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miércoles, 24 de agosto de 2011

¿De qué hablamos, de escuela o de secuela?

PANCARTA
¿De qué hablamos, de escuela o de secuela?

Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com

A la memoria de Cervantes Peña, catorcista de por vida hasta su muerte, ocurrida en momentos en que miles de niños se preparaban para iniciar el año escolar en el solar donde estuvo la escuela Manolo Tavárez y en otros espacios de condiciones bochornosas al extremo, descritas como ejemplo de la burla de lo que irónicamente llaman planteles escolares en un país sotanero en la educación básica a nivel continental.

Los reportajes de los medios escritos, radiales y televisivos dejaron al desnudo la ironía de llamar escuelas a escenarios deprimentes donde los alumnos se ven compelidos a recibir clases en las peores condiciones imaginables.

El reportaje del Listín Diario dice que los niños de la escuela Manuel Aurelio Tavárez Justo, en el sector Brisas del Este de Santo Domingo Este, iniciaron el año escolar “sentados en piedras y cobijados por un árbol, ante la ausencia de un plantel escolar”.

Agrega Listín Diario que en Santiago “cerca de 4,500 estudiantes no ingresaron por falta de espacios”. En el periódico Hoy la crónica dice que 600 de 800 estudiantes, de la escuela Manolo Tavárez, “iniciaron la jornada en un solar lleno de escombros y copado de yerbas”.

Un desastre similar en comunidades capitalinas y en diversas provincias fue reportado por la prensa.

De la pluma de Marien Capitán, ejecutiva periodística especializada en temas educativos, se lee lo siguiente: “Querrán llamarles escuela a pesar de que no serán nada cercano a ellas. En espacios como los de las escuelas Juan Bosch, La Nasa y Doctor Armando García, por ejemplo, el año escolar iniciará con la misma tristeza con la que terminó el año anterior. Sus planteles desvencijados no dan para más. Pero en la Manuel Aurelio Tavárez Justo, donde apenas hay piedras, la situación será mucho peor”.

Lo que retrata la prensa es la secuela de una trayectoria fraudulenta pregonada como “educativa”, siendo una vertiente del dominio mediante el engaño para aproximar al país al rebaño.

Desde el solar llamado Escuela Manolo Tavárez hasta el gran escarnio del parqueo de la UASD, el país sufre la secuela de un andamiaje inicuo y corrupto por naturaleza. Mientras la secuela de la crisis educativa conduce al colapso, todavía dicen: “e’pa lante que vamos”.

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