácil suponer que cualquier persona muere al ser atropellado por un carro bastante pesado como un Oldsmobile de los años 50, mucho más cuando un neumático de dicho carro le cae encima y tritura una de sus extremidades superiores.

En los 50 años transcurridos desde esa noche del 30 de Mayo de 1961, el tema relativo a las circunstancias en que se produjo realmente la muerte de Trujillo, jamás se ha debatido, aunque sí se ha escrito bastante sobre la trama para matarlo.

Esclarecer los detalles del momento en que Trujillo muere y a quien o quienes les corresponde atribuirle la autoría de su muerte, debería ser una tarea a realizarse, mucho más que Imbert Barreras está vivo y lúcido.

Reconstruir aquel instante estelar en la historia dominicana, en nada desmeritaría la proceridad de aquellos siete hombre que se reorganizaron rápidamente en el atardecer del 30 de mayo de 1961 para matar al temido y poderoso hombre fuerte del país que durante 31 años regía a su antojo los destinos nacionales.

Para decidirse a una acción de naturaleza tan riesgosa, se necesitaba de muchísimo coraje personal y arraigados sentimientos patrióticos, en vista de que ellos se exponían a morir en la acción o a consecuencia de ella y, como si eso fuera poco, exponer a toda clase de sufrimientos a sus hijos, sus esposas, sus hermanos y sus padres, tal como en efecto ocurrió.

El único de los siete conjurados que resultó herido de gravedad aquella noche fue Pedro Livio Cedeño, y en la reconstrucción de los hechos se determina que él no hizo un solo disparo, lo que pone de manifiesto el rol estelar que cada uno de los siete conjurados desempeñó en la materialización de esa gesta, sin tomar en cuenta si dispararon o no.

A más de eso, varios otros de los conjurados que no estuvieron presentes en la emboscada a Trujillo murieron mientras guardaban prisión como Miguel Angel Báez Díaz y un hijos suyo, en tanto que Modesto Díaz y Luis Manuel Cáceres Michel fueron asesinados personalmente por Ramfis Trujillo; mientras que Tejeda Pimentel, Estrella Sadhalá, Cedeño y Pastoriza, corrieron la misma suerte por haber estado en el lugar del tiranicidio la noche del 30 de mayo.

Otros que fueron asesinados por pertenecer al complot fueron los hermanos Ernesto, Pablo, Mario y Bolívar De la Maza, así como Segundo Imbert Barreras, hermano de Antonio, y Papito Sánchez Sanlley, quienes estaban presos en La Victoria desde mucho antes de la muerte del dictador. Otras víctimas fueron el general José René Román Fernández y su hermano “Babìn”, quien decidió suicidarse para evitar la repetición de las torturas previamente padecidas, tal como lo hizo también el doctor Robert Reid Cabral.

Quienes vivieron y conocieron en sus aspectos más represivos aquel régimen, saben de sobra el temor rayano en el terror que Trujillo causaba incluso a buena parte de sus colaboradores más íntimos y leales, y de eso estaban plenamente conscientes los que tramaron su muerte.

Todo eso significa que la reconstrucción detallada del instante en que Trujillo cae abatido y a causa de qué se produce su muerte, no disminuiría en lo más mínimo los merecimientos y la exaltación patriótica de quienes participaron directamente en el hecho, así como tampoco la de aquellos que formaron parte activa de la trama pero que no estuvieron presentes en la autopista la noche en que el tirano fue ajusticiado, como en los casos del general Juan Tomás Díaz y de Luis Amiama Tió.

“Yo le di un balazo”

Antonio Imbert Barreras

El único de los ajusticiadores del dictador Rafael Leonidas Trujillo que vive es el general (R) Antonio Imbert Barreras. Formando parte de la conjura, condujo uno de los autos utilizados por ellos en la hoy avenida 30 de Mayo la noche del Tiranicidio y llegó a dispararle a dictador que fue baleado previamente por Antonio de la Maza, de acuerdo con su testimonio.

“Estaba triturado”

Ramfis Trujillo

Después de ajusticiar a los héroes, el hijo del dictador Ramfis Trujillo se fue del país y ofreció declaraciones a medios internacionales. Entrevistado por el periodista José Suárez, de la revista Elite de Venezuela, dijo que el rostro de su padre no estaba desfigurado, pero que “el brazo y la mano izquierda estaban como triturados por las ruedas de un automóvil”.

“No lo podía dejar ir”

Huascar Tejeda Pimentel

Estando en el lugar de los hechos, esperaba un cambio de luces que nunca llegó para acercarse. Sin embargo escuchó un intercambio de disparos que le sirvió de señal. Avanzó en el auto en el que era acompañado por Pedro Livio Cedeño, quien advirtió queTrujillo escapaba. Tejeda movió su Oldsmobile atropellando al herido dictador.

“Le dio el tiro de gracia”

Antonio de la Maza

Fue el primero en disparar a Trujillo. Lo hizo con una escopeta que había sido recortada por Manuel de Ovín Filpo. Una bala, que penetró por la axila de su brazo izquiero, tenía todas las características de ser fatal. Sin embargo el tiroteo continuó, fue herido también por Antonio Imbert Barreras y el decidido ajusticiador de la Maza quiso asegurse. Disparó “un tiro de gracia”.

sábado, 28 de mayo de 2011

Sin Trujillo, pero con una falsa democracia

PANCARTA

Sin Trujillo, pero con una falsa democracia


Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com
Conmemorar el 50 aniversario de la merecida muerte de Trujillo puede compararse con las múltiples acepciones que tiene una palabra rica en significados.
Hay quienes se alocan y celebran empinando el codo. Otros apelan al disfrute de un buen chivo, con o sin orégano. Unos terceros convocan eventos de amplia cobertura mediática que apuntan a sumar bonos al latrocinio convertido en entidades.
Felipe Lora, por su parte, propone un juicio póstumo a Trujillo en la Corte de la Haya, donde se “deberá presentar un expediente con documentos que permitan acusar al tirano de complicidad en genocidio, genocidio, deportación, asesinato y de persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos”.
La sugerencia de Felipe Lora entraña acusar póstumamente a Trujillo de “de actos inhumanos, traslado forzoso, encarcelamiento y tortura; de homicidio intencional y confinamiento ilegal; de causar deliberadamente grandes sufrimientos a la población, de deportación o el traslado ilegal de sus opositores o de tratar de exterminar grupos étnicos minoritarios”.
Como la citada, se justifica toda acción orientada cimentar, mínimo en la memoria colectiva, que el tirano pase a la posteridad con su real imagen de barbarie.
Pero no basta. Buena parte de los esfuerzos por el derrocamiento de la tiranía fueron proyectos inspirados en programas, ideales y aspiraciones de cambios sustanciales en la sociedad dominicana.
A la muerte de Trujillo en 1961 y la pesadilla de sus remanentes, siguió el golpe de Estado de 1963, el balaguerato de 12 años, hasta llegar al medio siglo bajo el despojo o mediatización de derechos fundamentales de la ciudadanía.
Entonces, quedaron truncados aquellos proyectos patrióticos empeñados en cambiar el rumbo y edificar en República Dominicana un régimen de respeto a la dignidad humana, soberano y de profundas reivindicaciones sociales.
Lo que existe es, pues, una falsa democracia. O el secuestro de las aspiraciones democráticas.
En esas condiciones, queda en la inmediatez la celebración con regocijo del ajusticiamiento de Trujillo. Si la insatisfacción social se le deja al tiempo sería peor. Habría que imaginarse llegar al siglo arrastrando el signo de un presente tipificado por la dependencia al poder injerencista extranjero, el arrebato de nuestras riquezas naturales, la involución promovida de valores morales y culturales, y el etcétera kilométrico de la pseudo democracia dominicana.

viernes, 27 de mayo de 2011

Juicio Póstumo: Trujillo en la Haya

Juicio Póstumo: Trujillo en la Haya
Delitos: Genocidio y Crimen contra la humanidad:

Los juicios en la Corte Internacional de la Haya están de moda. Uno de los casos mas publicado fue el del Presidente de la República Federativa de Yugoslavia, Slobodan Milosevic. Milosevic fue acusado de algunos crímenes similares a los que Trujillo y sus secuaces cometieron en República Dominicana.

Ante la Corte Internacional, solo algunas de las atrocidades cometidas por Trujillo, o en su nombre, serían suficientes para condenarlo a cadena perpetua por Genocidio y Crimen contra la Humanidad.

Es por eso que sugiero que, en conmemoración de los 50 años de su ajusticiamiento, se nombre una comisión que represente a todos los grupos y estratos sociales que sufrieron, y todavía sufren, los estragos de la nefasta era, para que formalmente exija, ante la Haya, un juicio póstumo contra el tirano y criminal Rafael Leonidas Trujillo.

La comisión, constituida en cuerpo acusador, deberá presentar un expediente con documentos que permitan acusar al tirano de complicidad en genocidio, genocidio, deportación, asesinato y de persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos.

Además, acusarlo de actos inhumanos, traslado forzoso, encarcelamiento y tortura; de homicidio intencional y confinamiento ilegal; de causar deliberadamente grandes sufrimiento a la población, de deportación o el traslado ilegal de sus opositores o de tratar de exterminar grupos étnicos minoritarios.

También acusarlo de trato cruel, saqueo de bienes públicos o privados, de ataques contra civiles, la destrucción o daño deliberado de las instituciones dedicadas a la educación o religión, así como también de ataques ilegales a bienes de carácter civil.

En su historia, la Corte Internacional ya ha condenado a mas de 50 criminales; muchos de ellos por haber cometido mucho menos atrocidades que la cometidas por el diabólico y sangriento tirano Trujillo.

Estas acusaciones, acompañadas por cientos de miles de relatos personales o de familiares de los asesinados o”desaparecidos”, facilitaran a la Corte Internacional de Justicia lograr el veredicto de culpable brindándonos la oportunidad de cerrar, de una vez y para siempre, ese horroroso capítulo de nuestra historia; mientras que nosotros, nos aseguraremos de que esta clase de vejaciones jamás vuelvan a ocurrir en nuestra nación.

Felipe Lora
28 de Mayo de 2011

LOS DOCE AÑOS: EL PODER BALAGUERISTA

LOS DOCE AÑOS:

EL PODER BALAGUERISTA

José Antinoe Fiallo Billini


La puesta en circulación del libro “Los Doce Años: Contrarrevolución y Desarrollismo” de Roberto Cassá el pasado 9 de junio en el Museo de Historia y Geografía, así como “El Reformismo Dependiente”, de Wilfredo Lozano el próximo 24 de este mes en el “Instituto Dominicano de Cultura Hispánica”, constituyen un momento de particular importancia para la bibliografía histórico-política contemporánea.


La Genética del Balaguerismo

En ambos casos los investigadores parten de un análisis del lapso 1961 a 1965 como período clave para la comprensión de la genética del poder balaguerista, entendido como una forma de administración de la dictadura burguesa. En esta perspectiva es posible comprender la raíz real de los llamados doce años del balaguerismo, en la medida en que allí se perfila el balaguerismo como una fuerza política de sucesión a la dictadura de forma trujillista, a partir de su base social matriz, pero, en la práctica de ejercicio del poder, especificando sus particularidades históricas.

En efecto, si bien es cierto que el balaguerismo surge de las entrañas del trujillismo, su vocación sucesora, por un lado, y la dinámica de la lucha de clases por otra, ubican a la “burguesía de los funcionarios” cívico-militares trujillistas en la necesidad de relevar al trujillismo recomponiendo las alianzas de clase, y por lo tanto, transformándose como fuerza de mediación política entre el estado y el conjunto de las fracciones de la burguesía en alianza con la burguesía imperialista.

No es casual, pues, que la burguesía de los funcionarios que serviría como núcleo estratégico de la burocracia balaguerista, encabezara la llamada “transición” de 1961 gracias al soporte de la estrategia contrarrevolucionaria de la burguesía norteamericana y su estado imperialista. En tal sentido, lo que se conoce como “el inicio de la era democrática” o el Balaguer “iniciador de la democracia”, no es más que una mitificación, en la medida en que la transición post-trujillista será la concretización de la estrategia norteamericana, para lo cual la burguesía de los funcionarios balagueristas y la burguesía tradicional opositora, serían articuladas en un proceso de sucesión “pacífico y sin ruptura” para evitar las posibilidades de una guerra revolucionaria o una insurrección popular democrática.
Se muestra de manera clara, pues, la relación estrecha entre el poder extranjero y la fracción balaguerista en términos de su recomposición en la sucesión de la administración trujillista, alianza que permitió a la clase burguesa, al capital, detener momentáneamente la lucha democrática radical de las masas del pueblo, que irrumpirían en el mediano plazo, es decir, en 1965.


Periferia y Poder:
Ocupación y Balaguerismo

La lucha interburguesa y la lucha popular irán acumulando, en ese aleccionador período de 1961-65, un cúmulo agudo de demandas democrático burguesas frente al estado en reestructuración, tanto en el plano de los aparatos civiles como militares, lo que explica el colapso de la dominación burguesa en 1965. Hemos dicho que la dinámica de la ocupación e intervención militar norteamericana están precisamente en las consecuencia de ese colapso en términos de control del Estado y de control de la sociedad civil.

Se produce la ocupación militar norteamericana en 1965 para sustituir el estado neocolonial en crisis mortal, por lo que se establece en su sustitución una dictadura militar norteamericana de ocupación, con un mando político único, al cual se subordinan las fracciones burguesas criollas antinacionales y los cuadros políticos y militares subalternos a su estrategia contrainsurgente.

