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viernes, 16 de julio de 2010

¡La raza inmortal del 14 de junio!



¡La raza inmortal del 14 de junio!
Viernes, 19 de Junio de 2009 17:06
Tony Raful




José Antonio Batista Cornuda
¿Por qué los seres humanos ofrendan sus vidas a
cambio de ideales, de principios de justicia, de sueños
de redención? ¿Qué extraño mecanismo acciona
sobre las decisiones de luchar por sociedades
donde no haya miseria, dolor y crímenes? ¿Qué motivación
tan grande debe haber para que se abandonen
los placeres de la existencia, posiciones, logros,
y se decida a correr todos los riesgos con el objetivo
de liberar su Patria del cruel tirano que la oprime?
El 14 y 20 de junio de 1959, nuestro país fue estremecido
por los desembarcos aéreos y marítimos de
Constanza, Maimón y Estero Hondo. Trujillo ahogó
en sangre aquella resistencia valiente que se inmoló
por la libertad. Pero se trató de una victoria pírrica,
basada en la superioridad de las tropas militares de la
dictadura, ya que al poco tiempo, surgió como consecuencia
de ese sacrificio y en homenaje a los valientes
caídos, el Movimiento Clandestino 14 de junio, la única
conspiración contra Trujillo, que tuvo alcance nacional,
donde lo más granado de la juventud dominicana
cerró filas para enfrentar la dictadura.
El Movimiento 14 de junio al ser develado fue sometido
a una cruel represión, lo que obligó a la Iglesia
Católica a producir la ruptura con el trujillismo,
a través de la Pastoral del 25 de enero de 1960, leída
en todas las parroquias del país, una semana después.
Trujillo reaccionó desatando una campaña feroz
de descrédito y persecución contra los prelados.
El asesinato de las hermanas Mirabal como secuela
monstruosa del ensañamiento contra el Movimiento
14 de junio, provocó una indignación popular e
influyó en los tiranicidas del 30 de mayo de 1961. No
deja de asombrar y conmover el gesto de los expedicionarios
del 14 de junio, su vocación patriótica, su
desprendimiento, su voluntad democrática basada
en el “Programa Mínimo” que garantizaba conquistas
sociales y las libertades públicas Cuando un
agente de Trujillo infiltrado entre los héroes de
junio, saboteó una de las lanchas, la Carmen Elsa,
manteniéndola a la deriva en el mar e impidiendo
que se concretara el factor sorpresa, que era básico
para garantizar la victoria, los cubanos de las Fragatas
José Martí y Máximo Gómez, que la habían
socorrido en alta mar y la repararon en la isla de la
Gran Enagua, les dijeron que ya Trujillo los estaba
esperando, estaba al tanto de todo y debían desistir,
señalando los expedicionarios, que irían de toda
manera a Santo Domingo, ya que el dictador estaba
aniquilando a los que habían llegado por Constanza,
y ellos no podían renunciar a la solidaridad y al
combate por la libertad.
La influencia del I4 de Junio es determinante en
el desenlace de la lucha final contra la tiranía, su sacrificio
fue un aldabonazo en la conciencia nacional,
un despertar, un testimonio del valor y la decisión
de echar abajo la poderosa dictadura que parecía invencible.
Muchos de los guerrilleros fueron apresados
con vida, siendo sometidos éstos a las más crueles
torturas y al asesinato masivo, sin que ninguno
de los mártires pidiera clemencia, manteniendo la
dignidad y el sentido del decoro, así como la idea
de que era inevitable el surgimiento de la libertad.
América toda vivía la epopeya de la Sierra Maestra
y el triunfo del comandante Fidel Castro, desatándose
un fervor libertario que insuflaba esperanza
en un destino trascendente para los pueblos. El hijo
mayor del tirano, dirigió personalmente las ejecuciones
pretendiendo afianzar el terror cuando las
condiciones históricas habían empezado a cambiar
y se advertía que el modelo social y económico trujillista
estaba agotado y nuevas fuerzas sociales pugnaban
por un sistema diferente de amplias reformas
y transformaciones. El miedo y el control despótico
de la conducta y vida social de los ciudadanos se habían
convertido en obstáculos para el desarrollo humano,
el tirano no respetaba ningún valor, ningún
postulado ético, y todo era avasallado por su fuerza
totalitaria.
La justicia que debió hacerse a raíz de la muerte
del tirano fue pospuesta por la falta de voluntad política,
las complicidades, la mediatización del proceso,
impidiendo que los dominicanos sentáramos las bases
del saneamiento moral de nuestra sociedad, se
perdió la oportunidad de crear una conciencia firme
en la administración de castigos, que disuadiera, por
la fuerza del ejemplo, la repetición de arbitrariedades
y la comisión de crímenes. Todavía hoy los dominicanos
requerimos de ese ejemplo moral que penalice el
crimen, como sucedió en Argentina y en Chile, donde
los asesinos, fueron enjuiciados y condenados, bajo la
consigna de “Nunca más”, enviando señales claras de
que tal y como dijera Juan Pablo Duarte, el crimen no
prescribe ni queda jamás impune.
La gesta del 14 de junio de 1959, adquiere proyecciones
fundacionales en la visión de la libertad,
constituye un punto de referencia histórica, para
dejar atrás el terror de Estado y la negación de los
derechos y libertades.
El Movimiento Clandestino 14 de junio fue la continuación
histórica de Constanza, Maimón y Estero
Hondo, bajo un sentido de pureza y decoro, por la
materialización de los objetivos de libertad y transformaciones
sociales. La Agrupación Política 14 de Junio,
encarnó esas ideas de lucha y resistencia en una etapa
legal y pública, donde rápidamente ganaron espacio
sus proclamas y el contenido viril de sus propuestas
revolucionarias. Rendir homenaje a los mártires de la
raza inmortal del 14 de junio de 1959, es rendir tributo
también a sus continuadores, Manolo Tavárez Justo y
quienes junto a él, lucharon y murieron por una Patria
libre y por una sociedad justa. Eran seres especiales,
escogidos, llamados a desempeñar papeles estelares
en la consecución de nobles ideales.

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