Esa estrategia contrainsurgente de las tropas de ocupación norteamericanas tiene como punto de partida al terrorismo del Estado norteamericano, llevado a efecto por sus tropas regulares y las tropas criollas con oficialidad bajo el mando único contrarrevolucionario, teniendo como escenario inicial la “Operación limpieza” de la Zona Norte de la ciudad de Santo Domingo.

A partir del terrorismo de estado norteamericano en la formación social periférica la dictadura militar crea las bases para una alianza político militar a partir de una dinámica de guerra contrarrevolucionaria cuyo objetivo fundamental es la seguridad estatal norteamericana en el contexto de su estrategia regional. Ello permite, pues, la articulación de los núcleos estratégicos militares y civiles que le permitirán al imperialismo transitar de su dictadura de ocupación a una dictadura norteamericana criolla que se expresaría en el régimen de transición de Héctor García Godoy, a partir del cual se estabilizarían los aparatos administrativos, civiles y de seguridad que garantizarían la imposición de Joaquín Balaguer.

La política de seguridad norteamericana para reestructurar el estado dominicano como estado periférico, ensamblaba los cuadros civiles necesarios y los cuadros militares y de seguridad en una misma dinámica cohesiva. En tal sentido, la política de terrorismo de estado norteamericano que se inició en la ocupación, continuó en la Zona Norte y se prolongó con la cacería de constitucionalistas y opositores al balaguerismo, fue una cadena orgánica a la política capital y su estado en continua reestructuración.

Dan Mitrione, ejecutado por la justicia popular uruguaya, por sentencia del MLN –Tupamaros, es un ejemplo claro del eslabón “perdido” de los “incontrolables”, de las bandas paramilitares que se ocultan por “razones de Estado”. Pero no es cierto que existieron o existen “incontrolables”, con sus intentos ingenuos y simplones de explicación, justificación o comprensión.

El terrorismo de estado norteamericano y el terrorismo de estado norteamericano-criollo, hubieran sido en el régimen de García Godoy o Joaquín Balaguer tienen la misma matriz, adquiriendo sus especificidades en la medida en que el balaguerismo, por el ejercicio del poder gubernamental y la dinámica de la acumulación capitalista, agregaba su cuota de particularidad en términos de sus intereses de fracción burguesa en el contexto de la estrategia de la burguesía extranjera y su poder imperialista.


Los 12 Años: Mitificación por Doble Partida

Los resultados electorales de 1966 tienen su raíz en esa recomposición impuesta por las tropas de ocupación frente al pueblo-nación en armas, pueblo nación que buscaba expresar su forma estatal democrático-revolucionaria en un gobierno en armas como el del coronel Francisco Caamaño Deñó. A la nación en armas se opuso la ocupación militar y su legitimación posterior, vale decir, el proceso electoral de 1966, razón por la cual Cassá tiene toda la razón al situar como paralelo histórico en cuanto a que la genética del balaguerismo es la contrarrevolución extranjera para los fines de la historia contemporánea.

Podemos decir que este paralelo es el relevo de la vieja alianza de 1961 para la “transición democrática” postrujillista que no pudo concretare por la aguda lucha interburguesa.

En tal sentido Joaquín Balaguer no asciende al gobierno por sus propias fuerzas, por una alianza “hecha por él”, en suma como consecuencia de sus propias fuerzas históricas sino en virtud del poder y la capacidad de las fuerzas imperialistas que crean las condiciones para un régimen “conservador” como respuesta a la insurrección popular de Abril de 1965.

El balaguerismo se hace viable u operativo, pues, luego que el poder extranjero creara las condiciones para su viabilidad, produciendo una modificación en a correlación de fuerzas y, es lo fundamental, limitando y anulando el poder armado popular constitucionalista. En ese contexto es posible el balaguerismo como alternativa política a partir de la dinámica descrita, y apoyándose en las fuerzas materiales que institucionalizaron el terrorismo de estado yanqui-criollo. Por ello, cuando se habla de “incontrolables” o de “retroceso”, que son variantes de justificación del poder de clase opresor o de caracterización individual de las responsabilidades políticas, en ambos casos se oculta el poder real detrás de cualesquiera poder criollo: el poder norteamericano.

El poder balaguerista, el poder de la fracción balaguerista, cívico-militar, tiene como soporte de despegue y consolidación el poder político militar extranjero y sus núcleos operativos estaban inscritos en la “Operación Limpieza” de la Zona Norte de 1965, aunque las particularidades del ejercicio del dominio de clase, de tipo bonapartista de Joaquín Balaguer, aportaban elementos importantes para la redefinición capitalita a partir de 1966.

Si bien es cierto que Balaguer no puede ser subestimado tampoco puede ser sobreestimado o sobrevalorado, otorgándole la función de “superhombre de la historia” para explicar su proceso o momentos de un proceso, allí donde la explicación reside en el poder del imperialismo y en la dinámica de la lucha de clases. Solo en esta dinámica, tal y como lo hacen Cassá y Lozano, con sus particularidades metodológicas en cada caso, podemos explicarnos la naturaleza del poder balaguerista.

Dan Mitrione está en sucesión directa a la División 82 Aerotransportada o a los equipos especiales de la CIA en la Zona Norte, y como organizador y antecesor directo de la Banda Anticomunista como expresión paramilitar, o en las simples operaciones de los órganos de seguridad regulares.

Lo que estaba detrás de Mitrione fue lo que hizo posible los “Doce Años”, al igual que los ocho años que le siguieron y los que vendrán, hasta que el pueblo releve la Nación en Armas de 1965.




El Nuevo Diario
Santo Domingo
17 de Junio de 1986
Pág. 11

En memoria de la resistencia




La fecha se escogió en ocasión de celebrarse, este 30 de mayo, los 50 años del ajusticiamiento de Trujillo.
Hoy/Francisco Reyes

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25 Mayo 2011, 7:37 PM
En memoria de la resistencia
Cincuenta años después. Este domingo 29 en un acto que encabezará el presidente Leonel Fernández será inaugurado el museo, ubicado en la Arzobispo Nouel 210, Zona Colonial

Escrito por: ROSA ALCÁNTARA ( r.alcantara@hoy.com.do)
Cincuenta años después de descabezada la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo, el país contará con el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, en el cual habrá una réplica de episodios vividos por los dominicanos durante tres décadas.

La simulación de lo que fue la cárcel de La 40, de la silla eléctrica en la que se torturaba a los opositores del régimen trujillista, del puente Duarte y de un robot que pronunciará el discurso original de Manolo Tavárez Justo contra el régimen, permitirá a la gente “sentirse en el momento de la época. Es una replica físicamente casi exacta de Manolo”, explicó a HOY el arquitecto Carlos Pinedo, diseñador del Museo que será inaugurado por el presidente Leonel Fernández este domingo 29.

La fecha se escogió en ocasión de celelebrarse, este 30 de mayo, los 50 años del ajusticiamiento de Trujillo.

Los que nacieron antes de la Era de Trujillo tendrán la oportunidad de rememorar aquellos tiempos fatídicos de la dictadura que vivió República Dominicana durante 31 años.

Los que no han cumplido aun 50 años podrán conocer los diferentes acontecimientos que marcaron la época y que provocaron miles de asesinatos.

El Museo está ubicado en la calle Arzobispo Nouel número 210, en una casa del año 1870, de dos niveles, que fue rescatada y adaptada para estos fines.

El diseño, explica Pinedo, es en base a tecnología museológica con seguridad de las piezas expuestas.

Cada sala, una época. En un recorrido por la estructura de diez salas, se observó a decenas de obreros que apresuran los trabajos para dejar lista la obra el día de su inauguración.

Cada sala recorre una época y un tiempo de la dictadura de Trujillo.

La primera inicia con los mitos de la Era, establecidos a través de propaganda política visual y textual. Allí se resalta la masacre de haitianos en 1937.

La segunda presenta los movimientos políticos y los personajes que surgieron y se destacaron contra el régimen. En la tercera resaltan elementos de las expediciones; en la cuarta está todo lo relacionado con el Movimiento 14 de Junio.

En la quinta, las protagonistas son las hermanas Mirabal. La sexta trata sobre el ajusticiamiento de Trujillo, el 30 de mayo de 1961, con ambientación de la avenida George Washinton y una exposición de lo que era ese momento. También hay una vitrina con elementos donados que posee la Fundación 30 de Mayo.

En la sala siete, el robot de Tavárez Justo; en la ocho una réplica del puente Duarte, de un escultor argentino.

La novena es sobre los “Doce años de Gobierno” de Joaquín Balaguer 1966-1978 y, separado de estas nueve salas se construye, en un sótano, una simulación de la cárcel de La 40.

Pinedo advierte que ese espacio tendrá un fuerte componente a nivel visual, pues allí habrá réplicas de la silla eléctrica y los azotes con los que torturaban a los opositores ideológicos y políticos de la tiranía.

Luisa de Peña, directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, ultima los detalles para el acto de inauguración del Museo.

Zoom

Carlos Pinedo

Es arquitecto, con 25 años de edad, encargado del diseño del Museo Memorial de la Resistencia. También participaron en el diseño de la obra la directora de la entidad, Luisa de Peña, y los museógrafos Anyeli Ginebra y Cesarín Medina.

Las gráficas y documentales son facilitadas por el Archivo General de la Nación. Habrá un ascensor para facilitar a las personas que vivieron la época el poder acudir al Museo sin dificultad.

jueves, 26 de mayo de 2011

Franklin Franco, conversa.



Franklin franco pichardo Historiador, sociólogo, profesor y político dominicano

Franklin Franco, mientras conversaba con DL en su residencia.SD.

Franklin Franco no recuerda cuánto tiene siendo catedrático de historia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). A sus 74 años, ya son muchos los años invertidos estudiando la evolución social. Al aproximarse los 50 años del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, conversa con DL sobre esta época que provocó su exilio.

P. ¿Cómo recuerda la tiranía?

R. Esa época para mí es una época tenebrosa donde los dominicanos tenían que vivir muy comedidos en el hablar, incluso hasta en el transitar, en el modo de vida en sentido general, por la existencia de controles políticos que hoy resultan insospechados. En consecuencia, mis recuerdos de esa época no son nada agradables, por eso yo amo tanto el presente.

P. Pero se sigue hablando de ella. Se escriben libros, se hacen conferencias y debates, ¿es que Trujillo sigue "vivo"?

R. Yo no diría que sigue vivo, yo diría que la dictadura tuvo tan largo trayecto, fue tan extensa y fue tan terrible, que todo el mundo la recuerda... Hay dos corrientes; una corriente, la sincera, la que trata de explicar la realidad, que envuelve la historiografía, las narraciones, los testimonios, y recopilación documental, etcétera, y otra pequeña corriente, que es la corriente, digamos, la que intenta maquillar.

P. ¿Cómo así?

R. Maquillarla, presentárnosla como un período atractivo donde, y ésta es una cuestión que manejan mucho, la tranquilidad era una realidad apreciable.

P. ¿Quiénes estarían maquillándola?

R. Los descendientes, los hijos, familiares de los que fueron funcionarios que quedaron económicamente muy bien porque recibieron de la dictadura recursos económicos cuantiosos, muchos de ellos estudiaron también en el extranjero, y como sus padres fueron cómplices de participar en esta dictadura, ellos ahora tratan de presentar una imagen idílica.

P. ¿Qué no se ha dicho de la dictadura para que los jóvenes entiendan bien cómo fue?

R. Es que las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello y, entre otras cosas, porque después de la desaparición física de Trujillo, fuimos gobernados durante 20 años por uno de los herederos e ideólogos fundamentales de aquel gobierno, y el período de la dictadura de Trujillo fue extirpado, fue secuestrado de la educación nacional... Bien mirado, lo que fue aquello y, evaluada la ignorancia que existe en la juventud sobre ese pasado tenebroso, la situación es trágica.

P. ¿Cómo fue su exilio?

R. Nací en la dictadura de Trujillo y comencé a tener y a recibir conocimiento real sobre el medio ambiente económico y político que me rodeaba por los propios acontecimientos que ocurrían a mi alrededor. Yo viví en San Francisco de Macorís en mi niñez y en parte de mi adolescencia, y yo conocí de la experiencia de uno de los asesinatos más horribles: la muerte de un niño de 15 años de edad que se llamó José Luis Perozo... fue asesinado cuando regresaba de un repaso de sus estudios a las siete u ocho de la noche... porque era hijo de una familia antitrujillista. Trujillo exterminó esa familia, a la familia Perozo, como exterminó a la familia Patiño... Yo creo que una altísima proporción de la población tuvo idénticas vivencias a las mías, sólo que el ambiente de terror no le permitía la adopción de una conducta opositora como yo la adopté.

P. Cuando mataron a Trujillo, ¿qué pensó?

R. Yo estaba en Estados Unidos, en Nueva York concretamente. Y para mí, ese ha sido uno de los días más felices de mi vida, con toda sinceridad. Yo tenía ya cinco años en el exilio y estaba siendo afectado por problemas sicológicos en mi desesperación por querer regresar y no poder.

P. Los exiliados y quienes arriesgaron su vida tenían un ideal de cambios, ¿valió la pena?

R. Hay mucho desencanto en el marco de los que vivieron el largo exilio porque, según ellos opinan, fue demasiado el sacrificio, fueron muchos los hombres que perdieron la vida para obtener al cabo de tan largo tiempo resultados tan precarios, porque en verdad vivimos en una democracia imperfecta y vivimos en un ambiente donde las conquistas sociales prácticamente resultan nulas.

P. A su juicio, ¿qué no se ha contado de la tiranía?

R. Creo que los puntos más oscuros desconocidos de la tiranía están alrededor de un supuesto desarrollo económico que recibió el país durante la Era, es un mito... y el también supuesto desarrollo cultural y educativo.

P. Pero se dice que Trujillo construyó edificios, carreteras, pagó la deuda externa...

R. Trujillo tenía el 60 por ciento de la propiedad industrial del país y casi el 70 por ciento de la propiedad agrícola de la tierra más favorable por la naturaleza para el uso en la agricultura, entonces ¿donde está el desarrollo económico de la nación? Pero, además, la distribución de la riqueza nunca resultó menos equitativa que durante la Era de Trujillo, los grados de miseria eran realmente espantosos y todo eso es una falacia, todo eso es mentira. ¿Quiénes han creado esa imagen? Los favorecidos durante la dictadura de Trujillo que luego alcanzaron el poder durante el régimen de Balaguer.

P. ¿Qué aconseja a las presentes y futuras generaciones?

R. Que fortalezcan sus conocimientos sobre el desarrollo histórico del país. Nada puede conducir a la adopción de una valoración certera de nuestra propia nación que el conocimiento de la historia.

P: ¿Estaría de acuerdo con que se traigan los restos de Trujillo desde España?

R: Yo creo que ese señor está descansando tranquilamente en tierra de Francisco Franco. Debe dejarse a ese personaje tranquilo.

"Nos han vendido una imagen maquillada del tirano y su gobierno"

Las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello".



De MARIELA MEJÍA

De luto, con velas e incienso

"felipe@lora.org" felipe@lora.org el_loro_dominicano
Mié, 25 de May, 2011 9:55 pm (PDT)


De luto, con velas e incienso

No podía creer lo que leía, en República Dominicana, los otrora beneficiados de los cruentos y aterradores 12 años de tiranía balaguerista, se reunirán para celebrar “el 45 aniversario del ascenso del ex presidente Joaquín Balaguer al poder.”

¡Lo increíble, para mí, no fue el hecho de la celebración, sino que esos antiguos trujillistas, antiguos balagueristas, y ahora cualquieristas, hayan tenido los “timbales” de hacerlo públicamente!

Y más increíble aun es que, esos criminales, quienes encubiertos por las tiniebla y las oscuras nubes de la maldad balagueristas se enriquecieron a expensa del pueblo, todavía gozen de gran influencia en los medios nacionales.

¡El anuncio de la “Gran Celebración” salió publicado en todos los medios impresos y electrónicos del país!

¿Como es posible que en nuestro país, después de ver extinguirse las llamas de libertad en aquel glorioso abril, después de ver como nos imponían el “muñequito de papel,” después de vivir las atrocidades del sanguinario tirano, después de perder los jóvenes pensantes de la época, se permita, públicamente y sin interrupción esta bofetada a la nación?

¿Como podemos permitir que los remanentes del balaguerismo celebren los doce años de terror, los horrores de la Banda Colorá, la institucionalización de la corrupción, el abandono de la educación, y la construcción y expansión de los cementerios dominicanos y que nadie diga nada??

¡Pero esto es el colmo!

¿Es que vamos a permitir que celebren los miles de desaparecidos, que celebren la transformación de miles de esposas en viudas y miles de niños en huérfanos?

No lo puedo creer, un grupo de balagueristas se unirán para conmemorar el 45 aniversario del ascenso del ex presidente Joaquín Balaguer al poder y los representantes de los antiguos partido de oposición, el PRD y el PLD, se harán de la vista gorda porque son de la misma calaña

No lo puedo creer, el acto se realizará públicamente, el 31 de mayo a las 8 de la noche, en el hotel Dominican Fiesta y estoy casi seguro de que nadie protestará, nadie se presentará vestido de luto, con velas y con incienso para impedirle la entrada al funesto espíritu de Balaguer.

Sin embargo, en honor a Sagrario Diaz, Amaury Germán Aristy, Narcisazo González, Amín Abel Hasbúm, Orlando Martínez, Maximiliano Gómez (El Moreno), Henri Segarra, Otto Morales, Tito Monte, Sagrario Díaz, Gregorio García Castro (Goyito) y muchos, muchos más, ojalá que me equivoque.

Felipe Lora

26 de Mayo de 2011

lunes, 23 de mayo de 2011

LA CAÍDA DEL RÉGIMEN Y LA MUERTE DE TRUJILLO

MUSEO DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA







LA CAÍDA DEL RÉGIMEN Y LA

MUERTE DE TRUJILLO




Dr. José Antinoe Fiallo Billini
Profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC)
Director del Colegio Universitario de la UASD




Ponencia presentada verbalmente en el Seminario “Trujillo: 1891-1961”
23 de Mayo 1991
Santo Domingo, Museo de Historia y Geografía





MUSEO DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA


PONENCIA:

SEMINARIO “TRUJILLO: 1891-1961”
MAYO 23, 1991

“LA CAÍDA DEL RÉGIMEN Y MUERTE DE TRUJILLO”

Por: Dr. José Antinoe Fiallo Billini

Con dedicatoria a mi tío Gilberto Fiallo Rodríguez y su lucha antitrujillista


Como dijo la Señora Directora, nosotros vamos a intervenir hoy sobre un tema que el Profesor Emilio Cordero Michel, por las razones que ella señaló, no puede abordar y me avisó a su debido tiempo, para que nosotros lo preparáramos para la noche de hoy.

Voy a tratar de hacer un esfuerzo para dar una explicación a lo que es la crisis final de la Dictadura de Trujillo, tratando de hacer hincapié, primordialmente, en algunos aspectos que yo entiendo pueden ser algún aporte y en aquellos elementos que han sido bastante trabajados ya, haciendo referencia a esos aspectos, en el caso de que alguien lo haya trabajado, de forma tal que no sea necesario entrar en un terreno repetitivo conocido por ustedes.


1. RAÍCES ESTRUCTURALES Y COYUNTURA

En primer lugar yo voy a hacer algunos razonamientos introductorios. Esos razonamientos introductorios partirán de uno que yo entiendo que es fundamental. No se tiene a veces claro lo que es, en toda su extensión, el Estado; pero realmente no se aprende, no se tiene la idea clara a veces de lo complejo que significa y la dominación de Estado es que es Dictadura; y yo les voy a aportar un concepto mucho más vasto y complejo de lo que es una dictadura, en el sentido de que aprecio la dictadura como una forma del ejercicio despótico del poder social y político; quizás un concepto un poco más vasto de lo que sería, incluso, una dictadura, sería una concepción de lo que sería el poder y la opresión. ¿Qué implica el poder y opresión?, ¿cuál es su complejidad?, ¿cuál es su vastedad? Y podemos llegar a la conclusión de que una Dictadura es integrada por una variedad, por una gran cantidad de poderes de opresión, es decir, de mecanismos y espacios para subordinar y dominar a la gente. Es un campo muy vasto, muy variado de fuerzas, muy complejo, es una gran alianza, un gran pacto político de fuerzas dominantes. Es una macrocultura.

Yo analizo el proceso así porque hay la tendencia de simplificar un poco lo que la Dictadura de Trujillo como un gobierno de represión, y eso es lo que permite la política de frustración; es decir, el razonamiento frustratorio. Pero si nosotros nos centramos de esta manera, que un dictadura está compuesta de muchas formas, de muchos poderes articulados, que forman parte de una estrategia común, podemos ver en un concepto más amplio la función que puede tener la Jefatura Política en un grado absoluto, pero también, cómo se relacionan esos liderazgos individuales, en este caso el de Trujillo con todos esos poderes para subordinar el pueblo dominicano. Entonces, yo creo que esto es lo que permite posteriormente entender un poco la crisis; si nosotros vemos la dictadura como una estrategia de esos poderes de opresión articulados, podemos entender que una dictadura entra en crisis, entre otras razones, cuando componentes de esos poderes entran en contradicción entre sí; el elemento de cohesión que impera en la dictadura de esos poderes comienza a fraccionarse, comienzan a confrontarse y aparecen también en su exterior; confluyen las contradicciones de esos poderes de opresión con la lucha de las fuerzas alternativas opositoras que comienzan a actuar frente a ellos; es decir, hay elementos internos de la propia naturaleza del poder y elementos que son externos al poder que se conjugan. Por esa vía, ni razonamos la coyuntura aislada de la estructura, ni entramos a razonar la crisis de la dictadura como una especie de crisis de poder unipersonal: sino que hay muchos otros poderes, una crisis de los poderes que integran esa dictadura. Ese es mi razonamiento inicial.

En función de eso tendríamos que ver dos planos de la crisis de la dictadura de Trujillo. Uno, las causas que son estructurales; y dos, las causas que pueden ser llamadas coyunturales. Yo explicaré las causas estructurales, se las explicaré sin mucha complicación: son causas que están en la genética y operación cotidiana de la dictadura, en la manera en que como ella surgió y en la manera en como ella puede desarrollarse como dictadura. Sería un poco, en términos comparativos, los factores genéticos, lo que es el ser o naturaleza de la dictadura. Los factores coyunturales serían los referidos a factores y comportamientos en momentos específicos a esa dictadura que fue en desarrollo; es decir, lo estructural hay que verlo en el largo plazo, es un proceso largo de los factores de crisis del trujillismo; los factores coyunturales son los que van a surgir en un período, en un momento determinado, en un tiempo más breve, en este caso entre 1955 y 1956 hasta el año 1961. Las razones estructurales son las que están referidas a la manera en que se constituyó el trujillismo como dictadura, las que definen a esa dictadura como una determinada forma de opresión. Las causalidades coyunturales son referidas al comportamiento de determinado factores de un momento específico, incluyendo situaciones de su entorno internacional; cómo se comportan los factores estructurales, es decir, lo que hizo el trujillismo de determinada manera en un momento coyuntural y, por tanto, de qué manera actúa la dirección política de la dictadura. Es decir, los factores estructurales se vienen acumulando de lejos, se agravan con factores de un momento determinado, y esos factores estructurales en un momento determinado, pueden agudizarse, dependiendo de cómo la dirección política maneje esos factores. Entonces, agregaríamos a los factores estructurales y coyunturales, la crisis de dirección política de ese Estado, cómo se comportó el trujillismo frente a su crisis final.

Para cerrar el razonamiento introductorio, yo agregaría lo siguiente: encontramos la vida en un análisis muy complejo, con muchas contradicciones y en un terreno difícil en razón de que la dictadura de Trujillo no es una dictadura difícil de analizar en lo que se refiere a las relaciones entre los jefes políticos y todo el sistema. Hay otro aporte para los análisis de este tipo de estructuras políticas, yo señalaría, por lo menos tres aportes, así rápidamente. Por ejemplo, hay aportes que Marx escribió en el caso de Luis Bonaparte; están los estudios de Leon Trotsky sobre el problema del equilibrio catastrófico y del estalinismo y están los estudios de Antonio Gramsci sobre las hegemonías. Y hay apreciaciones propias de la represión trujillista sobre esas relaciones entre el líder y el sistema político. En “La Palabra Encadenada”, por ejemplo, el Doctor Joaquín Balaguer, en un discurso de 1959, dice: “Trujillo, al final de tres décadas, ha dejado de ser un simple dirigente político para transformarse en un aliado, y el gobierno que él inspira y al que ha impreso el sello indeleble de su personalidad, es ya algo más que un gobierno, es un régimen; frente a la formidable estructura encadenada en ese orden y en esas instituciones, se alzan actualmente los abanderados del espíritu subversivo, etc.”. Llama la atención el que una dictadura como la de Trujillo, y otras formas dictatoriales que se puedan asimilar a ese abordamiento, presentan un rasgo que ha sido definido por varios de los autores que yo les he señalado, en este caso Carlos Marx, Leon Trotsky y Antonio Gramsci y la insinuación que hace el doctor Balaguer. Es decir, son sistemas políticos en los cuales el liderazgo principal ejerce una función muy importante para el equilibrio en conjunto del sistema. Es decir, para que el sistema político de dominación opere, el liderazgo tiene que cumplir la función de armar los poderes de opresión, de contribuir a realizar una tarea especial para armar a todos esos poderes de opresión. Entonces, cuando esa pieza clave del sistema político comienza a moverse, es desplazada, o es averiada, se produce una situación que ha sido caracterizada por algunos de los autores que yo señalé, como equilibrio catastrófico; es decir, el ejemplo que se pone es un gran corcho, agarrado en su base por una especie de alfiler, y el corcho está sostenido por el equilibrio que se logra con la cabeza del alfiler.

Ese tipo de dictadura puede lograr permanecer en el tiempo, durante largo tiempo, porque el liderazgo y la forma en que se organizaron los poderes de dominación garantizan por un largo tiempo la continuidad de ese dominio; sin embargo, su fortaleza, que está en la relación entre su liderazgo vertical y todo el sistema político, es a su vez debilidad para el largo tiempo; es decir, en la medida en que la cabeza del alfiler se mueve como base de sustentación del sistema político, hay una crisis generalizada. El doctor Balaguer (presa de ese sistema), insinuó las dos cosas en su texto, que se había dejado un sistema, un régimen que podía aparentar en su juicio estabilidad, pero en el segundo nivel de su razonamiento, afirma que hay una estructura política encarnada por un hombre. Posiblemente en su razonamiento, él pensaba que se podía llegar a Trujillo a través de un Sistema Político, sin embargo, la dinámica del Régimen de Trujillo, nos indica claramente a partir del análisis histórico, que no era posible llegar a la dictadura de Trujillo, institucionalizada a través, exclusivamente, del sistema político en sí, a través de un sistema político estable; a medida que el liderato principal fuera eliminado, se eliminaba uno de los factores claves para el equilibrio del conjunto del sistema político. Vamos a ver, si efectivamente es apreciación que yo hago, que tiene una base de sustentación sólida en función del razonamiento teórico y político y se da en la realidad.


2. CAUSAS POSIBLES HACIA UNA CRISIS FINAL

Entonces, vamos a comenzar a analizar cuáles son los factores que generan lo que es la crisis final del trujillismo. Veamos un factor estructural básico. El factor estructural básico de la Dictadura de Trujillo, de su crisis en desarrollo, está referida a que la Dictadura de Trujillo tenía dos componentes sumamente importantes: el monopolio fundamentalmente orientado a consolidar un sector de la burguesía, es decir, a la burguesía trujillista, el monopolio económico. Aunque existen capas de la burguesía que no son propiamente trujillistas, el sector trujillista subordina el conjunto de los capitalistas a la dinámica de su propio desarrollo. Ustedes saben perfectamente bien que Trujillo desarrolló una cantidad apreciable de monopolios, “estatales” y “privados”, y que en poco tiempo, prácticamente a finales de la década de los 30, ya tenía consolidado todo lo que es la hegemonía, el predominio del sector capitalista propiamente trujillista.

Lo que puede llamarse competencia entre sectores burgueses no entraba dentro de la lógica del sector trujillista; es decir, ellos permitieron el desarrollo de sectores de la burguesía en la medida en que ellos, como fracción de clase económicamente dominante, no pudieran perjudicar sus intereses fundamentales. Entonces por un lado, hay una dinámica de monopolio, con la tendencia al monopolio; y por otro lado hay una necesidad de mantener permanentemente una sobre-explotación de toda la población dominicana, es decir, para mantener altas tasas de rentabilidad en la economía azucarera, en la economía industrial, en todo lo que es producción agropecuaria para el consumo interno y para la exportación. El trujillismo requería necesariamente mantener una sobre-explotación sobre el grueso de la fuerza de trabajo productiva. Como el Profesor Roberto Cassá en la intervención que hizo sobre el movimiento obrero, caracterizó un período de la década de los 40, y decía con muchísima razón, que el protagonismo que se daba a los trabajadores dominicanos de ese período se ve fundamentalmente ésa sobre-explotación cuando el período de guerra mundial le permitió una cierta liquidez al régimen, para poderse manejar y satisfacer una serie de demandas sociales. Pero el trujillismo, en sentido general, se movió en ese esquema estructural. Garantizar que el sector trujillista mantuviera el control de la economía capitalista, subordinar al conjunto de los otros capitalistas a sus intereses y, por otro lado, mantener un ritmo, una sistematización de la explotación de la fuerza laboral, sea ésta urbana o campesina. En el caso de la explotación de las masas rurales está la incorporación del campesinado dominicano a la producción obligatoria, la producción de la inmovilidad de la población campesina, cosa de mantenerla fija, cosa que logró relativamente durante la dictadura prácticamente en el 70% de la población en condiciones de población rural.

Quiere decir que el trujillismo para desarrollarse como sistema de opresión, requería de esos dos elementos. Un grupo burgués fuerte que mantuviera el grueso de los sectores capitalistas subordinados y una explotación masiva sobre el grueso de la población popular.

Esos factores estructurales son los que se van a ir manifestando de manera muy clara en momentos de crisis, específicamente, no solamente en el año 1957, 58 y 59, sino en períodos, incluso, anteriores.

Ahora, esa dinámica, económica y social, tiene su contraparte política. A la necesidad de mantener un control sobre las condiciones en que se desarrolla el capitalismo, el trujillismo necesita de un sistema político que se corresponda con esa necesidad. Se integran en unos partidos, el Partido Dominicano y, a veces, pequeñas aperturas, con la finalidad de manejar los conflictos sociales y los conflictos de clases, se integran nuevos partidarios; todo un aparato de terror político-militar para garantizar el dominio de cualquier expresión social y presencia cultural dentro de los esquemas trujillistas. Es decir, no se puede pretender la producción y creación de cultura al margen de los que son los intereses trujillistas. Predominantemente, la producción de cultura, sea ésta básicamente de cultura espiritual, creación artística y estética política, debe darse en el contexto de ese monopolio político que debe corresponderse con las tendencias monopólicas estratégicas de entonces.

Entonces, hay exclusión subordinadora en el desarrollo del capitalismo, sea para sectores capitalistas y para la masa popular de la población, así como exclusión social y exclusión política en el sistema político. Entonces, las raíces estructurales de la dinámica del trujillismo están en una concepción absoluta de exclusión, manejándose en situaciones coyunturales el problema de la exclusión, coyunturalmente, pero no integrando elementos de participación; o sea, la misma clase capitalista sobre los sectores populares, al manejo de la problemática y del desarrollo de la dictadura.






3. COYUNTURA Y CONFLICTOS

Esos factores estructurales básicos del trujillismo se van a exacerbar en la coyuntura de 1958 a 1961 por una serie de factores. Primer elemento que merece ser señalado como un elemento que va a exacerbar ese tipo de desarrollo socio-económico y político son, entre otros, la recesión de los Estados Unidos de 1957. Muchos autores que han estudiado el problema de la recesión norteamericana del 57 y 58, autores dominicanos y autores cubanos, porque sobre todo, en el caso de la República Dominicana, sitúan la recesión norteamericana como un impacto importante. En términos de números se puede decir que entre 1957, 58 y 59, la recesión norteamericana golpeó la economía dominicana de tal forma que por lo menos se perdió en ingresos en dólares, el 50% del presupuesto dominicano en uno de esos años. Se calcula que en esos tres años, la República Dominicana, como consecuencia de la recesión norteamericana, perdió por lo menos de 50 a 54 millones de dólares en ingresos, lo que era muy importante en esa época.

¿Qué impacto tiene eso sobre los problemas estructurales? Si los problemas estructurales están caracterizados porque se excluye el grueso de la población, en la economía, en la cultura y en la política, cualquier limitación de la dictadura en términos de recursos, significa problemas serios en términos del manejo de las inversiones que requiere para enfrentarse al agravamiento de problemas estructurales. En este caso, 50 ó 54 millones de dólares solamente en pérdidas por el deterioro de los términos de intercambios por los productos que fundamentalmente se colocaban en la economía norteamericana, significó un problema muy serio en términos de recursos para la operación corriente de la dictadura, porque Roberto Cassá, en “Capitalismo y Dictadura”, estudia en uno de sus subtítulos, los dispendios del trujillismo en los últimos dos años, en los 3 últimos, ó 4 años; es decir, que el papel de los 53 ó 54 millones de pesos hay que sumarlos a otros factores, como por ejemplo, el gasto militar. El gasto militar se calcula en los últimos años, en alrededor de 50 millones de dólares, gasto que probablemente no se haya ido todo en gastos militares, sino que se haya ido en el poder de la corrupción que asomaba ya en una forma bastante generalizada. Pero si usted suma 53 millones en pérdidas producto de la exportación en tres años, y usted le suma 50 millones de dólares entre los años 58, 59 hasta la expedición revolucionaria de Constanza, Maimón y Estero Hondo, y el 1960, usted está hablando ya de unos 103 ó 104 millones de dólares, que en relación al presupuesto anual de la República Dominicana, que era cerca de los 120 millones de dólares, significa prácticamente un presupuesto completo para uno de esos años. Entonces la iliquidez para operar la dictadura es un conflicto, porque la dictadura de todas maneras es un gran mecanismo de clientela. Es decir, yo señalaba al comienzo que hay que observar la dictadura como una gran red y una gran alianza, y las alianzas no se mantienen exclusivamente por razones ideológicas, razones de lealtad ideológica, política y moral; si no que hay una gran cantidad de personas que se mantienen a través de la forma y la operación corriente clientelas de la dictadura trujillista.

En segundo lugar, en el terreno de la problemática económica está la definición que tuvo que hacer el trujillismo de a quién tenía que beneficiar y a quién tenía que perjudicar, en situaciones de iliquidez. Propiamente, el grupo trujillista que liderea el poder toma la decisión sobre política económica, y va a estar orientada a mantener su situación de grupo hegemónico dentro de la burguesía. Cuando tienen que adoptar medidas para poder superar el problema de iliquidez que se le está presentando, tiene que recurrir a medidas impositivas que, naturalmente, deben perjudicar predominantemente al sector capitalista “privado”, no directamente encabezando la dictadura, aunque aliado a él durante mucho tiempo. Tienen que recurrir a mecanismos impositivos que afecten a ese sector de los capitalistas y al sector de la clase media y tiene que recurrir a la decisión de en qué utiliza los dólares que tiene para fines de la importación, porque la economía dominicana es una economía absolutamente dependiente, fundamentalmente de los Estados Unidos, y para su funcionamiento subsidiario, tenía que tener una masa de dólares destinada, fundamentalmente, a la reposición de maquinarias y a la obtención de materia prima. Pero cuando tiene que decidir entre lo que es materia prima para empresas trujillistas y lo que es materia prima de empresas de propietarios que no sean directamente del aparato político, decide voy a invertir en materia prima para mi emporio, no voy a invertir ni voy a otorgar dólares para que puedan funcionar determinadas empresas que no son unas empresas directamente controladas por mí. Quiere decir, que cuando se enfrenta la problemática tiene que decidir hacia dónde se orienta la política económica y necesariamente su política económica que es para mantener al grupo trujillista, lo que va a comenzar a estimular conflictos con sectores de la burguesía dominicana, sobre todo importadora e industrial, que requiere de una masa de dólares para operar.

Esta situación se agravó con las sanciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que se aplicaron a partir de 1960, no tanto por las sanciones en sí, porque como dice alguien por ahí, inclusive, Trujillo le compró petróleo a Venezuela directamente a través de la Refinería de Curazao. No fue por eso. Fue porque los Estados Unidos se vieron obligados a retener un diferencial de la venta del azúcar por 20 millones de dólares. Quiere decir, que si a eso sumamos los 54 millones de dólares en pérdidas por intercambio desigual y por la recesión de los Estados Unidos, la pérdida de 50 millones de dólares en razón de la problemática referido al manejo militar, la retención de 20 millones de dólares por el diferencial del azúcar y si a esto se le agrega la pérdida de capital, establecida ya por la investigación, en este caso, de Roberto Cassá, de alrededor de 200 millones de dólares que el grupo trujillista en los últimos años, nosotros nos vamos a encontrar con una suma apreciable que debe estar rondando en ese momento en cerca de 400 millones de dólares. Quiere decir que, la capacidad de la dictadura para mantener su relación con el entorno internacional, se dificulta.

La teoría del “nacionalismo trujillista”, por cierto parece que ha aflorado en algunas ocasiones, es una teoría que no tiene ningún tipo de sostén.

Toda la naturaleza estructural del desarrollo de la economía trujillista sigue siendo fundamentalmente una economía de carácter dependiente. Toda la información y todos los datos, en lo que se refiere a los ingresos fundamentales del Estado Dominicano, sigue estando en función de la actividad de la exportación, en eso no hay ningún tipo de dudas. Ahora bien, la problemática que se presenta ahora con esa situación de iliquidez de la dictadura se refiere a cómo se vincula ella con el capitalismo mundial, es decir, cómo el trujillismo, que es parte de la economía mundial capitalista, se va a manejar ahora con esa situación de crisis en términos de ingresos, sobre todo en divisas, para poder operar una economía dependiente que requiere de una masa importante de divisas para mantener la economía industrial satisfactoriamente, fundamentalmente: la economía azucarera y todo lo que es el mecanismo de importación y exportación, que son realmente los mecanismos que vinculan la economía internacional. Por lo tanto, cuando se está hablando de la problemática de la crisis de la economía trujillista, hay que verla en su impacto político inmediato, debilita el funcionamiento del aparato político, comienza a resquebrajar las relaciones de alianzas que hay entre el trujillismo y el grueso de los sectores dominantes de la sociedad y la economía, y entonces, ahí comienzan a aparecer las fisuras y los desequilibrios que van a permitir que se generen diferentes fuerzas políticas en los años 60 y 61 que parten del propio corazón de la manera en que se organizó la dictadura.

Yo quiero avanzar, aunque voy a meterme en ese razonamiento posteriormente, un poco el hecho de que el complot del 30 de Mayo, por ejemplo, haya tenido una determinada naturaleza, no hay que buscarlo tanto como en algunas ocasiones se ha hecho, aunque ese elemento puede tener un valor en los llamados resentimientos personales de los que organizaron el complot, porque ahí sí hay interpretación. Hay interpretación porque un cúmulo de sentimientos personales que se centralizan específicamente en acuerdos con De la Maza, por ejemplo con el caso de Juan Tomás Díaz, lo que hizo posible que se produjera un aglutinamiento de complotados para la ejecución de Trujillo. O por ejemplo, los factores de tipo personales inciden en la vinculación y en la relación de la gente; pero lo que influye que en el complot del 30 de Mayo hayan participado parte de elementos importantes de la burguesía burocrática, vamos a decirlo así, y de la burguesía tradicional, está dado por la manera en que la política de Trujillo comienza a afectar un conjunto de los sectores sociales, entre los cuales estaban parte de los que participaron en el complot.

Es muy importante para nosotros tener en cuenta que los factores coyunturales comienzan a operar sobre el conjunto de las alianzas que mantienen el trujillismo, es decir, el trujillismo no es una dictadura donde aparece un Jeque político y una familia alrededor totalmente aislados, sino que es una constelación de fuerzas sobre la base de un programa político. Cuando el programa político de coalición se comienza a romper por la política económica, para garantizar la supervivencia del grupo o clan trujillista, se comienza a crear las condiciones de contradicciones dentro de los grupos del poder y comienzan a surgir en los grupos de poder, desgarramientos opositores producto de la propia coyuntura.


4. COYUNTURA Y VIDA URBANA

Otro elemento importante del impacto de la problemática de la política económica del trujillismo era la crisis de la inversión urbana, por ejemplo, en el sector de la construcción. Se calcula que, además de ese elemento importante que era la crisis de la inversión urbana en el sector de construcción en lo que es el espacio urbano, además de eso, se presenta una reducción importante de los ingresos reales de los trabajadores urbanos. Es decir, en lo que es la problemática urbana, se presentan dos cosas concomitantemente: se reduce la inversión de la construcción urbana, una parte importante de la fuerza laboral urbana vinculada al sector de la construcción se desmoviliza, sobre todo, desde maestros constructores, pegadores de blocks, gente que trabaja con varillas, etc. Hay una desmovilización importante del sector laboral. Es importante darles el dato de que a finales de la Dictadura de Trujillo, ya había una apreciable fuerza laboral urbana vinculada al sector de la construcción y el conjunto de los trabajadores urbanos ascendía a un 4% de la población económicamente activa. Quiere decir, que cuando se ataca el problema de la inversión urbana, comienza a descender la población asalariada urbana rápidamente, pero además, por las medidas económicas que se adoptan, comienza a atacarse el ingreso real de los trabajadores.

¿Por qué esto es importante? El trujillismo había mantenido la población campesina, como una especie de retaguardia social y política con las estrategias que utilizó, y en el nivel del manejo de la población urbana y trabajadora de la pequeña burguesía cuando tuvo que utilizar la represión generalizada y directa, la utilizó. Entonces, en el trujillismo se van a presentar dos fenómenos simultáneos políticos. En el nivel de las ciudades producto de su política económica comienza a generar la movilización de las capas medias afectadas por sus medidas de política económica, y fue el problema del ingreso real, recorte de algunos servicios sociales, afectando hasta a la clase trabajadora urbana, a los sectores pobres, lo que sería la incipiente aparición del chiripero; porque el fenómeno de urbanización está ya en su proceso de apertura acelerada, que es a final de la década de los 50. De 180,000 y pico de habitantes que tenía la ciudad de Santo Domingo a principios de la década de los 50, va a pasar a tener en el 1961, de 325 a 330 mil habitantes. Entonces, su política frente a los sectores urbanos es el timonel de la movilización de esos sectores urbanos, y en la retaguardia campesina toda aquella vieja política del trujillismo de integrar al campesinado como campesinado parcelario, productor, pequeño y mediano, para aumentar el consumo y la exportación, así como estímulo de algunos sectores la burguesía agraria, comienza a ser afectado porque el trujillismo, en la medida en que se va desplazando en el espacio, va a ir siendo cada vez más un fenómeno urbano. Para el trujillismo es más importante acumular en la ciudad en fábricas, industrias, en bancos a través de mecanismos informales, incluso que el acumular produciendo en condiciones capitalistas en el campo, es decir, el trujillismo comienza a operar así y crece una contradicción. Su vía de desarrollo tiene que estar centrada en la acumulación capitalista nacional, pero tiene que atacar a parte de la burguesía urbana y tiene que atacar a la masa de la población laboral urbana para mantener su nivel de rentabilidad y no puede volver a su esquema de los años 30 de acumular en la economía agropecuaria porque no tiene recursos suficientes para destinar a la economía industrial-manufacturera y para la economía del sector agropecuario. Entonces, la coyuntura económica lo va entrampando; lo va entrampando en sus condiciones de reproducción y de poder mantener esa gran coalición de fuerzas que iban desde el campesinado hasta sectores de la burguesía que no estaban medularmente vinculadas al poder político.

Fíjense cómo se va cerrando un poco la capacidad de maniobra de la dictadura en el espacio nacional, o sea, en el campo y la ciudad, se les van cerrando los espacios. Ahora, fíjense cómo se van cerrando los espacios externos a Trujillo. Aquí yo uso la palabra externo, nada más para que sepan para donde yo voy. Realmente es una dictadura, no solamente en el espacio interior. Una dictadura y cualquier estado tiene un espacio que no es territorial-nacional, sino que se manifiesta en su región o puede tener características planetarias como los Estados Unidos. En el caso de la Dictadura de Trujillo, la Dictadura de Trujillo no era solo territorial nacional, sino que tenía, no solamente sus ramificaciones internacionales a través de sus aparatos, sino a través de todo un sistema de movilización política que iba desde el lobismo clásico de los Estados Unidos hasta su vinculación con los servicios de seguridad de otra dictadura, como es el caso de la de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela o como la de Fulgencio Batista en Cuba. Es decir, en esos Estados “Nacionales” había una parte del trujillismo. Y en el Estado “Nacional” Dominicano, había una parte de Batista y había una parte de Pérez Jiménez, lo mismo que había una parte de los Estados Unidos, porque el poder político norteamericano ha sido siempre, sobre todo y agravado en 1916, parte importante del poder político dominicano. La dictadura no es solo un campo de alianzas territoriales nacionales, sino un campo de alianzas donde se manifiestan las fuerzas internacionales y donde esas fuerzas internacionales pueden jugar un papel tan importante como cualquier componente nacional, como parte de esa dictadura.

A partir de ese razonamiento, veremos cómo el espacio internacional de la dictadura se va cerrando. Por ejemplo, se derrota a Marcos Pérez Jiménez. El análisis del derrocamiento de Pérez Jiménez aquí nunca ha sido lo suficientemente agudo, por decirlo así, para que se entienda lo que significó el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela. ¿Por qué? A Marcos Pérez Jiménez comienzan a derrocarlo en el levantamiento del 23 de Enero de 1958. ¿Qué hay como consecuencia del levantamiento del 23 de Enero de 1958? La Junta Patriótica Venezolana, encabezada por W. Larrazábal. Larrazábal, Contralmirante, representante de una parte del Ejército de Venezuela, era sobrino del dominicano Larrazábal Blanco (investigador y exiliado). Pero en la Junta participaba nada menos y nada más que el que iba a ser Tesorero del Partido Comunista de Venezuela, asesinado durante el período de 1964-65, cuando Carlos Andrés Pérez era Ministro de Interior, pero era un representante de la izquierda venezolana. Porque hay una cosa que hay que decir bien claro, cuando se derroca a Pérez Jiménez, la izquierda venezolana sale con una autoridad moral muy grande; no es el grado “heroico” de Acción Democrática quien aparece en primer plano en el derrocamiento de Pérez Jiménez, sino que es una parte de la izquierda venezolana, situación que no pudo aprovechar posteriormente la misma izquierda venezolana. Y uno de los miembros de esa Junta, como les señalaba, va a representar fundamentalmente la izquierda venezolana. Es decir, que cuando se derroca a Marcos Pérez Jiménez inmediatamente se abre un proceso muy interesante, una situación más a la izquierda de Rómulo Betancourt. Eso es lo que permite que rápidamente se produzca una movilización de los exiliados en Venezuela y una reorganización de fuerzas en Venezuela amparados no solamente en la protección que les da esa Junta, que posteriormente sucede a Pérez Jiménez, sino que hay una parte importante de la izquierda venezolana decidida a apoyar muchos exiliados que habían estado en Venezuela y que comenzaron a llegar a Venezuela, y comienzan a reactivar el proyecto del derrocamiento de Trujillo. Esos esfuerzos se articulan para el derrocamiento de Batista, es decir, la relación Venezuela-Cuba se da a través de una mayor cercanía hacia la izquierda, tanto de fuerzas en Venezuela como entonces en el caso de Cuba, cuando se produce el derrocamiento de Batista. Ustedes recordarán que yo leí aquí una carta donde los servicios de seguridad venezolana funcionaban, operaban en Venezuela, como un servicio de seguridad política para nuestro país. Lo mismo sucedía en el caso de los servicios de seguridad de Batista. Los servicios de seguridad de Batista mantenían una cantidad de información aquí, de forma tal que la dictadura se servía de los mecanismos de seguridad de Venezuela y de Cuba para atrapar a los exiliados.

Esta situación comienza a variar, la dictadura comienza a perder parte de su constitución geopolítica regional, que era muy importante; y los exiliados comienzan a crear bases de operaciones y a moverse con mayor facilidad, porque de todas maneras Trujillo comienza a perder los radares y las antenas políticas dentro de los Estados Cubano y Venezolano y de otros países, que él tenía instalados como parte de la coalición de su dictadura. Por lo tanto, Venezuela, con el ascenso de la Junta encabezada por Larrazábal y por Patricio Ojeda, que era el dirigente comunista, se va a abrir el camino. Hay un dato que quiero darles, la situación de la Acción Democrática fue una situación conflictiva, pues Acción Democrática tenía en su seno a todo lo que sería el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Venezuela; o sea, en Acción Democrática había básicamente dos sectores, ya en el año 1959. El sector alineado al gobernante tradicional y el sector de la Juventud de Acción Democrática que va a romper con Betancourt, encabezado por otros dirigentes jóvenes que después integraron el Movimiento de Izquierda Revolucionaria y se fueron a la guerrilla. Quiere decir que el debilitamiento del entorno de Trujillo comienza en Venezuela y concluye en Cuba en 1959. Por eso es que hay una cierta sintonía entre la problemática de los exiliados en Cuba y Venezuela y la manera de articular una derrota trujillista, tanto del período de transición post Pérez Jiménez como del gobierno revolucionario que va a surgir en Cuba. Y de Cuba no tenemos que hablarles, porque Fidel Castro siempre estuvo vinculado a la lucha del pueblo dominicano, eso hay que decirlo aquí ahora también, eso no es de ahora, eso es de la década de los cuarenta y esto todo el mundo sabe que Fidel Castro tuvo una vinculación estrecha, incluso, a inicios de los 50, en el llamado manifiesto de México, se establece claramente que una de las responsabilidades que se tenía era la liberación del pueblo dominicano de la Tiranía de Trujillo; quiere decir que eso es un hecho que estaba entre los programas de los revolucionarios que va desde la época de José Martí. Eso es una tradición que se viene siguiendo.

Entonces, el entorno comienza a variar de manera muy significativa, pongo el caso de Cuba y de Venezuela porque van a jugar un papel muy importante, ya se había producido el derrocamiento de Gustavo Rojas Pinilla de Colombia, pero no tenía por donde mantener la importancia logística como tenía Venezuela para el caso de los exiliados dominicanos y para la conformación del nuevo proyecto insurgente a expresarse en 1959. En esa circunstancia del entorno interno, de todo el espacio territorial nacional, ¿cómo se expresan las fuerzas sociales internamente en la República Dominicana? En primer lugar, les señalé que la burguesía dominicana que no estaba muy vinculada directamente u organizativamente al poder, comienza ya a tener problemas de reproducción como clase económica con el sector trujillista. Es decir, el sector trujillista le hace difícil que esta clase se pueda reproducir y ampliar y comienza a crearles problemas, pero no tiene capacidad política.

Yo emití un juicio un poco crudo. Yo he dicho, como profesor de Historia, que la burguesía dominicana siempre ha sido entre muy cobarde o muy imprevista o muy incapaz, se mueve por ahí. Por una u otra forma, siempre le sale una de esos tres componentes estructurales. En este caso, al ser una fracción de burguesía reducida a un rincón por la dictadura, manejada por las circunstancias, no tenía influencia política hegemónica, aparte de que se comprometió con el sostenimiento de la dictadura. Entonces, entra en conflicto y contradicciones económicas, pero no pueden pasar al terreno político más efectivo de la acción, no puede crear su propio aparato político. No era la situación de la capa media urbana, de la pequeña burguesía urbana. La pequeña burguesía urbana tiene una mayor tradición, tiene como experiencia la década de los 40, que eran los movimientos clandestinos de la década de los 40. Una parte ha experimentado el trasiego hacia el exterior, ha tenido vinculaciones, ha podido salir a Puerto Rico, Estados Unidos, Venezuela, Cuba, tiene un cierto manejo del circuito cultural internacional, vamos a decirlo así, tiene una mayor experiencia política, ha sido conspiradora, ha sido armadora de expediciones armadas, ha sido intransigente, ayuda y apoya sectores frente a la dictadura. Entonces, la pequeña burguesía comienza a emerger como la clase social que va a sintetizar un poco el proyecto democrático. Y es por esta razón, que a partir de 1956 y 58 la pequeña burguesía comienza a parir respuestas al trujillismo, pequeños grupos clandestinos, reorganización del exilio. Es decir, a partir de esa capa social se comienza de nuevo a replantearse la problemática de enfrentarse con la dictadura junto al pueblo.

Roberto Cassá en su exposición señaló que, en lo que se refiere a los trabajadores se produjo un poco de la memoria histórica del 40 al 50, y los trabajadores no pueden, aunque comienzan algunos a jugar un papel político urbano, no pueden jugar el papel que habían jugado en la década de los 40, donde encabezaron disidencias, parten al exilio, se cortan esa relaciones históricas de sucesión y, entonces, parte de los trabajadores van a actuar, dependiendo de la acción de la pequeña burguesía. Las investigaciones sobre los grupos de conspiración y clandestinos, siempre los porcentajes en términos cuantitativos, indican que siempre esa tendencia llenaba los programas políticos, significa fundamentalmente exigencias de modernización de la capa media. Y por último, porque lo dejé para ahora, o para más luego cuando hablemos del entorno caribeño, el poder de los Estados Unidos, el poder norteamericano, la función del imperialismo norteamericano, del imperialismo yanqui.


5. Imperialismo Yanki y Coyuntura

Realmente, después de la guerra de Corea, se abrió un proceso en la redefinición de la política norteamericana mundial. Hasta la guerra de Corea los Estados Unidos tenían la tesis de que había una confrontación y que los rusos los iban a aniquilar a ellos con un ataque mundial o ellos tenían que aniquilar a los rusos con un ataque mundial. Vino la guerra de Corea y los Estados Unidos se vieron en una situación muy difícil, incluso los Estados Unidos comenzaron a modificar toda su estrategia mundial. Mi punto de vista, mi criterio es que no se puede analizar la confrontación de los Estados Unidos exclusivamente porque Trujillo significaba un peligro en relación al conflicto que generaba Cuba, sino que la forma de ver la política mundial llevada por los Estados Unidos comienza a variar inmediatamente después de la guerra de Corea y los Estados Unidos comienzan a variar su política, comienzan a variar las políticas de su aparato, de gente que enseñe, que impulsa la política de los Estados Unidos después de 1954 y entonces van a dar una aplicación regional a su redefinición de su política mundial que culmina con la administración Kennedy. Es decir, Kennedy aplica a fondo todo lo que es la doctrina de la contrainsurgencia como se llama. Pero esa doctrina y esa estrategia comienzan a redefinirse en los últimos años del período de Eisenhower. Entonces los Estados Unidos comienzan a redefinir su política mundial, comienzan a abandonar la política tradicional, de aquella confrontación “abstracta” a través de una guerra mundial, para buscar la forma en que ellos van a operar territorialmente para impedir guerras revolucionarias locales o regionales, como el caso de Corea. Es decir, para ellos estar dentro de un Estado, donde ese Estado tiene asesoría militar, con un control directo sobre la Jefatura Política, comienza a ser un problema sumamente importante. Vuelve de nuevo a plantearse en los Estados Unidos el problema de la presencia física del Estado Norteamericano dentro de la estructura física del Estado Dominicano. Y esta gente que es hegemónica ya en los Estados Unidos entra en contradicción con la forma de organización y de operación de la dictadura trujillista. ¿Por qué razón? Porque si bien es cierto que Trujillo fue un resultado de todo lo que fue la política de expansión de los Estados Unidos y su régimen, como dice en su hipocresía el Doctor Balaguer, fue el régimen más antidemocrático y anticomunista, aunque después lo definió como el régimen más “comunista”, pero del “comunismo modelo”; pero bueno, esas son contradicciones de quien dice eso por su conveniencia. Pero básicamente un régimen pro-norteamericano por su naturaleza, sin embargo, la presencia física más directa del poder norteamericano en la estructura del poder del sistema político trujillista, planteaba un conflicto de fondo, porque los Estados Unidos se estaban planteando el que una parte de la burguesía dominicana y Trujillo pactaran una sucesión, un relevo o una adecuación del régimen de Trujillo bajo esas circunstancias.

O sea, la política norteamericana, originalmente fue buscar que ese sector de la burguesía dominicana que estaba subordinado, subalternizado, pactara nuevas condiciones con Trujillo, para “liberar la economía”, para “democratizar el poder”, lo que suponía que Trujillo tenía que romper con la hermenéutica de su dictadura, con lo que son las bases estructurales de su propia dictadura, por la propia dinámica del régimen. Y, naturalmente, ahí es el conflicto de esta gente con los Estados Unidos, y no por razones de anti-imperialismo, no por razones que Trujillo tenía de índole “nacionalista”, que nunca las tuvo. Simple y llanamente significa que redefinir su dictadura, sentado los norteamericanos de manera más permanente que cuando estaban sentados aquí en la mesa de dirección política del Estado, significaba repartir, redefinir la situación monopólica y de exclusión que él tenía y no podía haber trujillismo en otras condiciones diferentes. Es decir, yo sostengo que el trujillismo original no podía existir como sistema político redefinido; el trujillismo está definido fundamentalmente, por su capacidad de exclusión del grueso de la población y por su capacidad monopólica de operación. Es un estructura de operación absoluta, por lo tanto, la redefinición implicaba perder su verdadero sentido.

Quiere decir, que el poder norteamericano estaba manejando su nueva estrategia de transición geopolítica en la región, que comenzaba a chocar directamente ya con esa forma de organización política que no servía para esa estrategia que comenzaba a reinar. Entonces, los Estados unidos han pensado en la adecuación de un conjunto de Estados a su estrategia nacional, a su estrategia mundial geopolítica y necesita definir el problema. El problema de Cuba es un problema dentro de la estrategia contrainsurgente de los Estados Unidos. Es decir, el problema de Cuba es uno de los tantos problemas que están presentando los Estados Unidos y que se están presentando mundialmente; es específico dentro del contexto regional. Yo llamo la atención a esto, porque hay una tendencia al razonamiento de seguir la forma en que los norteamericanos definen su política: es decir, eliminamos a Trujillo y justificamos la eliminación de ese poder. Es lo que aparece en la historia de la mayoría de todos los trabajos: eliminar el poder trujillista solamente. Pero lo que está detrás es una estrategia global operando desde hacía más de 5 ó 6 años, un camino de redefinición global en lo que se refiera al área de América Latina, en la región del Caribe, con el caso específico de Cuba. Pero ya la estrategia histórica se está moviendo con características de eliminación y derrota del movimiento revolucionario como estrategia global.

Entonces, la estrategia de expansión de los Estados Unidos tiene esa naturaleza. No está solamente acicateada por el problema de Fidel Castro, sino de índole primario y el asesinato y desaparición de dirigentes africanos (Patricio Lumumba, por ejemplo). Esa estrategia que tiene implicaciones genocidas y criminales de parte del gobierno norteamericano, está presente y cada día se va a manifestar en varias regiones como una necesidad global.


6. Impactos en la Coyuntura

Todo esto del contexto interno, así como del contexto internacional, de las formas en que se comportan las clases, etc., es lo que va a determinar la posibilidad de que se produzca el proyecto guerrillero de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1959. La radicalización en Venezuela y en Cuba, la radicalización de las capas medias, la redefinición del proyecto de una parte de los exiliados, todo ese contexto va a permitir que se produzca el proyecto de Constanza, Maimón y Estero Hondo. Yo no voy a hablar de lo que significó Constanza, Maimón y Estero Hondo, porque me podré extender mucho. Lo que yo voy a tratar de hacer es cuál fue el impacto de la expedición Constanza, Maimón y Estero Hondo en ese cuadro político; es decir, cuál fue el impacto, el resultado de esa “invasión”. Yo seleccioné tres elementos del impacto.

1. Sobre el poder político, uno sobre lo urbano y otro sobre lo rural. Sobre el poder, yo creo que el impacto más importante que tuvo Constanza, Maimón y Estero Hondo no solamente en los lugares. Por ejemplo, en muchos de los trabajos que se han publicado sobre Constanza, Maimón y Estero Hondo sale a relucir una cierta debilidad en la dirección militar en el terreno de operaciones. Aunque la “invasión” fue derrotada militarmente, sin embargo, en lo que se refiere a jefatura, al manejo básico de la operación, salen a relucir debilidades que se manifiestan en separaciones de mandos, eso está escrito, eso es un asunto importante. Porque una cosa es la capacidad técnica y de movilización cuantitativa que usted tenga en el terreno militar, y otro problema es su capacidad de operación. La capacidad de operación tiene que ver con un dominio de los planes y un dominio del arte y la dirección militar, y no se puede señalar que eso haya sido así. Eso es un primer elemento que yo traigo a colación.

2. El segundo elemento es que la expedición obliga a militarizar más la política, es decir, el hecho de que se produzca esa expedición y se produzca una confrontación militar, obliga a Trujillo a, en vez de utilizar recursos políticos hegemonizantes (recursos políticos se refiere a buscar alianzas, a desarrollarse más hábilmente en el terreno de la propaganda política, a neutralizar fuerzas), a profundizar los recursos de violencia armada y liquidación. Entonces profundiza la militarización, el uso de los recursos militares y de los servicios de seguridad para contener fuerzas. Eso evidenció de manera más odiosa la política en un contexto cultural diferente, más emisoras de radio, más emisoras de televisión, pero además, una cantidad de ondas en el Caribe. todas emisoras colombianas, todas emisoras venezolanas, todas emisoras cubanas y puertorriqueñas, una gran situación de información que se alimentaba de los resultados de la militarización de la política; los desaparecidos, los muertos y los perseguidos, inmediatamente pasaron a la aculturación internacional, y eso no alteraba a la República Dominicana por solo dos o tres días; es decir, el contexto de la comunicación había variado significativamente. Trujillo para poder enfrentar a los resultados de la expedición debió haberse movido políticamente en el terreno ideológico, en el terreno de la comunicación, porque era la única forma de manejar los resultados de los impactos que había tenido la expedición en ese momento, sin embargo, no acogió ese terreno. Agudizó el despotismo y lo agudizó todavía de manera más violenta hasta el uso del espionaje y la delación. (A mí se me quedaron varios recortes, que les iba a traer sobre el Partido Dominicano, sobre familiares de los expedicionarios en Santiago; yo tengo el original de reportes del Partido Dominicano de Santiago a la Secretaría Particular del “Generalísimo”, y también otros reportes que recibí a través de documentos originales del Partido Dominicano).

Es decir, todos los aparatos políticos para estatales fueron destinados a mayor seguridad y con mayor profundidad, con ello contribuye a separar cada vez más el sistema político del grueso de la población urbana, sobre todo por esa política odiosa.

En segundo lugar, el segundo impacto de la invasión es muy importante. Yo estuve realizando con algunos estudiantes de la Universidad muchas entrevistas a participantes del Movimiento Clandestino “14 de Junio”, prácticamente todos los sobrevivientes nosotros los entrevistamos, y ellos nos dicen todos dos cosas: 1) El impacto de la revolución cubana sobre esa generación fue demoledor; o sea, el impacto de la revolución cubana en términos de lo que significaba como potencialidad de transformación, fue tremendo; y en segundo lugar, la muestra de movilización, o sea, la obra ética diferente a la ética trujillista de subordinación; es decir, la ética de entregarse, del sacrificio, una ética del cielo (vamos a decirlo así) que se evidenciaba en la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, refuerza todo eso que colocó en la cabeza de esa generación la revolución cubana. Es decir, Constanza, Maimón y Estero Hondo, tiene un impacto urbano en la capa media, en la cual esa capa media asume esa acción de rebelión y subversión, que retroalimenta todo lo que había estado metiéndose a través de la revolución cubana.

Entonces, hay desde ese punto de vista, un impacto urbano muy importante en los factores insurgentes de las clases que comienzan a actuar abiertamente en el espacio urbano contra Trujillo. La pequeña burguesía y algunos sectores subalternos de la burguesía, que tienen que integrarse a los grupos organizados que vienen de capas medias.

Y en tercer lugar, el imparto rural, y eso no se ha estudiado bien, pero que yo voy a basar mi hipótesis, el impacto de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, fue muy importante. Voy a poner un ejemplo, yo estuve trabajando de jurado en un concurso que hizo “Mujeres en Desarrollo” (MUDE), sobre décimas, testimonios, relatos de campesinos durante la Era de Trujillo y la mayoría fue en el área de Jarabacoa, el testimonio y las campesinas y los grupos campesinos relatan su experiencia. El resultado del conocimiento del relato de las campesinas, sobre todo de los campesinos, sale a relucir que, como fue una zona de operación militar, en la cual se cometieron muchísimas atrocidades, una parte importante de la población campesina que originalmente se moviliza o es movilizada con fines de rastrear los muchachos del “14 de Junio”, una parte importante de esa población, cuando concluyen todas esas operaciones militares, terminan subjetivamente confrontando al Ejército Dominicano por la problemática de los abusos y todo lo que significó el impacto sangriento del uso de los recursos militares. Pudimos determinar ahí, muy claramente, como los mismos campesinos que originalmente fueron manipulados en todo el proceso, llegaban a la conclusión de que el régimen de Trujillo era un régimen sangriento y que su poder había estado en incapacidad de medir la naturaleza del mismo régimen por una serie de factores estructurales y factores territoriales. Quiere decir, que yo entiendo que en una zona importante de la Provincia de La Vega y de Puerto Plata el impacto de la expedición fue importante. Yo les puse el caso del Padre Vinicio Disla, que en su testimonio dice que una de las cosas que lo impactó a él para organizarse, fue sencillamente el descubrimiento de una serie de restos que se produjeron en el área de Maimón. Es decir, que ahí hay un impacto; esto tiene mucha importancia porque el campesinado había sido utilizado como una base de operaciones y retaguardia del trujillismo. El trujillismo había mantenido atado no solamente territorialmente sino políticamente una parte importante de la población por razones que no vamos a analizar ahora y el impacto “invasor” comienza a crear conflictos variados, pero que tienden a activar, subjetivamente, a la masa rural y acercarlas a un estado de mayor movilización activa. Por eso es, que después, otro recurso que se inventa el trujillismo y se reactiva para suceder toda la movilización rural, no resulta; y por eso es, que a finales de 1960 y 1961 la movilización rural no se puede utilizar para cercar a la ciudad.

Hay un asunto muy interesante, yo no voy a juzgar aquí si había o no un gobierno ilegal aquí, porque eso no es objeto de esta discusión, lo que yo voy a señalar es si al impacto de la expedición del “14 de Junio”, al impacto del movimiento campesino rural, sobre todo el de capas medias, está además el impacto del Movimiento Popular Dominicano (MPD) a partir de junio del 1960, en otro tipo de capa urbana. Nosotros hicimos un trabajo sobre el MPD y rastreamos a varios de los sobrevivientes del MPD y los que están vivos todavía. Les voy a dar unos datos para que vean cómo se va tejiendo la crisis de la dictadura en la base social urbana, sobre todo en la ciudad de Santo Domingo.

EL MPD ingresó aquí, hizo su primer manifiesto el 12 de Junio de 1960; debo decirles que encontramos el primer manifiesto del MPD de junio del 1960, que es éste que ustedes ven aquí, firmado por la dirección completa del MPD, un documento inédito, se lo voy a llevar a la muy distinguida periodista Margarita Cordero que ha estado siguiendo este seminario. El Movimiento Popular Dominicano comienza a operar en el mes de junio. Ahora, ¿qué es lo importante del Movimiento Popular Dominicano? La investigación que hicimos, fíjense lo que sucede. Hicimos una entrevista a Cayetano Rodríguez del Prado, quien nos dijo que él se integró al MPD como consecuencia de una serie de contactos a través de los Ramos Peguero que lo conocían a él, pero dice entre las personas que lo motivaron a él para integrarse a la lucha antitrujillista en el 60 fueron Heriberto Núñez, viejo vinculado al nacionalismo, luego al Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD), siguiendo la línea de sucesión quien mantiene su posición antitrujillista; por ejemplo, en este caso, nos guía a una serie de muchachos que estaban empezando a actuar en la política antitrujillista, a que actúen políticamente.

De otro lado, nosotros entrevistamos a un muchacho que trabaja en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en el Departamento de Bienestar Estudiantil, quien fue uno de los que se integró en el 1960 al MPD, y nos informó las primeras vinculaciones que él tuvo al integrarse al MPD en 1960, fue unos viejos fugitivos que vivían cerca del área de La Atarazana que habían formado grupos clandestinos en la época del Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD) y el Partido Socialista Popular. Nos dio, inclusive, varios nombres; ellos los llevaron a ellos a percibir la situación política y manejarlos a que se integraran a las labores del MPD. EL MPD, sobre todo, se entró en sectores muy empobrecidos de la ciudad, sobre todo en Villa Francisca, Villa Juana, Villa Consuelo, en esas zonas de ahí, a capas pobres urbanas, algunos artesanos, gente que venía de los viejos de la década de los 40. Incluso, un dato interesante, en el MPD se hacía comida todos los días al medio día y había una actividad pública en la cual, según testimonio, comían más de 60 personas todos los días al medio día, en el local de la llamada José Trujillo Valdéz #12, hoy Avenida Duarte. Es decir, que el Movimiento Popular Dominicano contribuyó en el año de 1960, por las razones que fueran, que yo no voy a discutir, a activar una serie de sectores empobrecidos urbanos que se iban a vincular a toda esa capa media; sectores populares que se vincularon al “14 de Junio”, todo ese remanente del viejo PSP, Sánchez Córdoba, etc., y entonces, el movimiento urbano que se va a insertar en el país y que va a movilizar algunos sectores urbanos, básicamente orientado en una línea insurreccional. Tanto el 14 de Junio como el MPD van a salir. En el caso del MPD inclusive, coincidían la estructura que ellos seguían, donde el 14 de Junio siempre fue claro: la posición del 14 de Junio era acumular una serie de recursos materiales para desarrollar una estrategia insurreccional. Lo que no está claro inicialmente es si ellos pensaban hacer una estrategia insurreccional de base urbana, fundamentalmente, centrada en la experiencia del 26 de Julio o si definitivamente se iban a decidir por una estrategia insurreccional de naturaleza rural; no vamos a incursionar en eso, pero era prácticamente una estrategia insurreccional. En el caso del MPD también, habiéndose creado, según nos informaron, un grupo de acción urbano dirigido por Andrés Ramos Peguero, que ustedes saben que después fue asesinado en el año 1971, en el período de los doce años balaguerista y después un grupo que pretendían transformarlo en un grupo de operaciones rurales. Quiere decir, que el MPD comenzó a jugar también una vía insurreccional como el 14 de Junio, como aspiración de la oposición urbana.


7. Iglesia Católica y Coyuntura

En ese contexto se destaca el conflicto con la Iglesia Católica. La pregunta interesante es ¿por qué se desata el conflicto con la Iglesia? Hay varias razones, por ejemplo, el Doctor Joaquín Balaguer presenta la versión muy hábilmente manejada, porque él es muy hábil en eso, de que él mismo estaba cercano a otra persona exaltada; incluso cuando uno termina de leer el libro en esta parte dice, el ‘iluso’ es una persona exaltada, es una persona que no tiene tacto, es una persona aristocrática; me da la impresión de que estaba viendo alguien del “Club Unión”.

Entonces, “el hombre” es muy difícil de manejar, tiene unos arranques, da la impresión de que hay un problema personal, hay muchas interpretaciones. Les traigo esto a colación porque fue manejado muy hábilmente, había que “descocotarlo” a la entrada. Realmente lo que está pasando a la Iglesia, es que la Iglesia se está colocando en el centro de los conflictos de la sociedad dominicana. La profecía de la definición de la Iglesia es porque comienzan a expresarse de manera muy abierta en el seno de la iglesia los conflictos, para mantener el régimen, o conceptualizar y actuar frente a él. Acción Católica es una muestra de que dentro de la Iglesia había un sector joven, de sacerdotes y seminaristas, y de algo más también, vamos a decir, en condiciones de actuar frente al problema en el terreno político; es decir, no solo a través del sistema eclesial convencional, sino actuar con un criterio en la acción política y el movimiento clandestino. Entonces comienza a reflejarse en los conflictos. Los conflictos se presentan claramente en el Episcopado Dominicano, eso no se puede ocultar y de eso hay que hablar. Por ejemplo, yo encontré, buscando entre unos papeles, una correspondencia, de cantidad de correspondencias clandestinas que circuló en relación a la iglesia, incluso metamensajes en la publicación ‘Fides’.

Todas las pastorales, las dos principalmente que se recuerdan fueron conocidas clandestinamente. La carta de los obispos del 6 de febrero, por ejemplo, fue reproducida clandestinamente, ésta que les muestro es una reproducción de esa Carta, a maquinilla y sus copias. La leída contra el régimen, del 12 de marzo del 1961, leída en la Catedral de San Juan de la Maguana, por ejemplo, tuvo una reproducción a máquina que circuló también como circulaban todas esas cosas. Hay un documento, también muy importante, carta abierta a Monseñor Francisco Panal, Obispo de La Vega; una carta que circula apoyando a Panales. Hay después otras comunicaciones que circulan clandestinamente, incluso, hay un emplazamiento de los grupos que voy solamente a leer el primer párrafo, que dice lo siguiente: porque cuando se lanza la Pastoral, al poco tiempo de lanzarse la Pastoral, hay como una riversa, que está publicada públicamente; es decir, los Obispos señalan que ellos no se imaginaban que esa pastoral iba a tener un impacto político que se iba a usar como se usó. ¿Por qué se produjo? El asunto es muy simple; el problema es que la Iglesia a inicios de la década de los 50, había sido integrada como uno de los poderes de la dictadura, es decir, la iglesia es oficial e institucional con el concordato. Por eso yo les decía que él habló de levantamiento insurreccional, de los poderes de opresión, entonces, la Iglesia institucional fue incluida como un aparato estatal. Ese fenómeno se va manifestando en los años que siguen a los 50, toda la educación se orienta a ser una educación “cívica-católica”, etc., hasta que se firma el Concordato que la institucionalizaba. Entonces, la Iglesia es integrada, la iglesia institucional, como un poder del Estado, como el poder que le va a dar la base de una cultura cívica-católica a toda la dictadura.

No podemos entonces decir que no hubo una parte jerárquica de la iglesia que no estuvo comprometida con el trujillismo, porque yo voy a ser franco. Por ejemplo, yo vi la entrevista de Monseñor Beras y ví varios trabajos sobre Monseñor Pitini. Todo el mundo sabe aquí que Monseñor Pitini era una persona a fondo comprometida con la dictadura de Trujillo, en primer lugar; y en segundo lugar, yo viví muchos años cercanos a la Catedral, 27 años viví ahí, hasta que me casé y salí de esa zona. Pero sin embargo, yo recuerdo perfectamente la complicidad de una parte de la dirección real, incluyendo a Monseñor Beras; porque yo vi un reportaje que hizo Juan De Lancer, y cuando terminé de ver este reportaje, yo dije pero ven acá, este muchacho me hace sentir como que es un producto de la Historia paralela a mí; porque recuerdo que yo era miembro de la “Congregación Mariana Loyola”. Había Congregación Mariana con Universitarios, Loyola de secundarios, dirigido por los Jesuitas y en el 1960 hubo un lío grande ahí dentro, porque cuando mataron a Contreras dentro de la Catedral, ahí hay un hombre que era de la “Congregación Mariana Loyola” y la mayoría de los que éramos estudiantes secundarios que estábamos en el Liceo Juan Pablo Duarte, que era Liceo Presidente Trujillo, o sea que era un problema del círculo de simpatizantes trujillistas, y se armó un lío cuando se trato la muerte de Contreras y se planteó al asesor de la Congregación de que había que protestar sobre la muerte de esa persona que se había producido dentro de la Iglesia y que la Iglesia no protestaba sino que ‘aplaudía’. Y yo recuerdo perfectamente bien que hubo un conflicto muy grande porque la exigencia era que el Arzobispo Monseñor Beras estaba comprometido con eso y que no quería hablar y entonces los muchachos estaban presionando para que se produjera un pronunciamiento sobre la muerte del asesinado.

Entonces, se produce un conflicto muy serio que comienza a atravesar la Iglesia, entonces eso fuerza la situación. Y la importancia del conflicto con la Iglesia reside precisamente en que la Iglesia jerárquica había sido transformada en un poder estatizante superior, político, pero sobre todo, de la masa rural. El impacto fundamental en última instancia de la cultura con la Iglesia es debilitar aún más los lazos de hegemonía de la dictadura con las masas campesinas y estimular la movilización urbana; porque ya la movilización urbana estaba estimulada, ella la va a reforzar. Pero entonces comienza a cerrarse el espacio de control de la tiranía trujillista sobre las masas rurales, que venían ya en un proceso de alejamiento producto del esquema que tenía Trujillo.

Entonces, el conflicto con la Iglesia tiene explicaciones muy importantes porque expresa el conflicto de clases en la sociedad dominicana y expresa el proceso de resquebrajamiento de la dictadura, porque la Iglesia Jerárquica era parte de la estructura de poder de la dictadura. Uno de los delitos más graves es ese. Fíjense como se van resquebrajando los factores de los poderes de opresión; se resquebraja la alianza de la burguesía trujillista como otros sectores de la burguesía; se resquebraja la capacidad de dominio de Trujillo sobre el campesinado; se reactivan las fuerzas urbanas; se resquebraja el poder hegemónico de legitimación de la Iglesia y el poder de la Iglesia Jerárquica. Sobre todo, la estructural estatal se pierde, la cartilla cívica-católica como pasaporte de televisión, lo que se agudiza en un contexto internacional, es decir, que en el caso de la presencia de Juan XXIII sustituyendo a Pío XII, Papa aristocrático, Papa que firmó el concordato, Papa que asintió al trujillismo, es sustituido por Juan XXIII que está en todo el proceso de preparación interior del Concilio Vaticano II. Entonces, Zanini, el Nuncio Apostólico, un hombre inteligente, que tiene una experiencia diplomática, se da claramente cuenta del problema que está asumiendo él como representante del Vaticano, en una iglesia que urge definiciones, porque Zanini es un político también. Él sabe perfectamente bien que si él no conduce”” al Episcopado a realizar, a manejar una confrontación y ante la iglesia jerárquica, si se produce un derrocamiento de Trujillo por una acción insurreccional o por otra vía, va a pasar a ser desplazada, o por lo menos afectada, como parte del poder; y Zanini que es un hombre inteligente se da cuenta y dice no, yo no puedo permitir esto. Entonces, interfiere en el proceso del Episcopado teniendo en cuenta todos esos factores. La actuación de Zanini es igual como lo hizo en otro sentido, como lo hizo el Doctor Balaguer, de una persona que está poseída de un espíritu aristocrático y de impositivo y lo que Zanini está es preocupado por el tiempo. ¿Tendré yo tiempo de sacar a la Iglesia jerárquica de este conflicto que la va a abrazar?, entonces muere el tiempo, presiona para tratar de ganar tiempo, porque él sabe lo que viene, él se da cuenta que la dictadura está entrando en una fase de crisis definitiva, por lo tanto, cuando nosotros entramos a 1960, ya en un plano general, eso está construido, eso se agrava finalmente, con el crimen de las hermanas Mirabal en Noviembre de ese año.







8. Acumulación de Factores

Se diría que desde el punto de vista político resolver un problema específico no era una cuestión capital para la Dictadura de Trujillo; pero nosotros tenemos que ver el problema de cómo se van acumulando los factores subjetivos. O sea, en una crisis se van acumulando todos los factores objetivos materiales y factores políticos y los factores subjetivos, y cómo se va cargando la sociedad de elementos de conflicto y cómo ese crecimiento de la conflictualidad de la realidad y de los cerebros de la gente va integrándoles problemas a la dirección política. Es decir, Trujillo era una persona hábil, Trujillo tenía una serie de condiciones políticas y de liderazgo, se había manejado con un equipo político de dirección y los turnó, cambió sus “Primeros Ministros”, Virgilio Alvarez Pina, Joaquín Balaguer, Anselmo Paulino, etc.

Ahora, todo este proceso de crisis se acelera, en la medida que se van cargando de todos esos factores subjetivos, el conflicto va operando sobre la capacidad de dirección de la dictadura. Se desgarran elementos de la estructura burocrática, elementos que habían tenido una participación con el trujillismo hasta el año 1958-1959, comienzan a separarse del trujillismo. Se presentan problemas en las filas militares, el complot de los Sargentos, el complot de los Policías de Tránsito, que lo trata Emilio Cordero Michel, por ejemplo, en un trabajo que presentó en APEC, eso es sintomático, sobre todo en lo que se refiere al complot de los Sargentos por el nivel técnico que tenían los militares que participaron en el complot y de los Policías de Tránsito por lo que implicaba la circulación de las ideas antitrujillistas en un destacamento policial que se caracteriza a la vez por tener una alta circulación territorial en una demarcación determinada. En la crisis de la Iglesia, todo lo que es la crisis de su poder político urbano, de su capacidad para controlar los sectores urbanos activos en política, su capacidad para mantener activa el campesinado como una clase de apoyo; la militarización de las respuestas políticas después de la “invasión” del 14 de Junio. Todo eso ataca la capacidad del trujillismo de mantenerse en el poder. Es decir, la capacidad del trujillismo de mantenerse en el poder, hay que verlo en función de todos los factores que lo atisan y lo combaten, y esos factores que lo atisan y lo combaten lo debilita, lo desequilibra, lo desestabiliza y producen las condiciones subjetivas para los errores políticos. Yo no creo que los errores políticos que se cometen en esos últimos tres o cuatro años están dados exclusivamente por una especie de deterioro racional de Trujillo, que los factores individuales son los que van a determinar los errores políticos, es que el conjunto del sistema político, eso que el Doctor Balaguer consideraba que iba a heredar a Trujillo, eso comienza a tener problemas graves para dar respuesta. Entonces, en ese contexto se puede considerar el atentado contra Rómulo Betancourt, el manejo del conflicto la Iglesia, la decisión de determinado tipo de asesinatos, como el caso de las hermanas Mirabal. Entonces, cuando Trujillo reconoce públicamente que “me estoy quedando solo”, y está citado en varios de los testimonios de los últimos meses de él, lo que él está pensando en el terreno personal, es en el aislamiento social del régimen, el aislamiento político de su régimen, él está personalizando, porque Trujillo asume de manera personal todo lo que es el conflicto del sistema político y en los momentos de solución la voluntad unipersonal cesárea es la que actúa.

El Régimen de Trujillo está definido teóricamente como cesarista, en él se concentran decisiones de última instancia y en los momentos de crisis, las decisiones individuales son las decisiones que en última instancia van a tener una hegemonía más marcada que en tiempos ‘normales’. Es decir, cuando en días pasados salió producto de un trabajo de Cuchito Alvarez, cuando a Trujillo le entregan la Pastoral, ahí empiezan las presiones para ver “qué va a hacer con los curas”, y en última instancia él toma una vía, acentuar la política más cerca de los aparatos de seguridad, es decir respondiendo a la estrategia de su entorno más que de cualquier otro círculo estratégico. Entonces, cuando es presionado el sistema político y se presiona el liderato principal (el liderato principal es aquel centrado en la persona e imagen del “jefe” y su comunidad operativa de inteligencia (Servicio de Inteligencia Militar) y los pre-paleros de entonces, todos los errores que se pueden agregar al manejo de la crisis final de la dictadura de Trujillo, con una infección en la crisis del sistema político, en la persona de Trujillo, eso es muy importante. Es decir, en momentos de crisis es donde se reagudiza realmente el problema y el complot del 30 de mayo expresa ese momento. El complot del 30 de Mayo para ajusticiar a Trujillo se inscribe en una percepción de que la Jefatura Personal está lo suficientemente madura en términos de crítica de su pequeño entorno inmediato y social para que una acción sobre esa jefatura produzca un desequilibrio general del sistema político.

En las informaciones que han salido en muchos de los relatos, ustedes han visto perfectamente el esquema que se tenía en cuanto a una acción directa para el atentado de Trujillo y provocar entonces lo que se puede llamar una rebelión de naturaleza militar, una sustitución donde había una participación del ejército en la continuidad del complot, yo no voy a discutir si eso hubiera sido posible o no; lo que quiero llamar la atención es que la dinámica del complot está inscrita ahí, y los Estados Unidos lo saben perfectamente bien. Hoy Bernardo Vega volvió a insistir que la decisión norteamericana de participar en la muerte de Trujillo, que nadie ya la puede discutir. Yo creo que no hacemos nada con mostrar una discusión que está demostrada con papeles, y por una gran parte de los participantes. Y los Estados Unidos, en sus análisis sistemático, sobre todo están desarrollando en ese momento todo lo que es una redefinición de su estrategia y están valorando un poco una visión diferente de análisis, saben perfectamente que descabezando ya hay condiciones maduras para que ellos puedan estimular un relevo político, encabezar en una alianza un relevo político. Creo que ese era el temor de ellos, que no se pudiera producir rápidamente la maduración de la fuerza para el relevo y que entonces interfirieran fuerzas diversas y se produjera una insurrección. Me imagino que básicamente el temor de ellos era una insurrección urbana, no una insurrección rural, una guerra insurreccionaria rural. Entonces, ellos objetivizan precisamente eso y el grueso del complot del 30 de Mayo proviene precisamente de las fracturas del poder, son gentes que se dan cuenta de la dinámica que se está operando ahí, la perciben, la sienten y la acentúan por sus problemas personales. Yo no voy a decir, porque yo vengo a dar mi opinión y soy responsable de ella, yo no voy a decir que el complot del 30 de Mayo tenía un programa patriótico como la expedición del 14 de Junio ni como la conspiración del Movimiento Clandestino 14 de Junio. Es un complot que tiene su naturaleza en el desgarramiento del trujillismo y que pretenden sustituir a Trujillo y mantener un régimen de sucesión con determinadas características conservadoras, por lo que este es un complot que está en la dinámica del poder, tanto del poder que se desgarra internamente como del poder norteamericano que está ahí y todos los documentos publicados últimamente demuestran el rastreo permanente de los organismos de inteligencia norteamericano y políticos norteamericanos sobre el curso de las relaciones que hay entre los ‘disidentes’ y lo que es el poder; es decir, la cabeza del poder. Entonces, el problema llega a ajustar el momento de la estrategia geopolítica de la región. Entonces, tanto Eisenthower como Kennedy tienen que manejarse, uno porque está terminando su mandato y su conflicto que tiene para manejarlo con el Canciller y el otro porque fracasa Bahía de Cochinos y tiene que manejarse en ese contexto del fracaso de Bahía de Cochinos y solo va a actuar después del discurso de Abril donde compara a Fidel Castro con Trujillo.

Entonces, ya está todo maduro en el poder para que se produzca la muerte de Trujillo a través del complot del 30 de Mayo a partir de balas desde los mismos centros de poder.


9. Conclusiones

CONCLUSIÓN: Voy a concluir de la siguiente manera. Primero, objetar el concepto de modernización del Trujillismo, que cuando se produce el ajusticiamiento de Trujillo en 1961, si se hace un inventario de todos los resultados de la exclusión de su régimen en términos de la mayoría de la población dominicana, es decir, en qué condiciones de exclusión se encontraban las diversas capas sociales. Nosotros en ningún momento podemos asumir la concepción de modernidad, porque Trujillo supuestamente modernizó el país en términos que se han usado en algunas ocasiones, clasifican lo moderno como lo que significa la racionalización de los procesos administratrivos o de gestión; es decir, porque ese concepto conllevaría a concebir lo moderno en el contexto de la invasión norteamericana de 1916 y de la dictadura de Trujillo. La concepción de lo moderno no está referida a eso.

Lo “moderno” tiene dos componentes importantes, democratización política y democratización de la economía y de la sociedad. Es decir, en la medida en que la gente pueda participar y pueda recibir los beneficios de lo que crea la sociedad, hay una sociedad moderna. La sociedad bajo la dictadura de Trujillo no fue en ningún momento una sociedad moderna. Si por sociedad moderna asimilamos la racionalidad de la estructura de una dictadura, entonces estaríamos redefiniendo un concepto de lo moderno que entra en contradicción con los que inventaron y produjeron todos los conceptos de la modernización que fue la propia revolución. Es decir, la revolución habla de lo moderno en términos de crear mecanismos de participación para superar las viejas sociedades de élites y una sociedad donde se distribuyan los beneficios que produce esa sociedad (llegando incluso a desarrapados). Por lo tanto, el trujillismo tiene en sí una crisis estructural permanente que se agudiza en determinadas coyunturas precisamente porque negaba la posibilidad de una modernidad de participación democrática, sus raíces estructurales lo llevaban necesariamente a ser liquidado, lo llevaban a una crisis final, tarde o temprano.

En segundo lugar, de lo que esté pendiente de la dictadura de Trujillo es precisamente eso: Trujillo es ejecutado en 1961 y todo lo que es la democratización de la sociedad, de la política, de la cultura, de la economía, etc., todo eso está pendiente y está pendiente también la sucesión de la naturaleza cesárea-carismática de Trujillo. Una de las cuestiones que hay que tomar como lección de la dictadura de Trujillo es que habiendo sido tan consustancialmente vinculado a el liderazgo cesáreo con un sistema político, cuando el liderazgo cesáreo entra en crisis, entra en crisis el sistema político y eso es lo que va a pasar ahora y lo que puede pasar dentro de cuatro años también. Es decir, habiendo sido tan consustancialmente el liderato de un partido a un tipo de gobierno, cuando ese liderazgo no puede sobrevivir, entra en crisis, entonces, el proyecto político entra en crisis en su conjunto, por la función del liderazgo dentro de ese sistema político.

Y en tercer lugar, por último, para concluir, yo entiendo que, alguna vez que se haga una reforma a fondo del sistema político dominicano, no solamente se debe crfear un tribunal como se ha denominado, de garantías constitucionales, sino que un Tribunal Constitucional y un Tribunal Superior de esa naturaleza debe tener una Cámara de Reparaciones Históricas, que debe operar para reparar históricamente aquello que tenga que ser reparado. Yo creo, señores, que mientras aquí hayan cantidad de personas que tienen todavía expediente judicial que no han sido eliminados de la administración de la justicia, todo lo que fue condenado durante la dictadura de Trujillo, aparentemente, tiene sus expedientes que están ahí, pero en muchas ocasiones, todavía estamos debatiendo aquí quiénes son culpables y quiénes no. Juan Pablo Duarte dijo, por ahí tengo yo, “el crimen no prescribe ni puede quedar impune”. No puede haber, bajo ese punto de vista, bajo ningún concepto prescripciones desde el punto de vista legal; es decir, eso de que los veinte años prescribe un crimen no puede seguir existiendo en la legislación dominicana. Mi punto de vista es, que todo crimen que haya sido cometido en el ejercicio del poder político no puede prescribir, y que cualquier particular, institución o persona deba tener la facultad de abrir los procesos cuando ello sea necesario, incluso ahora, porque todavía no se ha hecho la justicia y debe hacerse; yo no estoy de acuerdo con que esto se deje al margen, ni estoy de acuerdo con la reconciliación que se basa en dejar atrás, en el olvido, todo lo que no debe ser olvidado, tanto de aquellos que fueron actores importantes de toda esa vida, de todo ese rejuego político para mantener los derechos democráticos del pueblo dominicano como de aquellos que lo consultaron.

Entonces, yo concluyo diciendo, que debemos hacer un esfuerzo porque eso pueda ser, es decir, que pueda hacerse justicia, no importa el tiempo que haya pasado desde la comisión de crímenes en el ejercicio del poder político. Eso algunos podrán entenderlo como una forma de volver a batir las avispas, pero hay que hacerlo otra vez, porque si no lo hacemos nosotros, no vamos a poder construir la revolución democrática y popular que necesita la sociedad dominicana.

MUCHAS GRACIAS!!
































NOTA AL PIE:
La intervención fue grabada, se transcribió y se reprodujo textualmente para ser corregida. El autor encontró el texto que estaba perdido en el mes de Marzo del 2009. Solo fue revisado, se respetó su estructura y lenguaje, solo se colocaron subtítulos y la corrección ortográfica de la transcripción en lo que se podía hacer, respetando sus expresiones orales.